En Daregirl seguimos hablando del arte urbano hecho por mujeres que podemos ver, de forma permanente, en la ciudad de Murcia. En esta ocasión fijamos la mirada en la artista británica PANG, cuya obra de 16 metros la podemos encontrar en la Plaza Sardoy, junto al emblemático bar El Ladrillo.
Lo primero que nos sorprende al ver un mural de PANG es encontrar una obra tan solemne en plena calle y es que su estilo puede ser clásico, casi barroco, y algunos de sus últimos trabajos corresponden a retratos de maestros clásicos del arte, en esta ocasión de Caravaggio.
Fipsi Seilern, conocida como PANG en su faceta urbana, es una artista con una larga trayectoria y una interesante gama de estilos y medios. Se formó en el prestigioso taller Charles Cecil de Florencia, donde durante cuatro años aprendió las técnicas y métodos de la pintura clásica y del retrato. A través del perfeccionamiento de su enfoque desde las Bellas Artes e influida por la pintura clásica europea, podemos apreciar su aprendizaje en algunas de sus obras de estudio.
A su regreso a Inglaterra, Seilern continuó desarrollando su trabajo al óleo a la vez que se adentraba en el arte urbano, integrando retratos de maestros clásicos en sus murales y enlazando de esta manera el mundo clásico con el urbano.
PANG basa sus creaciones urbanas en la combinación de sus dos estilos principales, el realismo y la ilustración y los fusiona en un estilo global no exento de ironía, mediante el uso de sus curiosos Miniature Assholes, esas figuras ilustradas con sombrero cowboy que aparecen destruyendo sus murales.
Artista concienciada y comprometida con diversas causas, su trabajo de estudio protesta contra los incontestables sistemas de poder dentro de la sociedad utilizando rituales religiosos y queer como parte fundamental de su estudio. En su faceta urbana, PANG ha colaborado creando murales por la paz; por las heroínas ignoradas por la historia, coincidiendo con la conmemoración por el centenario del voto femenino en Inglaterra y en apoyo a los refugiados sirios.
La mayoría de sus murales los podemos encontrar en Londres, aunque también ha pintado en espacios públicos en Roma, Lisboa, París, Viena, Palermo, Marrakech, Ibiza, Sevilla, Bristol y Poznan. Hoy, charlamos con ella:
Eres una de las artistas que ayudaron a embellecer la ciudad. ¿Cómo fue la experiencia?
Muchas gracias. Disfruté inmensamente mi estancia en Murcia. Conocía gente estupenda. Todo el mundo era maravilloso, hospitalario y divertido y me encantó practicar español. Solía comer en la plaza cercana a mi hotel antes de ir a pintar, siempre empezaba con las deliciosas marineras. Me encantó el tiempo que pasé en Murcia. Lo recuerdo con mucha frecuencia. Tal vez por las restricciones por la pandemia, mi mente a veces recuerda esos momentos fuera del paisaje gris de Londres…
¿Existe alguna relación entre tu obra como Fipsi Seilern y los murales que creas como PANG? ¿Influye la una a la otra? En relación con los temas, materiales, técnicas…
Definitivamente existe relación. La mayoría de mi trabajo en estudio contiene elementos que aparecen en los murales. En el estudio también pinto retratos y estos normalmente los pinto fuera en un mural, aunque en lugar de usar óleos, utilizo pintura en espray, que es un material maravilloso. Tal vez pienso de forma un poco diferente cuando estoy en la calle frente a un gran muro en blanco, porque está claro que el ambiente es tan diferente… pero esencialmente, la pared es como un gran lienzo.
¿Qué te da el arte urbano que no te dé el trabajo en estudio?
¡Aire fresco! Nervios, pintura en espray tóxica, manos muy sucias, agotamiento al final del día, conocer a mucha gente, más aventura….
¿Cuáles son las diferentes etapas de tu proyecto creativo?
Normalmente no suelo hacer bocetos, pero esto depende totalmente del proyecto. Si alguien me ofrece una pared y total libertad creativa, reflejaría ese “humor” en el arte y en los colores. También dependería de la superficie de la pared, la localización y los materiales que tenga. Aunque siempre considero que la primera versión de la idea es la mejor, y hacer bocetos arruinaría este sentimiento. Cuando copio de un boceto, intento reproducir la idea original y esto puede resultar forzado.
¿Qué temáticas sueles trabajar? ¿Sueles tener alguna idea en mente cuando comienzas el trabajo y te vienen a la mente una vez que ves el muro donde vas a trabajar?
Definitivamente tengo motivos repetitivos que suelen aparecer en mi trabajo: cabezas, piernas, tatuajes, sombreros de cowboys, ceniceros, pipas y cosas así. Algunas veces hago copias de retratos de maestros antiguos y añado a los pequeños cowboys que van a estropear la pieza; es una manera de permitir que las dos formas de arte se comuniquen e interactúen.
Los “Miniature Assholes” (como ella denomina a los pequeños cowboys que aparecen en sus murales), son siempre masculinos y aportan un toque cómico a tu trabajo. ¿Tiene este guiño alguna connotación feminista?
Nunca he pensado sobre el género del cowboy de forma compleja o simbólica. Tal vez simplemente porque los cowboys suelen ser representados como hombres, el mío es igual, aunque nunca le vemos la cara.
¿Consideras el mundo del arte urbano masculino? ¿Por qué crees que no hay muchas mujeres famosas?
El mundo del arte urbano está dominado por hombres. creo que esto es porque cuando empezó, el mundo del arte todavía seguía dominado por hombres, pero las cosas están cambiando muy rápido y hay muchísimas mujeres famosas que pintan increíbles murales y ellas contribuirán a que esto siga creciendo.
¿Tiene algo que ver con el hecho de que hayas elegido un nombre neutro?
El nombre “PANG” es la última parte de mi apellido “Aspang”, el cual suelo ignorar porque con un apellido tengo bastante…
¿Qué opinas sobre la evolución del arte urbano que ha pasado de ser un tipo de arte vandálico, con cierta libertad creativa, a convertirse en una acción performativa permitida por los gobiernos?
Creo que es una parte inevitable del panorama cambiante de gentrificación, el movimiento del momento y la mercantilización de las nuevas formas de arte. Está claro que Banksy jugó un papel importante en este cambio. Es probable que fuera lo que me hizo que me adentrara a este mundo. El arte urbano comenzó en los años 80 como un tipo de arte de guerrilla dentro de la escena urbana y era una forma de protesta contra el sistema por parte de los artistas que no querían depender de los museos para exponer su trabajo. Los grafiteros y sus equipos preferían arriesgarse y exponer sus tags en trenes y edificios altos.
¿Has producido muchos murales sin autorización? ¿Hay alguna diferencia en el resultado?
Sí, cuando empecé no conocía a nadie y la única forma de pintar era sin autorización. Pero en realidad no eran murales, más bien, pequeños dibujos en edificios por Londres donde ya había mucho arte y grafiti cubriendo los exteriores. Una vez me pillaron y me pusieron una multa de 50 libras.
¿En qué estás trabajando en la actualidad? ¿Cuáles son tus planes para un futuro inmediato?
Estoy terminando un máster en Bellas Artes, en City and Guilds, una magnífica escuela de arte en Londres. Estoy trabajando en mi obra final, que es un enorme tríptico de madera inspirado en El Bosco y en las connotaciones religiosas sobre el juicio, el cielo y el infierno, utilizando óleo, guache y acrílico. Recientemente he estado pintado en lienzos a gran escala, hasta de tres metros, utilizando técnicas mixtas, como pintura en espray, lápices, tinta, acrílica y guache. Algunos de estos materiales son bastante nuevos para mí. Este año continuaré trabajando en murales desde mi nuevo estudio, que es una iglesia convertida—un lugar increíble. También me encantaría comisariar una exposición, así que tal vez, cuando se levanten las restricciones por la pandemia, centraré algo de energía en comisariar una exposición colectiva de algún tipo. También estoy escribiendo mi primer guion. Siempre he estado interesada en escribir y filmar, y parte de mi trabajo ha estado inspirado por Jan Svankmajer, el increíble realizador de la República Checa. Me encantaría hacer películas.