Imaginad cómo de difícil era vivir de la música a principios del siglo pasado. Ahora imaginad que sois mujer y negra, y que habéis elegido estar encima del escenario, ser protagonistas y cambiar la historia de la música. Eso que lo que hicieron músicas como Memphis Minnie, Etta James, Sister Rosetta Thorpe, Big Mama Thornton o Billie Holiday: luchar contra el racismo y el machismo con su talento y su valor. No había límite: Sister Rosetta se calza la guitarra y berrea, rasga y habla de derechos civiles, de alcohol y sexo: ella inventa el rock’n’roll. Thornton dijo: «Mi canto proviene de mi experiencia, mi propia experiencia, nunca tuve a alguien que me enseñara, nunca fui a la escuela de música, me enseñé a cantar, a tocar la armónica, e incluso a tocar la batería viendo a los demás. No puedo leer música, pero sé lo que estoy cantando, no canto como nadie más que como yo misma». Décadas después, seguimos viviendo en plena revolución por que se reconozca el papel de estas mujeres negras en la cultura de todo el mundo.

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Sister Rosetta

MEMPHIS MINNIE, «Kissing the dark»: si Nueva Orleans es blues, está unido a Memphis Minnie para siempre. La cantante y guitarrista pasó su juventud rodando por el sur del país con el circo. Aunque alcanzó fama a dueto con Willie Brown, nunca necesitó a nadie para brillar sobre las tablas. Pionera en casi todo, fue de las primeras que se atrevió a tocar una guitarra eléctrica National en 1929, y según dicen, era tan buena tocando como manejando la navaja y bebiendo Moonshine.

BIG MAYBELLE, «Don’t leave poor me»: otro monstruo del R&B, el blues y el gospel salido de Tennessee. Pulida en  coros de iglesia y fiestas de pueblo, Big Maybelle lo petaría con su single «Candy» en 1956. Vozarrón que cazaron Okeh y Savoy Records y que puedes disfrutar en este especial de El Sótano.

BESSIE SMITH, «Devil gonna git you»: la llamaban «la Emperatriz del Blues» por una razón, era la mejor. Nacida en Chattanooga, Tennessee, también cambió las reglas del jazz. Cantó en teatros y vodeviles y ni la Gran Depresión la bajó de los escenarios, llegando incluso a Broadway y a aparecer en la película «St.Louis Blues». Murió en un accidente de coche y su tumba no tuvo placa hasta que llegó Janis Joplin y pagó por ella, redignificando a la artista y cerrando el círculo de divas en la historia de la música.

SISTER ROSETTA THARPE, «Strange things happening every day»: palabras MUY mayores, escuchad: el rock’n’roll lo inventó Sister Rosetta. Considerada como una de la mejores guitarristas femeninas de la historia y pionera en los años 30, su influencia llegó reconocidamente al trabajo posterior de Little Richard o Elvis. Abanderada del gospel siempre quiso mezclar «lo divino con lo laico», y sabía que tocar rock and roll en clubes nocturnos era una forma de predicar, lo que valió más de una crítica. Estuvo tocando hasta los 70, cuando en una gira por Europa con Muddy Waters enfermó y volvió a su EEUU, donde ya no regresó. Súper especial de la reina en el no menos grande programa de Radio Gladys Palmera. 

BIG MAMA THORNTON, «Hound dog»: desde Montgomery, fue la primera que cantó al sabueso, antes que Elvis. Icono del r&b y el Texas blues, nunca se dejó atrapar totalmente por un sello, lo que mermó probablemente su popularidad. Pero su calidad, ¡imposible de mermar! Apasionada, enorme en todos los sentidos, también tocaba la batería y la armónica.  Su adicción a la bebida no ayudó a la recuperación de un infarto que acabaría con su vida a los 57 años. Nos quedamos con su eterno «I smell a rat»!