Dicen que el 2016 ha sido un año de mierda. Estamos muy de acuerdo, y tampoco, pero lo que es seguro es que el arte nos puede ayudar a odiarlo un poco menos. Esta semana repasamos lo mejor de este año funesto en lo social y grandioso en lo cultural en unas listas que no importan a nadie y que no siguen ningún baremo de crítica o público, solo el de unas canciones, unos libros y unos artistas que nos hicieron sentir algo durante este 2016 que termina y que no queremos ver nunca más. Porque aunque suene a rezo mrwonderfulesco, lo mejor debe estar por venir. ¿Quieres conocer las cinco canciones que nos han removido las tripas este año?

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5) ALONDRA BENTLEY: «WHAT WILL YOU DREAM»

Comenzamos con un disco que se editó en 2015. ¿Veis como hacemos lo que nos sale del mismísimo? Y es que aunque el último álbum de Alondra Bentley, nuestro orgullo murciano junto con Lidia Damunt, se publicara en noviembre del pasado año, es en este 2016 cuando lo hemos disfrutado, escuchado hasta la saciedad y dejado acomodarse en nuestro patatil corazón. La explosión llegó este mes de febrero en su concierto en el Teatro Circo: las distancias cortas son la especialidad de Bentley, y aunque en este fantástico escenario pudo desarrollar los nuevos sonidos de «Resolutions«, su voz desnuda es lo que nos sigue emocionando. Revisitamos la entrevista que nos concedió con motivo de este evento y nos atrevemos a decir que Bentley ha abierto la puerta de algo muy grande.

4) SHARON JONES: «STRANGER TO MY HAPPINESS».

Nos has jodido bien, 2016. Bowie, Cohen, Frey, Prince, Anderson, Santonja, La Veneno… y Sharon Jones. El mundo de la música ha sufrido grandes bajas este año, y la cantante estadounidense se unía a esta cruel lista el 18 de noviembre a causa de un cáncer contra el que luchaban hace años. Reina del gospel, soul y funk, su etapa con los Dap-Kings nos conmovió e hizo mover las caderas a partes iguales. «Stranger to my happiness» fue una de sus últimas canciones grabadas: una suerte de fiesta eterna que siempre nos recordará la grandeza de esta artista. Que el groove te acompañe.

3) PJ HARVEY: «THE COMMUNITY OF HOPE».

Cuando se lanzó el último disco de PJ Harvey, «The Hope Six Demolition Project» (2016) todo el mundo se apresuró en decir que no era el mejor de su carrera. Como si alguien lo hubiera pedido. PJ Harvey siempre había estado a un nivel superior, y no, no habrá otro «Is this desire?», ni siquiera otro «Let England Shake». Pero «The Hope…» ahondaba en otro concepto más allá de lo musical, era literatura, era crítica social, era puesta en escena y teatralidad: como siempre, Harvey saliéndose de la norma. Y verla en directo este año desde lo alto de la colina del Parque da Cidade de Oporto solo engrosó el encantamiento que tenía sobre nosotras desde hace años. Era un acto litúrgico que la artista controlaba como suma sacerdotisa. Y en ella sí creemos.

2) ANGEL OLSEN: «SHUT UP KISS ME».

Si tenemos que elegir la canción de amor definitiva de este año, Angel Olsen se lleva el gato al agua. Como te comentábamos en la reseña de octubre, el álbum de 2016 de la artista de Missouri nos había hecho pupita, pero de la buena. «My Woman» (2016) engloba no solo un disco sólido en cuanto a canciones y letras donde la mujer es la absoluta protagonista, sino una filosofía de trabajo en la que la propia artista toma el control de su obra. Sentimiento y base para un futuro prometedor.

1)KATE TEMPEST: «EUROPE IS LOST».

Se nos ha visto el plumero durante el año: la Tempest ha sido nuestra debilidad desde que la oímos recitar los primeros versos del «Hold you own«, algo que ya expresamos en nuestra reseña de octubre. Este año, con «Let Them Eat Chaos» la cosa se ha puesto seria. Si decíamos que el último trabajo de PJ Harvey era más político que nunca y mira a lo global, esta vez Kate Tempest se queda en casa para echarnos las miserias de Europa a la cara. Es joven y sabe lo que dice, es blanca y rapea, es poesía y es canción. Nos gusta, y mucho.

¿Y qué más? Sin número se nos quedan los trabajos mainstream de las hermanas Knowles, Beyoncé y Solange, en estado de gracia este 2016, momento fan cumplido con La Luz en el Fuzzville, y todas aquellas bandas locales con las que hemos gozado en las decenas de conciertos pateados o a la espera de tenerlas cerca (Tumefactum, Fuêgo, Fera, Sabotaje, Nueva Generación, BALA). No cabe la música que nos emociona en cinco casillas, ni ese es su orden en nuestro corazón. Así lo seguiremos haciendo en el 2017.