«Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran a sí mismas siendo miradas. Las mujeres encuentran constantemente miradas que actúan como espejos, recordándoles qué aspecto tienen o deberían tener». Con estas líneas de John Berger presenta Aíta Salinas su obra en «Soledades Sonoras«, la exposición colectiva dentro del ciclo «Somos Grrrl«, dedicado a mujeres creadoras de Murcia dentro del festival WAM. Ayer ya os contábamos que esta edición de un renovado SOS 4.8 (nueva dirección y nuevo ambiente, como dicen en las cuñas de radio de los bares de carretera) pretende dar un valor añadido apostando por las actividades paralelas a los conciertos del fin de semana, y sin duda es de lo que más está gustando en esta casa. Documentales, expos, acústicos por locales de la ciudad, hacen del festival algo más grande y nos acerca al espíritu de otros grandes nacionales que defienden incluir a la ciudad como atractivo festivalero, véase el Purple Weekend o el Go Sinner Go. Así, esta muestra de artistas, «Soledades Sonoras», dio el martes el pistoletazo de salida al WAM con una concurrida inauguración y la fantástica Marina te lo pincha a los platos. Hoy tenemos la suerte de entrevistar a una de las participantes de esta muestra, Aíta Salinas, que hoy nos habla de su obra, de las mujeres que la acompañan en esta y de futuros e interesantes proyectos.
La inauguración. Fotos de Diego Garnés.
Aíta Salinas (Murcia, 1986) estudió Bellas Artes y se especializó en Gestión Cultural. Cuando contaron con ella para formar parte de esta exposición, comisariada por Marian Calero, dueña y directora de LOFT 113 (el espacio que alberga el evento), se fijó en las líneas que Héctor Tarancón había escrito para el texto de la exposición y «con quien nos saltamos las reglas de las feminidad… a través del retrato, el documentalismo o el apropiacionismo, las obras de esta muestra desvelan encuentros directos con la realidad grisácea, solitaria y orgánica que nos rodea». «Observo que la figura de la mujer, la presencia y la ausencia, la sombra y la rareza son las palabras clave que nos únen tanto como nos separan. Todas somos descubridoras, creadoras y estamos totalmente arraigadas al pequeño gran mundo del arte murciano«, defiende Salinas como hilo conductor de la muestra. Su colaboración en la exposición fue más allá de la presentación de su obra: también ella influiría en las artistas elegidas. «Marian Calero se puso en contacto conmigo al conocer el proyecto que se proponía desde la dirección de WAM, y rápidamente comencé a pensar en las fotógrafas murcianas a las que me gustaría conocer y con las que siempre había pensado que sería interesante compartir paredes.» ¿Quiénes son ellas?
Aita Salinas, a la derecha, en la inauguración.
«Tatiana Abellán fue profesora mía en la facultad de Bellas Artes, aunque nunca la había conocido personalmente, así que decidí contactar con ella ya que venía algún tiempo siguiendo su trabajo. Imágenes que desaparecen con el paso de los días… ¡qué interesante! Aporta un gran contenido a la exposición, más allá de las relaciones personales y lo profundo de la fotografía de autor«.
«La Sombra del Fotógrafo», de Tatiana Abellán.
«Mar Sáez es sin embargo una documentalista de las relaciones personales, historias que llegan hasta el fondo, que descubren lo real y nos trasladan a las entrañas de los propi@sretratad@s, un modelo a seguir, desde luego«.
«Vera y Victoria», de Mar Sáez.
«Mercedes Abellán, ni hermana ni familia de Tatiana, pero sí la mía… ya que hemos creado, gestionado, expuesto y trabajado en torno a la fotografía desde que coincidimos en la facultad de Bellas Artes, muchos proyectos nos únen y un largo futuro nos espera, colectivo Itínere sigue vivo. Qué decir que su obra es clave en la exposición, la presencia y la ausencia, los espacios vacíos y deshabitados con esa toque bizarro de nuestra cultura murciana«.
Foto de Mercedes Abellán
«Julia Lomo, la incansable fotógrafa, esa para mi desconocida que seguía cada día en redes sociales y siempre me preguntaba qué tipo de batidos energéticos debía tomar para producir tantos retratos maravillosos. Sensibilidad por el cuerpo de la mujer, gusto compositivo y algo curioso…nunca había visto expuestas sus fotografías, me encantaba la idea de que se iniciara en el mundo de la exhibición física y no virtual«.
Foto de Julia Lomo. «Kitsugi».
«Y por último Cristina Ayuso, un gran descubrimiento que Marian Calero me ha hecho, trabaja el cuero simulando la piel humana, canicas que simulan ser pelo…nos traslada a un mundo oníricolleno de personajes arrugados y extravagantes.»
Cristina Ayuso preparando su instalación. Foto de Marian Calero.
Lo que se saca de este «Soledades Sonoras» es fruto de un gran trabajo colaborativo. «Realizar un proyecto de cualquier dimensión, compartir decisiones, decidir la obra, montar la exposición, negociar y un largo etcétera siempre es una gran experiencia, aprender de l@scompañer@sy vivir la realidad de la gestión me parece más que un año de carrera y un trabajo para siempre«. Sin embargo, Salinas no está tan segura de que un espacio propio dedicado solamente a autoras sea realmente necesario en este tipo de festivales. «Creo que tiene que haber un equilibrio a la hora de contratar a l@s artistas, sin la necesidad de crear un espacio propio que defina el sexo de l@s autores, si hablamos de igualdad… no lo estamos consiguiendo. No soy partidaria de la discriminación en ninguno de sus sentidos. Tal vez me hubiera gustado más un proyecto colectivo mixto, ya que no entiendo la diferencia entre sexos, la discriminación positiva sigue siendo discriminación de alguna forma. Aún así, personalmente me ha encantado esta experiencia, trabajar con mujeres es siempre un gran placer«.
Foto de Aíta Salinas.
Aíta Salinas presenta su obra dentro de este «Soledades Sonoras» en formato portfolio-documental, titulado «Visible Mujer». «Visible Mujer es un trabajo sobre lo femenino, el rol de mujer femenina, una reflexión sobre la imposición de la feminidad como lo bello y lo correcto, una muestra de un cuerpo que no entiende de género. He elegido exponerlo porque es el tema en el que estoy trabajando, la identidad sexual, sus diversidades y la aceptación de la misma, no solo la aceptación personal si no la de la sociedad, mostrar lo que hay para que no lo veamos como rarezas sino como seres iguales que somos. Efectivamente venía como anillo al dedo, una exposición exclusivamente de mujeres y supuestamente femeninas en la que hay una crítica a este rol impuesto«.
Foto de Aíta Salinas
Salinas, inmersa en diferentes proyectos y colectivos donde la fotografía es la protagonista, defiende su pasión por esta disciplina. «No entiendo la vida sin hacer fotos, desde pequeña he tenido muy cerca la fotografía y el arte, siempre los he utilizado para comprender, para evadirme, para expresar lo que siento y lo que otros sienten, sus problemas y sus vidas. Me encanta entrometerme y ser un acueducto por el que expresar adversidades o sentimientos. Me interesan las personas, comunicarme, ayudar y empatizar con sus situaciones emocionales, mostrarlas al mundo e inculcar la tolerancia. La fotografía me aporta fuerza para conseguir mis objetivos, también me aporta seguridad, valor y libertad«.
Una de las imágenes de la expo «A menos de mil pies» del Colectivo Itínere. 2014.
Su trabajo y su día a día se relaciona intrínsecamente con estas ideas. No solo a nivel cultural, sino también social. «Actualmente trabajo en el Centro Cultural de Santiago y Zaraiche y también en el de El Ranero como auxiliar de coordinación. La Animación Sociocultural es otro mundo, estoy enamorada de los barrios, sus gentes y sus tradiciones. Poder crear conexiones entre el mundo de la Gestión Cultural y la Animación Sociocultural es un auténtico lujo, comprender la arquitectura de la Cultura, generarla, proyectar tus experiencias e inventar actividades para mejorar la vida de los demás. Por otra parte me satisface poder ofrecer los trabajos de todos los creadores que están luchando por vivir de su trabajo, lo que han estudiado y por lo que viven». A nivel artístico, continúa echando fotos a todo aquello que ve y promete volver sobre el tema de las «nuevas identidades sexuales». Además, promete que pronto sabremos más del Colectivo Itínere. «Colectivo Itínere sigue vivo, Mercedes Abellán y yo seguimos trabajando para que siga adelante. Esta exposición nos ha dado un gran impulso para sacar proyectos que teníamos enterrados y ponernos manos a la obra. Hago un llamamiento a los fotógrafos que nos conozcan o que no nos conozcan, que tengan proyectos en la cabeza, hagámoslos realidad». Con esta energía propia de quien sabe que el arte es su vida, estamos seguras de que sabremos más de esta artista y sus brillantes proyectos próximamente. Mientras, podéis visitar la exposición «Soledades Sonoras» en LOFT 113 de Murcia hasta mañana viernes 5 de mayo.