Si alguna vez había escuchado el nombre de Annie Ernaux, se había perdido entre otros tantos que tampoco recordaré ahora mismo. No me llamó nada la atención el título y aún menos el diseño de portada. Sin ofender. Que la ilustración en sí es bonita y está bien, o así puedo describirla con mis conocimientos nulos sobre ilustración. Pero leer un libro que se llama “Pura pasión” y que debajo del título tiene una fémina de espaldas en una cama con un paquete de clínex y unos cuantos usados… pues no se me hacía muy atractivo, Entschuldigung. Nada en contra de llorar y pido disculpas si algún clínex se ofende, no es mi intención. Le di una oportunidad sólo porque era muy corto y me lo prestaban. Auto-spóiler: me lo acabé comprando.

Laura-W_2019_TUSQUETS_Pura-Pasion-00M-con-texto-copia

            Mi primera reacción no fue meramente cosa del título y la portada. Asocié rápidamente “amor-llorar”, “pasión-llorar” y me dio mucha pereza. Puede que por motivos personales (“en este momento me apetece algo más alegre u otro tipo de tristeza”), sociales (“la pasión pura ya no se lleva, ahora lo cool es consumir cuerpos”) o motivos que no sé cómo etiquetar. Creo que asocié “libro donde se llora por amor/pasión” a “libro que gira en torno al amor romántico sin cuestionarlo”. Hay mujeres de mi entorno que leían novelas antes de que yo naciese pero a las que nunca he visto leer porque ya no les gusta. Solían ser ediciones setenteras de bestsellers con títulos como este y con diseños de portada cursi-erótico-recatado-trágico-lánguidos (no siempre a la vez ni en el mismo grado). Supongo que conforme fui creciendo interioricé la idea de que si ya no les gustaba leer, por algo sería. Nunca leí ninguna de esas novelas. Igual hasta molaban, quién sabe.

            La novela de Annie Ernaux es de lo mejor que he leído últimamente. Es una sacudida breve pero intensa. Y muy alejada de lo que yo temía encontrar. Una mujer habla de su obsesión enfermiza por un hombre casado con el que ha mantenido una relación. De cómo lo convirtió en el centro y fin absoluto de todo lo que hacía. Reflexiona en presente pero con distancia temporal de los hechos y se abre en canal con la honestidad de quien sabe que quizá no será leída. Choca bastante que, a pesar de que el título es muy acertado, la novela es bastante racional. La narradora se ha entregado plenamente a una pasión pero a la vez ha sido consciente de que esa obsesión le provoca sufrimiento y que en un tiempo más breve que largo esa relación se iba a acabar. Y no escribe para justificarse, ni explicar nada ni para producir lástima. No estamos ante alguien a quien se le va de las manos el fantaseo y se queda llorando con cara de no entender nada cuando un mínimo de realidad le cae encima (como yo pensé al ver la portada).

           “Pura pasión” no ha sido sólo leer 74 páginas sino no poder evitar preguntarme sobre mi rechazo inicial. Tengo que decir que las novelas que giran en torno al amor o la pasión amorosa nunca han sido mi fuerte, ya fuesen de autoras femeninas o no. Y que la mayoría de libros que he leído en mi vida han sido escritos por mujeres. Pero cuando vi el libro de Ernaux, mi primera reacción fue pensar que iba a ser un cortavenas rancio. No sé quiénes escribieron esos libros que leían mujeres de mi entorno y que siempre vi cerrados durante mi infancia. Creo que mujeres pero no sé si porque realmente miré el nombre del autor o porque yo misma lo di por hecho al parecerme que esos temas eran “de mujer”. El caso es que este libro me recordó a esos libros, que siempre he asociado a autoras féminas.

ann

            No sé, entonces, si el rechazo se debió al género de la novela y/o si a que todavía, después de todo, pueda arrastrar inconscientemente prejuicios contra la literatura escrita por mujeres. Lo digo abiertamente no porque me sea indiferente. De hecho, es algo que no me gusta. Lo digo porque creo que por buenas intenciones y esfuerzo que pongamos en cualquier cosa, siempre puede llegar el momento en que algo se nos escape o no lo hagamos bien. Y que si nuestra intención es seguir trabajando en hacer las cosas bien y mejorar lo que hacemos mal, hasta es sano reconocerlo y que se pueda hablar sobre ello.

annn

            Todo esto y volviendo a Pura pasión es para decir que leáis Pura pasión. Que igual el problema no es la novela romántica sino no haber encontrado tu tipo de novela romántica. Que si Annie Ernaux no derriba entero el muro que te separa de este género, seguro que al menos abre un boquete grande para que quepas por si quieres seguir cruzando. Fíjate. Un día igual hasta acabo leyendo un bestseller romántico setentero por si con la tontería me he perdido algo.

Por Carmen Balibrea @carmenerbil