SER MADRE HOY, por Amor Costa.

Miguel Noguera contaba que, en la librería de unos conocidos grandes almacenes, encontraron su Ser madre hoy (2012) en la sección “Psicología”, después de empezar a buscarlo, naturalmente, en “Maternidad”. Habrán ustedes observado que (¡¿desde entonces?!) la sección Maternidad ocupa cada vez más centímetros de estante y ha saltado a los escaparates de novedades y best seller con la misma energía que antes tuvieron los manuales sobre invertir en bolsa. Con la misma energía y con mucha más controversia.

cabecera2

La famosa cabecera del blog de Luna Miguel

Será el Zeitgeist, será el licor/ serán las luces de esta habitación, pero era inevitable que a la poesía llegaran también -de forma explícita, cuestionadora y no tradicional- estos planteamientos sobre la maternidad, estos que van más allá de cantar al amor, al milagro o al hijo; y que hablan del propio cuerpo desde el punto de vista de una mujer que ha tomado una decisión consciente.

lunami

Luna Miguel

El arrecife de las sirenas de Luna Miguel (La Bella Varsovia)  es una maravillosa faceta que se añade al prisma de la maternidad moderna, que -por supuesto- tiene tantos lados como madres hay. Al contrario de la tradicional idea de que esta experiencia iguala a las mujeres, en este poemario (al menos eso he leído yo) vemos el proceso con toda la singularidad de una historia con sus fechas (“Google calendar me recuerda que estoy ovulando”), con sus temores (“Madre tomaba drogas y teme la esterilidad”) y con sus trampas (Padre sabe que en ocasiones la maternidad/ es un capricho/ un obvio remedio a la muerte o una venganza de vida).

luu

Foto para Vein mag.

En la obra, el deseo de reproducirse es una voluntad muy lúcida, un deseo arrollador que se aborda además en unas circunstancias definidas: con una pareja concreta y deseada, con el miedo constante de la infertilidad y los abortos, con el registro de todos los detalles físicos del proceso. Desde la estría al calostro, en estos poemas no se escatiman las evidencias corporales del parto y el embarazo. Se visibiliza la metamorfosis sin escamotear dolores, pinchazos, marcas y pérdidas; y sin separar tampoco ese proceso de una potentísima realidad amorosa y sexual que suele evaporarse cuando se abordan estos temas.

lu0

Foto para Vein mag.

Desde la fecundación a la lactancia, la madre no deja en ningún momento de ser amante. La imagen de una mujer no desdoblada ni en conflicto de afectos es lo más precioso de este libro. Aquí no hay que repartir el corazón ni el cuerpo porque todo forma parte de la misma experiencia, del mismo amor y de la misma voluntad: dos amantes recorriendo el mundo, pasando las borracheras y el jet lag en hoteles japoneses y buscando un hijo en esas camas temporales como quien busca un tesoro (“cuando nada dé miedo, cuando todo funcione/ diremos con emoción que todo empezó aquí”).

lu1

Foto para Vein mag.

Es emocionante sorprenderse leyendo fragmentos de un poemario tan íntimo como si de una novela de aventuras se tratase. Mirar las pruebas de embarazo a escondidas con la protagonista, llorar lo que no nacerá, esforzarse por retener el semen, ilusionarse con las ecografías que son mensajes en botellas desde el limbo y celebrar el parto como si fuese de tu familia. El nivel de emoción que consigue Luna Miguel en esta búsqueda de su Ulises-bebé es tan alto y tan vivo que al leer el último verso parece que este poemario de apenas 80 páginas fuese el último destino literario del texto de Homero. El paralelismo de ambos textos, con los dos Ulises llegando desde tan lejos para encontrar a sus familias es de las cosas más bonitas que os podéis echar a los ojos.

libros-de-luna-miguel

Algunos libros de Luna Miguel. Cultura Colectiva mag.

En la viñeta de Miguel Noguera que dio título a aquel libro se ve a una madre manca sujetando con la boca el paraguas que no tapa a su hijo. En el texto el posthumorista -o lo que sea que es- dice que eso no es ser madre hoy y que el título es absurdo,  pero a mí la falta de un brazo y la imposibilidad de proteger a los hijos me parece una metáfora de lo más acertada. Creí en su momento que estaba muy bien colocado en la sección de maternidad y creo ahora que el de Luna Miguel también podría enseñar mucho a cualquiera que se lanzase a esa aventura. A mí, que no me lanzo, me ha mostrado tantas cosas que aún estoy asimilando información. A veces el absurdo y la poesía son las únicas maneras de ver claro en medio de tanto tópico.

Por Amor Costa.