Joven, sonrojantemente joven, y fresco, explosivamente fresco, se ve y se escucha el nuevo documental sobre la música murciana, «Una huerta pa escucharla«, de Teresa Camino y Edu Martínez. Siguiendo la estela de la conocida serie de La 2, este equipo de realizadores se lanzan al formato documental para intentar mostrar el perfil musical más escondido y novel dentro de la región. Murcia siempre ha tenido sus bandas intocables en cada generación, algunas para el gran público y otras incluso en el ansiado indie: Farmacia de Guardia en los 80, Artschool en los 90, Second en los 2000 (buen campo de nabos, ¿verdad?)… Pero el público crítico sintió que se estaba perdiendo algo. Hace seis años nosotras mismas nos preguntamos por esa escena que nunca parecía cohesionar y formamos parte del equipo de «Split: contorsiones de una escena» (Luiggi García & El Quirófano, 2014), donde escuchábamos a artistas como Lidia Damunt, Alondra Bentley o Parade reconocer las contradicciones de una tierra tan pequeña en tamaño y grande en talento, que sin embargo, seguía sin encontrar ese sonido común. ¿O acaso es que nadie lo buscaba?

Artwork Paula Navarro

Artwork Paula Navarro

Con «Una huerta pa escucharla» asistimos a una nueva reflexión de esta eterna pregunta del cultureta murciano. Y esta vez, el micrófono lo toman, de nuevo, quienes más saben del underground: lxs artistas emergentes y los sonidos más nuevos. Reconocemos sin complejos que algunos nombres eran desconocidos para nosotras, ya unas señoras en esto del darkside. ¿De verdad que ahora se baila perreo #kelokapasao debajo de nuestra casa y aquí sin enterarnos? El tsunami de la nueva ola lo representa como nadie Marcelo Criminal, que hacer de enlace al resto del reparto: Yana Zafiro, Mala Cotton, PBSR, Mavica, Álex Juarez, Rey Lobo o  Nieto666 hablan de sus comienzos, de sus composiciones y, sí, de lo que ellos entienden por escena.

Porque ante todo el documental exhala un aroma a amor a Murcia. Las localizaciones que muestran entre rótulos de colores ácidos se alejan de la idealización y se adentran en callejones de meados y soportales para echarse los petas. Murcia también está dentro: mientras generaciones anteriores desesperábamos por huir de esta ciudad, lxs nuevxs artistas saben que lo local es global, que Internet es aliado, que la amistad y los bares de siempre son los que les aportan material para sus letras y colaboraciones y que la escena… La escena, una vez más, tendrá que esperar para ser definida, al menos en este rincón del planeta. Hoy charlamos Teresa y Edu, creadores de esta nueva pieza documental no apta para puristas y tan representativa de lo que viene, para que nos cuenten las claves del rodaje y sus protagonistas.

¿Cómo surge la idea del documental y por qué lo seguís en este formato, también con una línea de arte muy particular? 

La idea surgió a raíz de ver el programa de RTVE «Un país para escucharlo», presentado por Ariel Rot. En él, el músico se pasea cada episodio por una ciudad y allí lo recibe un artista de ese lugar y le enseña la ciudad mientras conversan con otros musicxs del lugar. Cuando vimos el episodio de Murcia pensamos que cada vez que se hablaba de música y de Murcia se mencionaban las mismas bandas. Por ese motivo nos apeteció mostrar otra cara de la región. No solo con los artistas entrevistados sino con la estética del documental, las localizaciones, los planos… Nos apetecía mostrar la Murcia que nosotros vivíamos. Más fresca, más cruda, más real. En cuanto a la estética del documental, por lo mismo. Queríamos que todo lo que íbamos a contar se reflejase de alguna manera con la edición, los colores… La forma de contar algo es casi tan importante como lo que estás contando.

¿Cómo se desarrolla ese proceso creativo, desde la idea, el guión, hasta el rodaje y la postproducción?

La idea surge una noche por las tascas, una conversación de viernes por la noche que acaba en todo esto 🙂 Los artistas que queríamos que formaran parte, la forma de contarlo, los escenarios… casi todo, la verdad, que estuvo bastante claro desde el principio. Lo que sí que nos sorprendió bastante durante el proceso es que cuando empezamos a pensar en el documental, imaginábamos una cosa como mucho más «gamberra», más punk, pero conforme fuimos editándolo, escribiéndolo, dándole forma, nos dimos cuenta de que estaba quedando mucho más «cursi» de lo que en un principio pretendíamos. ¡Pero es que somos un poco cursis y no lo pudimos evitar!

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¿Qué nos podéis contar del equipo que ha formado parte?

Que somos grandes amigos. Y que rodar un documental en julio, en Murcia, es un acto de valentía 🌞🔥

¿Cuáles son las principales dificultades que os habéis encontrado a al hora de realizar el documental?

Los tiempos y ajustar horarios.

¿Tuvisteis algún apoyo institucional o promocional o fue todo «do it yourself»?

100% do it yourself 🙂

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Hablemos de los artistas del documental. ¿Por qué elegisteis a Marcelo Criminal como anfitrión y al resto de músicxs que aparecen? 

La decisión de tener a Marcelo como anfitrión la tuvimos clara desde el principio. Es uno de los artistas emergentes que más exposición ha tenido en estos últimos dos años y una persona con muchísimo talento, que es justo lo que buscamos visibilizar en el documental, el talento que hay en la región. Además, como persona activa dentro de la escena murciana sabíamos que nos iba a poder ayudar mucho en las conversaciones con las bandas.

El resto de artistas que aparecen los escogimos pensando en la variedad, aunque por supuesto quedaron mil que nos hubiera gustado incluir y no pudimos por motivos de duración. Representan muchos sonidos actuales de Murcia, que es precisamente lo bonito de la escena, darte cuenta de todo el talento de nuestra escena y de su variedad.

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¿Tienen un nexo en común, sentís que representan un sonido actual en Murcia? ¿Por qué os centrasteis en esta nueva generación de artistas, qué creéis que aportan a nuestro tejido cultural?

Nos centramos en esta nueva generación de artistas porque creemos que es necesario darle una visibilidad que por motivos comerciales no siempre pueden alcanzar. Las bandas consagradas de la región son brutales y las defendemos a capa y espada, pero hay mucho más allá de eso y quizás es más difícil que la gente lo conozca. Aportan eclecticismo y frescura, que es un poco el estandarte de nuestra generación.

Tantas horas de escucha os habrán hecho expertxs. ¿Cuáles son vuestras recomendaciones, esxs artistas que en vuestra opinión más os gustan de la región o que creeis merecen más reconocimiento? 

Obviamente todxs lxs artistas que aparecen en el documental nos molan mucho, pero si tenemos que hablar de proyectos que se han quedado fuera hablaríamos de Chill Chicos, de trashi, Pájara Rey, daniel sabaterr o Perdón. Pero hay un millón más que merecen la pena.

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La pregunta común a vuestros entrevistados es si existe una escena en Murcia. ¿Qué conclusión habéis sacado vosotros? 

Creo que para eso primero habría que tener en cuenta lo que cada uno considera escena. Edu, por ejemplo, considera que sí. No hay un sonido común rollo Manchester, o como la psicodelia en Barcelona o el garage en Madrid, pero si hay mucha gente creando, compartiendo y apoyándose entre sí. Prestándose material, recomendándose grupos, compartiendo bares, locales de ensayo, calles… Construyendo entre todxs algo más grande. Y para nosotros eso es una escena. Pero claro, la clave es que la gente vea el documental y que cada uno saque sus propias conclusiones jaja.

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¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles en Murcia a la hora de crear una «escena cultural» que englobara todas las artes? Pensamos en la música, pero también en lo que hacéis vosotrxs: plástico, audiovisual, etc…

Creemos que sí que existe también una escena cultural que engloba varias disciplinas, aunque las conexiones entre distintas ramas siempre son más improbables, claro. En cualquier caso en el documental podemos ver ejemplos como PBSR participando en la banda sonora de «Cartel: Hombre en llamas» de Nabil Ejey, un director murciano, a Marcelo hablando del centro de arte sonoro de Blanca o a Yana hablando de todos sus colegas dedicándose a cosas muy diferentes.

El hecho de que Murcia sea una ciudad de un tamaño medio y con mucha vida social da pie a que al final todo el talento se junte y de ahí salgan proyectos geniales. También tenemos instituciones muy buenas como el conservatorio de Murcia o la Escuela de Diseño e iniciativas que congregan disciplinas diferentes como el Creamurcia o el Zorroclocos.

Igualmente, y es algo que se dice con frecuencia en el documental, consideramos que, como siempre, falta mucho apoyo institucional a la cultura en todos sus sentidos. Que a estas alturas gran parte de lxs artistas de la región, y a nivel nacional también, tenga que dedicarse a ello prácticamente como un hobby es ridículo y es para plantearse muchas cosas.

huerta

*Todas las fotos, (menos portada y frame con Yana y verja), cedidas por el equipo del documental. Muchas gracias a Teresa y Edu por su tiempo e interés. <3