Laura Sam (Totana, 1989) se lo permitiríamos todo: que nunca más volviera de ese norte al que se marchó a probar suerte (visto lo visto, con buen fin) y nos dejara huérfanas para siempre de su «amarillo chicharra» en nuestras calles; le permitiríamos que sintiera nostalgia de ese cole de monjas que le arrancó la mala hostia por luchar por otra vida; incluso le permitiríamos que un día, si las fuerzas le flaqueasen, llenara su poesía de intros invasoras/de esas/en las que todo suena/como si Rufían te hablara en la oreja/más intensas/por leerse en punto y aparte. Por fortuna, Sam está muy lejos de necesitar nuestra piedad, porque más que a fin de ciclo, la murciana suena a propulsión desde un talento innato y currado hacia un éxito que no ha hecho más que comenzar.

Laura Sam estudió Bellas Artes y voló becada a Bilbao para crecer desarrollando proyectos como entre otros, el Spoken Word Bilbao. Ha publicado dos libros de poemas, Géiser e Incendiaria, y ahora tenemos un inminente disco junto a Juan Escribano que ya están probando en directo en grandes y pequeños festivales. Después del single “Nadie nada”, en mayo salió “Búnker”, una bofetada a lxs hijxs de la burbuja inmobiliaria, y hace pocas semanas, «Algoritmo«, el manifiesto definitivo a quien sabe que vive en su época pero con clarividencia maldita. Como decía Enrique Rey en su estupenda entrevista para El Salto, «habrá que esperar algunos meses para comprobar si el disco se acerca al trabajo de traperas como Somadamantina o Princess Nokia, o el resto de canciones conservan este estilo que casi bebe de los pasajes declamados por Patti Smith o Lou Reed en sus improvisaciones neoyorkinas, o de algunos grupos de art-rock también americanos como los Minutemen«.

Ahora Sam desembarca en Murcia con varios eventos (el pasado Deslinde en Cartagena, y este viernes y sábado, actuación de spoken word y concierto junto a Juan Escribano en Churra y Beniaján respectivamente) que no te puedes perder si no quieres arrepentirte cuando la hagan jodida pregonera del Bando de Huerta (un poquito de spoken word en la Plaza del Ayuntamiento SE IMAGINAN POR FAVOR). No hay presión posible para quien planta sus tripas en un escenario con sus palabras como arma, y desde las entrañas hablamos hoy con ella en esta entrevista para DareGirl.

Laura Sam y Juan Escribano.

Laura Sam y Juan Escribano.

 Leemos que empezaste en el mundillo del slam como terapia de choque contra el miedo escénico. ¿Cómo se llega de escribir poesía sobre lo más íntimo en una habitación de adolescente a recitar frente una audiencia? 

Es cierto, empecé a subirme a los escenarios porque exponerme ante un público me daba pánico, y decidí que eso tenía que cambiar. Nunca habría imaginado que aquellos primeros textos, algo peregrinos y adolescentes, podrían transformar y, en cierta manera, cambiar mi vida. No sé cómo se llega a eso, supongo que confiando secretamente en lo que haces, escuchándote con atención, siguiendo las señales, echándole valor. Siempre he sentido la necesidad de AVANZAR, con todo lo que este término implica. No puedes avanzar si no eres capaz de enfrentarte a ti, de saber quién eres, no se me ocurre mejor forma de hacerlo que mirando fijamente a los ojos del monstruo.

Y al escribir, ¿cómo sabes cuando una pieza será “literatura” para ser leída o escuchada? 

Es algo que identifico antes de sentarme a escribir el texto. La mayoría de las veces voy armando un guión en mi cabeza durante algunos días, elijo un tema, repaso ideas, observo, apunto, y cuando por fin encuentro el momento de teclear, el texto ya tiene un recorrido y comprendo si tiene posibilidades para llevarlo a lo oral, o si de lo contrario va a permanecer sobre el papel.  Aunque por lo general cuando me enfrento a procesos más largos sé que el poema terminará siendo representado escénicamente. Los poemas que no interpreto, los escritos para ser leídos, proceden de un lugar mucho más cotidiano e inmediato que mis poemas orales.

¿Tienes algún consejo para aquellxs que estén luchando con poner sus ideas por escrito?

Siempre que me han hecho esta pregunta sobre “qué consejo darías..” pienso en la sinceridad y en el autoconocimiento, hay que comprender bien lo que pasa dentro de una para saber expresar también el mundo. Consejo, no soy quién, pero si sirve, eso, conócete, camina hacia ti hasta que no puedas soportarlo, sé sincera, después mira lo que hay fuera, y escríbelo.

"Incendiaria" (FB Laura Sam)

«Incendiaria» (FB Laura Sam)

 En 2019 contaste con Nazareno para llevar el proyecto “Incendiaria” al directo, y ahora ya estás a punto de lanzar disco juntando tus letras con la música de Juan Escribano. ¿Cuánto tiene el proyecto de Laura Sam de individual y colectivo?

El trabajo poético es muy solitario, y el de la palabra hablada más, porque no hay tantos referentes y en mi caso no tengo muchos colegas que se dediquen a esto o con los que poder trabajar, debatir, mejorar (al menos no que vivan cerca de mí o con los que comparta un ecosistema de trabajo). Eso en parte es genial, porque tú tomas todas las decisiones y creativamente en esa soledad la voz y la palabra ofrecen muchísimas posibilidades, sientes que todo está por hacer, que estás loquísima y todo OK, pero al mismo tiempo vives aislada en una especie de burbuja artística en la que no hay sostén, ni manos que indiquen los caminos, ni red sobre la que dejarse caer de vez en cuando.

Por eso la música ha llegado a mi vida como una ola cargada de estímulos, personas, sensibilidades y posibilidades. Trabajar con Juan ha sido muy fácil porque a parte de que él es tranquilíííííííísimo y soporta bien mi nerviosismo 🙂 , compartimos el gusto por la literatura, la música, los sonidos, la naturaleza, las ilusiones, por todo lo que en general, es bello e importante.

Puedo decir que mi proyecto es, por lo tanto, individual y colectivo, no se cierra a lo propio, porque después de un tiempo en las cavernas parlantes empiezo a valorar la importancia de extender la poética de la palabra y la oralidad colaborando con diferentes artistas.

¿Qué te aporta el trabajar con una pareja musical? ¿Cuál es el proceso de creación para lograr acuerdos en una obra tan personal?

El proceso de crear desde dos miradas distintas ha sido muy amable. Juan siempre ha respetado mi hacer frente a las letras, la composición, estructura, etc. Siempre hay alguna cosa en la que no coincides al cien por cien, pero creo que hemos conseguido equilibrarnos bien dialogando, escuchando al otro, y también valorando las opiniones de otras personas profesionales que aunque no están en un plano visible de este proyecto, forman parte de él.

 En tus temas hay de todo salvo distancia neutral con la realidad que nos rodea. ¿Sientes que todas tus piezas deben contener un mensaje de denuncia, o es algo que sale solo? 

No es algo que me plantee. Es una cuestión de personalidad, yo siempre he sido así, si algo me parece injusto lo digo. Pero no lo digo porque creo que haya que decirlo, porque sea lo correcto y haya un compromiso, lo digo porque si no me comen los demonios por dentro.

¿De dónde crees que te viene esa vena más reivindicativa?

Hasta los dieciséis fui a un colegio de monjas, supongo que allí empezó a forjarse mi inconformismo y mi actitud crítica. Había cosas que no comprendía y que nadie podía explicarme. Siempre que era testigo de algún abuso de poder sentía como si me envenenaran y montaba en cólera. Todos los días tenía alguna trifulca por ser una “respondona”. Quisieron  echarme más de una vez pero no podían porque era una empollona rematada. JA!

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 ¿Ha cambiado en la sociedad la forma de tratar el tabú de la salud mental desde que escribiste “Esquizofrenia”?

Se está empezando a dar mucha más visibilidad a nuestra salud mental, básicamente porque nos hemos dado cuenta de que todos enfermamos, todos somos vulnerables, sabemos que cualquier persona es susceptible de caer en los lugares más oscuros de su mente. A día de hoy es difícil encontrar a alguien que no haya experimentado ansiedad, depresión o crisis emocionales de algún tipo. ¿Quién vive felizmente sano físicamente siempre? Tenemos que asumir que la salud de nuestra mente está igual de viva que la de nuestro cuerpo. Necesitamos redes, compromiso institucional, información, integración y apoyo para las personas con problemas de este tipo y también para sus familiares.

Con “Algoritmo” (2021) le dais un repasito a “no-realidad” virtual. ¿Tiene este escenario también una conexión con la salud mental? 

Por supuesto. Estamos completamente enganchados al reconocimiento, buscamos nuestra dosis de aprobación diaria a través de las pantallas, y eso, genera tristeza, ansiedad, inquietud, necesidades autoimpuestas. Me imagino que con la gente más joven debe ser terrible, cuando aún no has desarrollado tu personalidad y necesitas gustar a todo el mundo a cualquier  precio.

En mi caso, intento utilizar las herramientas digitales para volcar y dar a conocer mi trabajo, pero es inevitable que acabe absorbiendo parte de tu intimidad.

¿Qué es lo q más te enfada de convivir con un algoritmo que a la vez acerca y aleja tanto a la gente?

Lo que me enfada es sentir que lo necesito. El algoritmo es inteligente. Sabe que podrías vivir sin él, pero con él a veces tu vida es mucho más fácil, incluso te da oportunidades, te permite avanzar en tu trabajo. Pero al mismo tiempo vive como un fantasma digital chupóptero con sus colmillitos en tu cuello, dispuesto a sacarte todo lo que pueda.

Es inevitable sentirse un avatar, un poco impostora. Es necesario ubicarse de vez en cuando, tomar distancia de lo digital y decir, ey, la realidad no es esto.

Estamos realmente jodidas.

 Si hay algo que nos gusta preguntarles a las artistas que se han hecho un gran nombre es si todavía les quedan ganas de oír hablar de Murcia. Aunque estés más desconectada de estos lares, ¿cuáles serían para ti los personajes y lugares culturales de la región que te han marcado y te marcan (creativa/personalmente) de alguna manera?

Pues aquí me has pillado, es verdad que a ese nivel estoy bien desconectada de mi tierra.

¿Vale Miguel Hernandez? Porque Miguel es la hostia y era casi de Murcia. Venga va, Orihuela es casi Murcia. Me gusta mucho ir a la que era su casa de Orihuela. Cuando ensayaba allí iba siempre que podía. Es uno de esos lugares que debería ser increíblemente turístico, pero va muy poca gente. Es alucinante. Hay un señor sentado en una silla vigilando un poco,  ahí, impasible joder, todo el día en la casa de Miguel Hernández, como si no fuera una cosa increíble. Es un sitio con una energía guapísima. Cuando voy siempre lloriqueo en el patio.

Como lugares me quedo con el campo, cualquier parte del campo, las huertas… Mis padres viven en una casa por La Costera y a mi ese paisaje me vence, no tiene nada, solo una línea horizontal que separa el cielo y la tierra, unos cuantos matorrales secos, unas paleras, conejos corriendo de un sitio a otro; pero me atraviesa estar ahí, conectar con la que era mi vida antes de irme.

Sam en el Bimenet, por @gaizk1984

Sam en el Bimenet, por @gaizk1984

Tu pieza de inspiración murciana recitada en el Instituto Cervantes, «La Voz de los Poetas», fue tal pelotazo viral que hasta puede que López Miras te tenga guardada en favoritos en su grupo de whatssapp de sardineros. A nosotras desde luego sí que nos sacudió un poquito ese síndrome de la impostora que sufre Murcia como región digna de atención artística reivindicando sus raíces. ¿Cómo y por qué creas esta obra?

Demasiado tiempo viviendo lejos de tu tierra, aunque parezca una contradicción, te acerca mucho a ella. Tenía la necesidad de escribir desde un lugar más cercano a Murcia, a Totana, a mi casa, a mis padres, a mi vida y mis recuerdos antes de irme, y de paso, hablar de las cosas que estaban ocurriendo allí. Creo que conseguí lo que quería; contar lo de fuera desde mi propia intimidad, con nostalgia, con tristeza, pero también desde la protesta, dejando claras unas cuantas cosas importantes  y dándoles su voz y su espacio.

Por otra parte reivindico el acento, agarrándome a él, aquel que tenía cuando me fui de casa y que con el paso del tiempo, apenas sin darme cuenta, he ido modificando y alterando para que no me miraran raro. Es curioso porque siempre que cantaba de adolescente, mis letras de rap, tenían siempre un acento neutral, y en los poemas lo mantengo también así, pero a raíz de este poema, me planteo jugar con todas estas posibilidades que me ofrece el habla murciana, el euskera, el castellano más correcto. Nada sobra.

 Aunque estás inmersa en la presentación de vuestro nuevo disco de cara a 2022, seguro que ya tienes proyectos o nuevas ideas que te rondan la cabeza. ¿Cuáles son los próximos retos de Laura Sam?

Sí, sacaremos disco a principios de 2022.

La verdad es que ya ando inquieta proyectando otras cosas, porque claro, al final este disco que está a punto de nacer, se gestó hace ya dos años y medio, quizá algo más. Ahora mismo tengo pendiente terminar un diario de poemas (para ser leídos) que empecé en 2019 y que espero publicar también el año que viene. Escénicamente, voy a empezar a construir algo nuevo desde cero,  poniendo en práctica lo que comentábamos; trabajar desde la palabra pero haciendo extensible esa creación oral hacia el sonido, lo visual, lo performativo, colaborando con otros agentes y generando una experiencia poética que se encuentre en otros lugares. Paralelamente, en lo musical, sigo trabajando y con inquietud de probar muuuuchas cosas. Iremos informando 😉

Laura Sam y Juan Escribano. El Correo.

Laura Sam y Juan Escribano. El Correo.

*Laura Sam on tour en Murcia*
– Viernes 19 : “Arde la palabra”: en Murcia/ Centro Cultural de Churra/ Gratis: reservas en 968 305 186. 
-Sábado 20 : actuación musical junto a Juan Escribano. Auditorio de Beniaján: 6 euros.