Cuando hablamos de pioneras, pocas veces tenemos la oportunidad de volver a ver en acción a aquellas que más que abrirnos puertas a las que llegamos después, las reventaron de una patada. Esa era la actitud si querías hacerte hueco en una movida tan underground y emocionante, pero también cerrada y algo machista, como la que se gestaba en Vigo en los 80. Allí un grupo de amigas se hace una pregunta: «Si ellos pueden, ¿por qué nosotras no?». Chus Taboada (cantante, letrista), Marisé Izquierdo (teclados), Eva Izquierdo (guitarra), Viví (bajo) y Elena (batería) fundan Voces de Ultratumba, un proyecto donde el post punk, la dark wave y una imagen y performatividad propias serían su sello distintivo. ¿Que cómo es posible que un grupazo de ese calibre no aparezca en las decenas de especiales, Cachitos o docus de la época? ¡Ay amiga, con la industria -y un público aún primitivo- habían topado! Una propuesta tan radical sufrió demasiados obstáculos para seguir creciendo y Voces de Ultratumba desaparecieron… hasta ahora.
Maritxu Alonso, investigadora que lleva años reivindicando el valor de artistas underground, estudió y celebró el trabajo de Taboada con el fotolibro «Unha vida de ultra tumba», y consiguió avivar la llama con lo que empezó en una expo y terminó en un encuentro grupal. Hoy ya podemos anunciar que 35 años después, Voces de Ultratumba, la primera banda punk gallega formada íntegramente por mujeres, regresa a los escenarios el 23 de septiembre de 2022. Y lo hace con tres de sus componentes originales (Chus, Marisé y Eva) junto a dos nuevas incorporaciones, la propia Alonso y Nurtuk. Gracias a la colaboración de Uterzine hemos podido entrevistarlas para que nos cuenten cómo se sienten ante tanta expectación, qué se cocía en aquellos años de movida y cuál es el futuro de las Ultratumba.
¿Cómo os empieza a interesar este estilo de música en particular y cómo es el salto a coger los instrumentos y escribir vuestras propias canciones? ¿Os sentíais unas “bichas raras” dentro de esa agitada escena gallega?
MARISÉ: Chus y yo nos hicimos amigas y empezamos a andar con gente que estaba en un ambiente creativo, decidiendo más tarde formar el fanzine Escupe con Rafa y Fran. Nos movíamos por los locales de la movida, que entonces estaba empezando, y tanto Chus –que estaba con Rosa de Aerolíneas Federales en clase– y yo –que tenía cerca a Bernardo de la banda madrileña Los Refrescos o a Teo Cardalda de Golpes Bajos–, pues nos metimos de lleno en ese mundo. En ese Vigo del momento la gente se vestía dependiendo de la música que te gustaba: había rockers, heavys, modernos… Parálisis Permanente nos unió a Chus y a mí, así fue como comenzamos.
Yo en esos momentos tocaba porque estaba estudiando en el conservatorio. La música era mi refugio para todo, entonces, sabiendo que Chus se animaba a cantar y que podíamos convencer a mi hermana [Eva] para tocar la guitarra, pusimos en la sección “Frivolidades varias” del primer fanzine Escupe un anuncio que, entre todos los cotilleos varios, decía: “En Vigo hay un grupo exclusivamente femenino”. La gente empezó a comentarlo, la idea se hizo cada vez más clara y acabamos tocando en la presentación de un número. Una banda de chicas en esa época… era difícil. Chicas había, no obstante, distribuidas en varias agrupaciones, aunque nosotras fuimos pioneras en juntarnos. En Vigo había dos categorías de bandas: los importantes y los que no lo éramos, y casualmente, en los que no lo éramos, había chicas. Eso sí, era dificilísimo buscar una que quisiera y pudiera tocar, y que se quedase en el grupo, por eso pasaron muchas por nuestras filas. Sin embargo, Chus y yo teníamos muy claras nuestras ideas desde el principio: sabíamos lo que nos gustaba y lo que queríamos hacer, y que si queríamos conseguir algo había que luchar por ello; y de hecho, fue lo que hicimos.
EVA: Este estilo de música en particular más bien era la onda siniestra de Marisé y Chus, a mí me gustaba pero tampoco era fan total. Ellas fueron un poco más fundadoras del grupo que yo, aunque estuve desde el principio, pero ellas decidieron más esa historia. Nada más comenzar nos pusimos a hacer nuestras canciones y nos interesaba más hacer nuestra propia música que interpretar la de otras personas.
Yo sí que me sentía una bicha rara, a mí me preguntaban a menudo que cómo una mujer podía tocar la batería y me llegaron a llamar “hembra baterista” en alguna prueba de sonido; cuestión que me mosqueó bastante porque me podían llamar “Eva” o “baterista”, pero no “hembra baterista”, me parecía una falta de todo. Ahora, haciendo un poco memoria, recuerdo también que cuando fuimos a grabar el disco aquel recopilatorio de bandas gallegas, la gente entraba en el estudio para ver quién era esa chica que tocaba la batería; incluso llegaron a decirme que podían entender que una chica tocara el piano o el violín, pero que la batería era un instrumento de chicos porque se suponía que tenía que usarse fuerza bruta…
CHUS: No hubo ningún «salto» en coger los instrumentos porque nosotras ya habíamos hecho pinitos antes, y en el momento, había mucha efervescencia musical, escuchábamos de todo, nos encantaba Parálisis Permanente y empezamos a ahondar más en la onda siniestra, sobre todo en Bauhaus, Siouxsie and The Banshees y otras bandas de ese calibre. Me refiero a que no es algo que de repente nos giró, sino que fue algo que fluyó y sucedió naturalmente.
Ya nos habéis adelantado algo, pero ¿por qué era tan difícil ser “una banda de chicas” en ese ambiente y esos años? ¿Teníais referentes u os dejasteis guiar por vuestro propio instinto?
CHUS: Yo siempre tuve claro que quería una banda de chicas, siempre quise reivindicar que las mujeres podíamos hacer todo lo que propusiésemos, y en esas estábamos. Nos sentíamos raras porque en Vigo había un estáblisment muy centrado y los modernos eran cuatro. Nosotras estábamos más a la izquierda de ahí y siendo todo chicas, había más controversia, por supuesto.
EVA: Éramos peculiares porque, menos en Desvirgheitors que tocaba una chica [Pili] el bajo, todas las bandas de Vigo estaban compuestas por chicos; tal vez había alguna chica que era cantante pero los instrumentos mayoritariamente los tocaban los chicos.
Yo estuve trabajando varios años en una tienda de música bastante puntera en Vigo que se llamaba Mozart y mis clientes eran hombres siempre. Animaba a las novias también para que se pusieran al instrumento porque estaba cansada de ver ese sexismo de años ha. Era muy rara la mujer que tocara instrumentos, y en ese sentido, no había referentes porque no había chicas que tocaran instrumentos. Posteriormente recuerdo que apareció Sheila E., que era la baterista de Prince, o The Bangles, que era un grupo enteramente femenino, pero en el mundo musical tanto español como de fuera era muy raro.
MARISÉ: No nos sentíamos unos bichos raros porque éramos parte de la movida, aunque podíamos serlo para la gente de la calle porque íbamos vestidas de otra manera, con los pelos cardados, los labios teñidos de negro… pero luego nos metíamos en un local donde la gente se vestía como nosotras, entonces ahí ya no lo éramos. Teníamos amigas que eran músicas y conocíamos a mucha gente diversa como Coral y Rosa [Aerolíneas Federales], Belén [Linda Lamarr] o Pili [Desvirgheitors]. Pero en lo de ser un grupo exclusivamente femenino, cómo explicarlo, tuvimos experiencias de que la gente no acudiera a los conciertos por nuestra música sino por ver si estábamos buenas o porque nos consideraban un boom o algo llamativo porque éramos solo chicas. Nosotras íbamos a nuestra bola y no necesitábamos conocer a nadie que nos quisiera promocionar, ¿sabes? Nos ofrecieron ser más famosas “si hacíamos cosas” y dijimos que no. Lo teníamos muy claro, si los hombres tienen bandas, nosotras también. Si ellos pueden, ¿por qué nosotras no?
Chus fue también la creadora del fanzine “Escupe”, y años después ha sido protagonista del fotolibro “Unha vida de Ultratumba” (2021) de Maritxu Alonso. ¿Qué importancia ha tenido en vuestro universo creativo estas publicaciones y ediciones de cassettes “hazlo tú mismx”, el intercambio de ese tipo de piezas y su forma de crearlas?
EVA: El fanzine Escupe fue una creación de Marisé, Chus y un par de chicos. Era el apogeo de la movida viguesa y entonces la parte cultural estaba en auge, sus números editados hablaban un poco de todo esto y también se curraron otras cosas interesantes como intercambios musicales Vigo y Oporto o entre Vigo y otros sitios de Galicia… El bullicio de aquellos años y las ganas de hacer cosas son para mí muy positivos.
CHUS: Sí, yo recuerdo la energía de esos días y las ganas de crear y absorber música, libros, pintura, fotografía… ¡El fanzine Escupe fue una experiencia vital! Me ayudó a ubicarme en el mundo, a buscar mi identidad. Descubrí gente increíble y me hizo vivir momentos geniales.
MARISÉ: Escupe para nosotras fue súper importante, lo empezamos cuatro estudiantes que éramos colegas, con fotocopias cutres y muchas ganas. Congeniamos muy bien y los números se vendían en Portugal, Santiago, Madrid… El primero se agotó porque la gente quería saber lo que estábamos poniendo y también fue muy importante para la historia de Voces de Ultratumba porque tocamos, hicimos intercambios y organizamos muchas experiencias compaginando nuestro fanzine y nuestra banda. Estábamos rodeadas de artistas, músicos, poetas, peluqueros, diseñadores, decoradores… y todos nos movíamos en los mismos lugares donde socializábamos y nos enriquecíamos unos a otros. Fue una época muy creativa, bonita y divertida en todos los aspectos, unos años maravillosos.
Maritxu y Nuturk sois las nuevas incorporaciones a esta banda de leyenda. ¿Cómo surgió esta colaboración? ¿Qué sentís al formar parte de las Ultratumbas?
NUTURK: Esta colaboración surgió gracias a Maritxu, que hace una labor inmensurable y ultranecesaria dentro del punk para mujeres y disidencias. ¡Ella es la culpable de todo! Ja, ja, ja. Contactó hace años conmigo porque descubrió que yo tocaba en Vulvassur y desde entonces hemos mantenido el contacto en la lejanía. Maritxu invierte mucho tiempo y corazón en dar valor y visibilizarnos… Ella “desempolvó” a las ultratumbas y me propuso unirme aprovechando que me mudaba de Sevilla a Galiza, y porque sabía que mi respuesta iba a ser un “AMONOLOKAAA”.
Lo que siento al formar parte de Voces de Ultratumba son muchas emociones viscerales e intensas. Por un lado no quepo en mí porque estoy presenciando, por fin, un nexo intergeneracional entre mujeres dentro del punk. Al conocernos hemos compartido experiencias juntas, vivencias y sensaciones… eso me ayuda a tener un análisis más completo de cómo hemos socializado en el punk las personas disidentes, por desgracia muchos de los conflictos a los que ellas se tuvieron que enfrentar siguen patentes hoy en día. Pero estar juntas de nuevo, aunque sea solo un rato, ya es acción, ya es una respuesta, es justicia. Por otro lado, es todo un reto de adaptación para mí porque son temas que nunca había escuchado y siempre le he tenido cierto recelillo al post-punk en general (soy una sierva del D- Beat, death metal o punk kostrón sin más); así que está siendo todo un aprendizaje holístico. Está mereciendo mucho la pena, no solo por juntarnos a tocar, sino también por los lazos que estamos construyendo.
MARITXU: ¡Nuria, no seas pelota, ja, ja! Bueno, no voy a negar que mi curiosidad investigadora alrededor de Voces de Ultratumba haya podido materializar el impulso para que la banda despertase de su letargo, pero el mérito de que esto haya ocurrido se debe a todas y cada una de nosotras. Cuando, después de una presentación de la exposición fotográfica y el fotolibro “Unha vida de Ultratumba”, nos propusieron ser teloneras de un concierto Ana Curra fueron, precisamente, las componentes originales quienes dieron el paso al frente para contestar afirmativamente. Más tarde, la llegada de Nuria a tierras gallegas coincidió con las ganas de recomponer la formación, y todo surgió para que nos uniéramos de una forma fluida, sin apenas buscarlo. Creo que cada una ha puesto lo mejor de su parte para que hoy estemos aquí reunidas.
Para mí, ser parte de Voces de Ultratumba es un sueño hecho realidad del que aún no soy del todo consciente. Jamás hubiera imaginado que aquellas mujeres ochenteras que tanto me fascinaban serían ahora mis amigas y que estaríamos compartiendo comidas, ratos de piscina, locales de ensayo y aventuras en casas triangulares. El día de mañana será algo que, estoy segura, recordaré con muchísima emoción y lágrimas en los ojos. ¡Me siento una privilegiada al compartir tanto y tan intenso, les estoy muy agradecida a mis compañeras por todo su cariño, dedicación y cuidados!
Y a pocos días del gran concierto, ¿qué podemos esperar en este nuevo encuentro en directo? ¿Puede que el futuro nos depare nueva grabación? Decidnos que síííí 😉
MARITXU: ¡Ojalá! A mí me encantaría que Elisa, la guitarrista y sonidista de Viuda, pudiese grabarnos en su estudio asturiano, aunque la realidad es que a partir de ahora vamos a estar muy distanciadas las unas de las otras. Nuria se vuelve al sur, yo me alejo en la dirección norteña opuesta, Chus se ha mudado más allá de Coruña mientras que Marisé y Eva permanecen en Vigo. Digamos que, por muchas ganas que tengamos de estar juntas y hacer planes, vamos a tener complicado juntarnos; por eso este concierto-reunión me emociona tanto…
NUTURK: De este nuevo encuentro podéis esperar (y no podía ser de otra forma) oscuridad, mucha oscuridad y algún tema nuevo… je, je, je. Habrá un mejunje curioso como resultado de habernos unido personas que ni siquiera nos conocíamos de antes. Yo personalmente sacaré a relucir de nuevo mi cofia, una vieja compañera que solo enseño en punkiocasiones especiales. Me encantaría poder grabar algo en directo para subirlo o difundirlo en maketas… Quién sabe (guiño, codazo).