De Susana López conocíamos parte de su obra. Su trabajo en la Fonoteca, recopilando historia sonora. Sus directos como Listas Futuristas, un despertar auditivo en forma de bofetada. Sus océanos visuales en el mejor momento de Schwarz, culpables en igual medida de convertirlo en un grupo de culto. Que una vez le pillaron la mano cerrando la furgoneta de la banda, y apenas soltó una lágrima. Que es un rara avis en la escena, ardiente pero también manida y renqueante, del artisteo murciano. Siempre una sombra que prefiere hablar a través de las luces. Siempre hay más.
López vuelve con «Transforming Landscapes II«, su última instalación, mano a mano con el artista visual Eduardo Balanza, que hasta el 30 de noviembre se puede visitar -y experimentar- en el Centro Puertas de Castilla. Toda una sala recreando un bosque industrial en el que perderse entre sus árboles de píxeles y sus ecos vivos, en un trabajo que pretende recoger «una nueva realidad (…) en la que hablar de sostenibilidad (…) sin caer en la tragedia», donde la industria es aliada de la Ecología y la mano humana convive en armonía con los ríos. En un «encantador mundo desencantado» a lo Ritzer, donde López y Balanza crean dos atmósferas (una que escucha a hierba y otra, en la Sala Nana, que activa los mecanismos de esos «ingenios hidroeléctricos»). Una experiencia que aísla, volviendo a los orígenes, y quiere sanar.
Susana López es compositora experimental y artista visual. Ha publicado dos discos autoeditados; Megalitomanía (2014) y Vortex (2011) y diversos recopilatorios. Ha realizado el artwork, vídeos, visuales e iluminación escénica para Schwarz, Artificiero, Farniente, Mist, Second, El columpio asesino, Ross, Thomas Bey William Bailey y para el Festival internacional de cine, IBAFF. Junto con Ana Gómez, forma parte de Listas Futuristas, unas «brujas sonoras» amantes de la improvisación experimental, el drone, el noise y el dark ambient. Ha coordinado el SONM, la Fonoteca de Música Experimental y Arte Sonoro, y desarrollado su archivo (SONMARCHIVE), establecido por Francisco López en 2010 en Murcia. Y aunque la lista sigue, ahí nos paramos: estamos ante una de las responsables de uno de los proyectos más ambiciosos, originales y preciosistas de la región, y por ello, mal entendido y menospreciado (en cuanto a instituciones se refiere).
Precisamente la Fonoteca de música experimental y arte sonoro (SONM) recoge más de 9000 referencias en diferentes formatos, provenientes de artistas de más de 17 países diferentes «abarcando todo tipo de estéticas, movimientos, épocas, compañías editoras y manifestaciones sonoras: música electrónica, concreta, industrial, ruidismo, minimal, improvisación, paisajes sonoros o avant-garde». Una auténtica joya en la que López no sólo contribuyó a construir y cuidar, sino en la que aportó el sello personal en forma de reconocimiento de la mujer artista en esta disciplina tan escondida.
Así lo recoge en el área de su blog dedicado a «Women in experimental music«, donde López hace referencia al gran número de compositoras experimentales que eran totalmente desconocidas para el gran público. «Las primeras que compartí fue Eliane Radigue y Delia Derbyshire en el fanzine Mujeres con pajarita (2011). Después llegó el turno de Ani Zinc (Diseño Corbusier), Pauline Oliveros, Laurie Spieguel…», creando así un texto-homenaje concebido «como “timeline”, para que se apreciara claramente la existencia de mujeres con inquietudes musicales desde los orígenes, y no como una moda del momento.» Gracias a esa investigación podemos saber más no solo de Nad Spiro, sino de Radigue, Oram o Brouk. Una joya que demuestra que la creación permanece si la historia te recuerda.
Hoy, cumplimos el sueño de tener en nuestro archivo personal de entrevistas a una de las artistas más inclasificables de la región, referente en caminar por el wild side de la cotidiana realidad rectilínea. Aquí hay ruido, destellos, y ganas de encontrar vías de escape alternativas. No te vas a arrepentir de conocerla:
Acabamos de repasar -¡brevemente!- algunos tus proyectos, y podríamos decir que todos tienen en común ese «salirse de los caminos establecidos», el elegir los retazos sonoros y visuales más alejados de lo convencional. ¿En qué momento notas que necesitas algo más por parte de la música y el diseño tradicional? ¿Cómo empiezas a investigar en estas disciplinas?
En realidad ya desde los 15 años sentía un atracción especial por “salirme de los caminos establecidos” y de lo políticamente correcto, me gustaban Nina Hagen, Anne Clark, Bauhaus, … y me escapaba para ir a conciertos oscuros, industriales o de punk, recuerdo haber visto a grupos como Nitzer Ebb o Alien Sex Fiend.
Aunque ya empecé a experimentar y buscar el lado oscuro cuando estudiaba en la Escuela de Arte, desarrollé mi investigación en los márgenes del arte a partir de 2009, cuando inicié mi trabajo en la Fonoteca de Música Experimental y Arte Sonoro. Digitalizando el archivo me encontré con 7.000 artistas que formaban parte de un movimiento planetario antisistema, con una afirmación permanente del derecho a la diferencia.
Allí descubrí también un gran número de compositoras experimentales, como Eliane Radigue, Laurie Spiegel o Pauline Oliveros, que eran poco conocidas para el gran público, sentí la necesidad de reclamarlas y de mostrar otras opciones de realización personal. Mi búsqueda artística es el resultado de mi oposición a la colectividad en la que vivo, es una forma de estar en contra de la sociedad establecida, de hacer ver que hay otras formas de estar en el mundo, aunque no sean aceptadas por la mayoría.
Eliane Radigue
Actualmente podemos visitar tu último trabajo,»Transforming Landscapes», en Puertas de Castilla. ¿Cuál fue el punto de origen de esta exposición y su proceso creativo? ¿Qué sinergia has encontrado con Eduardo Balanza para desarrollarla?
En realidad esta exposición es fruto de varios años de intercambio artístico con Eduardo, cuando yo trabajaba en la Fonoteca de Música Experimental realizó una residencia conmigo en 2014, durante un mes conoció en profundidad libros, sonidos y artistas protagonistas del arte no reglamentario.
En 2016 me llamó para participar en Frente Electrónico Unido, acciones sonoras que realizaba en el marco de su exposición Maestros, hicimos una performance en la que yo tocaba en directo mientras él hacía una intervención gráfica sobre una imagen de Laurie Spiegel.
Nuestra segunda colaboración fue una instalación audiovisual que realizamos el pasado verano en Noruega, me llamó para realizar una composición para Destroying Landscapes, una exposición de fotografía que él iba a realizar allí, pero el paisaje y la experiencia fueron tan inspiradores que terminamos haciendo una instalación con vídeo y sonido.
Transforming Landscapes, es nuestra tercera colaboración y, aunque tiene su origen en la anterior de Noruega, es una instalación creada específicamente para el Centro Puertas de Castilla, fueron dos semanas intensas de trabajo, para ello realizamos multitud de grabaciones de sonidos e imágenes procedentes del entorno natural que posteriormente transformamos y dimos una nueva forma para crear un bosque sonoro y visual artificial.
La música es uno de los pilares de tu obra, sobre todo en el terreno experimental. ¿Cómo llegaste a este género?
Me interesó la música experimental porque no está reglada por ningún mecanismo externo, como una partitura, por ejemplo. En el entorno experimental se rechaza mayoritariamente el culto al compositor, a la reglas en la música y a los modelos de normas de composición.
En los circuitos de música experimental son comunes la iniciativas de autopublicación. Muchos músicos son productores y consumidores: distribuyen la música de otros, organizan conciertos y escriben sobre ello. Se trata de asumir el control de la producción del sonido.
Esta escena representa un movimiento unificador dentro de la comunidad de creadores independientes y se sitúa al margen de países, idiomas, partidos políticos o creencias religiosas.
¿Y hay respuesta real del público hacia este?
El problema de la música experimental es su invisibilidad porque cuando la gente la descubre, conoce a sus creadores o disfruta de sus directos nada convencionales, siempre se sorprende por no haberla conocido antes y la reclaman dentro de los estudios reglados. En la Fonoteca realizaba audiciones para los alumnos de Bellas Artes y siempre, después de las sesiones, se acercaban personas comentando que habían encontrado su camino artístico y me pedían más información para profundizar en la materia.
Has participado en festivales dentro y fuera del país, ¿qué ha sido lo que más te ha llamado la atención de cómo tratan esta disciplina más allá de nuestra fronteras-regionales, incluso-?
La diferencia principal con nuestro país es que fuera hay ayudas institucionales para este tipo de disciplinas, lo entienden como una forma de desarrollo artístico que potencia la capacidad crítica y creativa. En nuestro país, actualmente, este tipo de conciertos y actividades se están haciendo desde la iniciativa privada (como Samhaim, Música Dispersa, Morada Sónica, …) las instituciones dejaron de apoyar estas manifestaciones artísticas porque no son populares, no dan votos y hacen pensar. El ejemplo más claro lo tienes en Murcia, la Fonoteca ha sido pionera en España con un archivo sonoro online, conciertos, seminarios, … y después de diez años de trabajo, el Ayuntamiento de Murcia la ha cerrado porque dice que no hay presupuesto, prefiere destinar su dinero, por ejemplo, en un nuevo manto para la conmemoración del aniversario de la Virgen de la Fuensanta.
También has podido ofrecer en vivo obras de audiovisuales para bandas e iluminación. ¿Cómo es ese proceso al trabajar con los grupos y sobre todo, el momento de llevar ese tipo de arte al directo?
Para mí el sonido y la imágenes en movimiento son indisociables. Desde mis inicios experimento con el sonido y la luz, explorando cómo estos materiales intangibles pueden actuar como catalizadores enfocando nuestra conciencia y alterando nuestra percepción.
Hace veinte años que creo visuales en directo y vídeos para música experimental. Comencé realizando proyecciones en conciertos de Schwarz, pintadas directamente sobre acetato, ahora creo visuales en tiempo real a partir de grabaciones propias que manipulo en directo dependiendo de la dinámica del sonido.
El directo visual siempre es diferente dependiendo del espacio y del músico al que estás acompañando. Hay espacios como el Festival Keroxen (Tenerife) que realzan tu trabajo y es lo más parecido a dar una vuelta por la galaxia, pero cuando hago proyecciones en lugares pequeños y oscuros como cavernas, también los disfruto por ese acercamiento a las profundidades internas del ser, es más fácil crear un mundo fantástico en el que perderse, que al final es lo que busco, crear una nueva realidad, una puerta de acceso a nuestros mundos interiores, de experiencia y reflexión.
López como Listas Futuristas. Pic: Pilar Morales
Samhaim, la Fonoteca… en Murcia siempre ha habido un interés por el arte sonoro y lo experimental, ¿sientes que hay un repunte de artistas y público que lo demandan? Tras tu comisariado en la Fonoteca, ¿notaste que hubo/ hay una «escena» experimental en Murcia?
Absolutamente, siempre ha habido un interés por estas disciplinas y aunque van destinadas a un público muy minoritario, existe y hay demanda. Cuando empezamos con los conciertos de “Experimentadores en la Fonoteca” en 2010, siempre había público, poco, pero como en todas las ciudades. En Madrid, Valencia o Berlín también es una escena minoritaria.
La Fonoteca fue el germen y punto de encuentro de la escena experimental que hay ahora en Murcia, ejemplo de ello son los artistas que pasaron por allí, como Úrsula Bravo y Pablo Jordán, que organizan Samhaim, además de tener sus proyectos musicales en solitario.
Otro ejemplo es AADK Sonora, que coordina Selu Herraiz en el Centro Negra en Blanca, ha tomado el relevo de las actividades que se realizaban en la Fonoteca y están desarrollando talleres, conciertos y seminarios centrados en la Música Experimental y Arte Sonoro y que tienen gran repercusión internacional. Como el “NO Máster de Arte Sonoro” que está impartiendo el artista sonoro Carlos Suárez.
La Fonoteca (Murcia)
Actualmente, ¿cuál de las diversas disciplinas que trabajas te atrae más? ¿Qué próximos proyectos tienes en mente?
En este momento estoy más interesada en la creación sonora y en la experiencia de compartirla en directo o en instalaciones sonoras, pero sin descuidar la parte visual, porque me ocupo de la escenografía de Artificiero y es una experiencia muy gratificante poner imágenes a su música.
Aunque suelo componer a partir de grabaciones de campo editadas electrónicamente, mezcladas con sintetizadores y multiefectos, ahora estoy fabricando mis propios instrumentos a partir de materiales encontrados, como madera, metal, … inspirados en el músico electroacústico Mesías Maiguashca (que trabajó con Stockhausen) y que conocí en 2013 cuando realicé el Máster de Composición Electroacústica en Madrid.
En cuanto a próximos proyectos, estoy preparando un concierto que haré en diciembre dentro de las actividades de AADK y ultimando la edición de una cassette con el sello Vulture Culture Label de Pablo Jordán.
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«Transforming Landscapes II» ( Eduardo Balanza / Susana López) puede visitarse en Puertas de Castilla hasta el 30 de noviembre de 2018.
Más info: susannalopez.com
facebook.com/suloca1
Pic & pic portada: cedida por Susana López