«Si el libro que deseas leer no existe, entonces debes escribirlo tú». Toni Morrison.
¡Lo prometido es deuda! Seguimos celebrando el Día del Libro en este 23 de abril en el que sí, puedes por fin regalarle a tu bestie ese novelón que tienes guardado desde el año pasado (demierda) bien enjuagadico en gel hidroalcohólico. Como siempre, apoyando a librerías y editoriales independientes y proyectos personales que ponen a la cultura libre y diversa en el centro de todo. ¿Quieres conocer a nuestras invitadas de hoy?
Nuestra incombustible sista Vicky Ferra sabe que los libros pueden cambiar las cosas, pero ándate con ojo si crees que viene a contártelo a lo Mr.Wonderful. En su página She Has Eyes (@shehaseyes) combina dos de sus mayores pasiones: la enseñanza inclusiva y diversa y la cultura pop noventera. Libros, series, música y mucho #grlpwr para inspirarnos en el mantra de que la coeducación de hoy es hacer grandes a las generaciones del mañana. Además, nos asomamos a la vecina Lorca para escuchar la opinión experta de Futuro Imperfecto, la librería y espacio cultural de Verónica y Roger, dos kamikazes ex-ingenieros que contagian su pasión por la literatura y que se han marcado un espectacular catálogo que no olvida a las pequeñas editoriales. Hablamos en nombre de muchxs lorquinxs y surroundings cuando decimos que la ciudad del sol os necesitaba. ¡Pero basta ya de cera! ¿Cuáles son las escritoras de vuestra vida?
VICKY FERRA- SHE HAS EYES.
Siempre fui una niña bastante reservada a la que le gustaba más quedarse en casa leyendo y estar tranquila y a lo mío. Recuerdo devorar todo lo que caía en mis manos, empezando por las clásicas “tiras de Mafalda” (reeditadas recientemente),las historias de “Celia”, de la escritora Elena Fortún, o cualquier título de la colección de El Barco de Vapor, como por ejemplo, “La Bruja Mon”, de Pilar Mateos, uno de los más divertidos.
Ya de adolescente, y gracias a una profesora de Literatura que tuve, descubrí novelazas del calibre de “Nada”, de Carmen Laforet, o a la poeta Sylvia Plath y su “campana de cristal”, quienes marcaron esa época y me hicieron entender muchas cosas. Ahora que lo pienso, todos los recuerdos de mis libros favoritos están ligados a momentos de cambio y transición, la mayoría en verano, quizás porque era cuando más tiempo dedicaba a leer y a evadirme.
Entre ellos hubo varios que me salvaron, como por ejemplo, “Ropa Música Chicos” de Viv Albertine, o “Hunger Makes Me a Modern Girl”, de Carrie Brownstein. Otros más recientes también me han servido de tirita, como el “No volverás a hablar nuestra lengua”, de Cristina Morano, y es que no hay nada más angustioso que un desamor en el agosto de Murcia, y de eso la autora entiende mucho.
Aún así creo que ninguno supera a la novelista británica Angela Carter, conocida por su imaginación gótica y gamberra, y su libro “Quemar las Naves”, un recopilatorio de todos sus relatos que me voló literalmente la cabeza y enamoró en muchos sentidos.
Para empezar, la preciosa ilustración de la portada al más puro estilo victoriano de Roxanna Bikadoroff, que ya anticipa la entrada a un mundo de ensoñación, sensualidad y oscuridad característico de la forma de escribir de Ángela, a través de una mirada feminista y un humor inteligente e irónico.
El libro está dividido en varios varios bloques: Fuegos Artificiales, Venus Negra, Fantasmas Americanos, Maravillas del Viejo Mundo y La Cámara Sangrienta, su obra maestra y patrocinadora de gran parte de mis escalofríos. Ni más ni menos que diez versiones barrocas y macabras de cuentos clásicos como “La Bella y la Bestia”, “Caperucita” o “Blancanieves”, narrados de una manera provocativa y con la intención de escandalizar e incluso llegar a sonrojar a través de lo políticamente incorrecto. Una experiencia psicodélica inducida por esta chamana del surrealismo, y a quien sus amistades recuerdan como extrema, particular y extravagante.
Resumiendo con las palabras de otra grande, Margaret Atwood, “Angela parecía estar siempre a punto de conferir algo, un talismán, un símbolo que permitiría atravesar el oscuro bosque, las palabras mágicas necesarias para abrir una puerta encantada”. Y yo os invito a que lo hagáis.
ROGER (&VERÓNICA) LIBRERÍA FUTURO IMPERFECTO.
Desde Dareto be one of us, girl nos han pedido que recomendemos a alguna autora importante para nosotros en este Día del Libro 2021 y vamos y salimos con dos escritoras de alma tenebrosa, ¡con lo alegres y bienintencionados que somos nosotros! Pero en fin, qué se le va a hacer. Aquí os las dejamos.
Empezamos con Agota Kristof. Leer Claus y Lucas, tríptico formado por El gran cuaderno, La prueba y La tercera mentira, publicados originalmente entre 1986 y 1992, fue una de las experiencias lectoras más apabullantes de mi vida. Escrito desde las tripas, de manera feroz, concisa y sin adornos, es la historia de dos gemelos que se las tienen que ingeniar para sobrevivir al abismo provocado por la guerra y la ocupación posterior, en un país cualquiera de Centroeuropa. Lo hacen de la única manera posible, abrazando la crueldad de la que se nutren día a día. Un librero de Madrid que me pilló ojeándolo, me soltó con entusiasmo que qué libro tan maravilloso tenía entre manos. Curioso calificativo para Claus y Lucas, pero es que acercarse a la barbarie y comprender el horror de la mano de Agota Kristof, también puede ser algo maravilloso. Vaya si lo es. La última edición es de Libros del Asteroide y es inmejorable, así que rogamos a Luis Solano y sus chicos y chicas que mantengan esta maravilla en su catálogo para siempre, porfa.
Continuamos con Mariana Enríquez. ¡Ay, la Enríquez! Mira que sabía de su existencia. Conocía esos dos libros de relatos que había publicado en Anagrama, Las cosas que perdimos en el fuego (2016) y Los peligros de fumar en la cama (2017), pero por una razón u otra, no me había acercado a ellos y mira que me atraían, pero se resistían. Y fue justo hace un año, el 14 de marzo, día que cerramos la librería para iniciar el confinamiento, que hicimos acopio de libros para lo que teníamos por delante y echamos en la saco Nuestra parte de noche (2019), flamante premio Herralde. Hay veces que empiezas a leer y sabes irremediablemente que estás ante algo grande. Este fue uno de esos casos. La historia de Gaspar y Juan en la Argentina del último cuarto de siglo XX se me incrustó en el cortex cerebral para siempre. Hay tanto y tan bueno en la novela de Mariana Enríquez que es difícil enumerarlo. Estamos ante una novela de género, una historia de terror con muchos de los ingredientes clásicos, pero que explota en mil direcciones para ofrecernos un auténtico tratado del mal en nuestros días. Aquí están Lovecraft, King y Barker, y claro está, Borges, Bioy Casares o Bolaño, pero también santos de la posmodernidad como Foster Wallace o Danielewski. Y acaba de publicar, también en Anagrama, Alguien camina sobre tu tumba, así que si no habéis leído nada de la Enríquez, ya estáis tardando.
Gracias de nuevo a colaboradorxs y lectorxs por vuestro tiempo y cariño a los libros (¡y a proyectos independientes como este!).