A los seis meses de formar la banda, Wonder ya estaban tocando en pleno Microsonidos. Persistentes cual el insecto que bautizó su primer sencillo, «La Mosca Voyeur», esta banda de Murcia tiene todo lo que se le puede pedir a un grupo emergente: ganas, pasión, reivindicación y creatividad. Cinco amigas que se han colgado los instrumentos para beber del indie pop patrio y defender un mensaje reivindicativo. Si todavía no las conoces, hoy te ofrecemos una completa entrevista donde hablamos con la banda sobre canciones, influencias, activismo musical y hasta los jodidos Back Street Boys: maravilla, sin duda.

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¿Cómo surge Wonder?

El grupo surgió de mi amistad de con Yanira. Ella me dio la idea de formar un grupo integrado solo por mujeres. Comenzamos a tocar con María a la batería y poco más tarde llegó Sefi, que vio un anuncio donde buscábamos una chica guitarrista. Sintió curiosidad porque hasta el momento no se había topado con mujeres músicas, ya que es como algo difícil de ver, aunque no debería de ser así. El caso es que le resultó sorprendente que nosotras, al igual que ella, sintiéramos esa pasión por crear música, así que decidió probar y se quedó. Después María se fue y llegó Fátima, y nos dio un feedback muy positivo. Bet se colgó el bajo en el el grupo un par de meses después, porque ya habíamos dado un concierto sin bajista y como teníamos más bolos que nos iban saliendo, no podíamos permitirnos seguir adelante con el proyecto sin tener una bajista, así que Bet nos vino como agua de mayo.

¿Tenías experiencia previa en el mundillo musical?

Nuestra experiencia anterior en la música es mucha y muy variada. Yanira viene del puro piano clásico y de dar conciertos de compositores como Chopin y Mozart y lleva la música en vena desde bien pequeñita. Fátima siempre ha sido una melómana y su previa experiencia con la música es con un grupo llamado Un Pacto con Julieta. Sefi ha tocado también en un grupo en Mallorca, donde descubrió su vocación por la música al fijarse en artistas mujeres y tener una amiga allí que le animó a comenzar a tocar; luego, cuando volvió a Murcia probó con un par de grupos hasta que decidió quedarse con nosotras. Actualmente, Bet compagina nuestro grupo con Elure, una banda de rock que lleva ya varios años en el panorama musical murciano. Por mi parte, mi experiencia previa con la música ha sido primero en solitario como Bluelander y luego compartiendo mi proyecto con una banda, con la que seguimos con ese nombre hasta que lo dejé hace unos siete meses y decidí volcarme de lleno en el proyecto de Wonder.

El destino de Las Wonder estaba claro entonces.

Desde luego, aunque algunas hayamos estado en grupos desde hace relativamente poco tiempo años, la música es algo que se lleva dentro desde siempre. La música es algo que te llama, que te elige, es una brújula interior que te va quemando más y más conforme más te involucras en ella. Sin duda, es un mundo muy difícil, en el que hay que aguantar mucho trabajo y a veces, para nada; además, contamos con el handicap de que hoy en día está muy mal pagado. Pero siempre merece la pena luchar por lo que una quiere y poner toda la carne en el asador para no arrepentirse en un futuro de las cosas que nunca llegaste a hacer o de a dónde podrías haber llegado pero no pusiste toda tu energía en ello. La música es terapéutica, es nuestro modo de escapar de la rutina y evadirnos, es nuestro modo de comunicarnos, nuestro modo de sentir, nuestro modo de vida, y siempre nos va a acompañar hagamos lo que hagamos.

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Fotos César Valiente

¿Cómo es el proceso compositivo en la banda?

Últimamente, el tema creativo lo estamos trabajando más en casa, lo que es la idea principal de la canción. Se nos ocurren unos acordes, un punteo, un arpegio y luego en el local de ensayo lo trabajamos y vamos avanzando en el proceso creativo hasta obtener la canción final.

Musicalmente, Sefi, Fati y yo (Marta), solemos tirar de la parte de creación musical. Sefi y Fati siempre brillan sacando a relucir la parte más alternativa de Wonder, mientras que yo, a veces, tiendo a ser más “mainstream”. Luego Yanira y Bet se suman al carro con su gran intuición musical y Bet aporta un sonido más rockero al grupo, mientras que los teclados de Yanira dan un toque suave y fresco a nuestras canciones. Además, Yanira y Fati siempre tienen ideas de coros que quedan muy guays y aportan creatividad a los temas.

¿Y qué hay de las letras?

Por norma general, casi siempre traigo una propuesta de letra después de darle muchas vueltas en casa y de también escuchar los consejos de mi pareja, Victoria, quien es muy forofa del indie y siempre tiene algo interesante que añadir o me ayuda a ver las cosas desde un punto de vista diferente.

Cuando se escriben letras, es importante empaparse de mucha música, tomar apuntes y de fijarse en cosas que son similares a lo que quieres hacer; también es de vital importancia saber aceptar consejos y aceptar las opiniones de los demás, sobre todo de la gente con la que estás trabajando. Cuando grabamos con Antonio Illán nos dejamos guiar por su intuición a la hora de perfilar «La Mosca Voyeur» e «Iceberg» , y, ahora que vamos a trabajar en un nuevo tema con Raúl de Lara, es muy interesante escuchar sus propuestas, tanto con respecto al texto o a los fraseos de la canción como con los sonidos con los que queremos experimentar en este momento. Eso sí, es muy importante que las personas que nos aconsejan estén en sintonía con nosotras y entiendan a la perfección hacia dónde queremos ir.

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Fotos César Valiente

En vuestras canciones hay mucho de lucha por los derechos sociales. ¿Se puede hacer activismo a través de la música?

Totalmente. La música tiene un gran poder para llegar a la gente. Y de hecho, muchísimos grupos lo han utilizado para reivindicar, contar la situación actual del país, de la sociedad, para reclamar derechos…

¿Qué es lo que más os cabrea ahora mismo?

Actualmente, nos enfada mucho la situación de desempleo y precariedad que hay en España, los contratos basura y chanchullos que hacen las empresas al contratar a un nuevo trabajador, y que aun teniendo estudios superiores no esté suficientemente remunerado y su nivel económico merme significativamente con respecto a sus capacidades.

También nos mosquea que el estilo de vida que hoy en día prevalece en nuestra sociedad promueva la superficialidad y busque la liquidez inmediata y satisfacción de nuestros deseos e impulsos básicos entre individuos. Ya no se construyen las relaciones poco a poco y no se profundiza en ellas; es más, a veces da la sensación de que se pueden reír de ti por tener ciertos valores que podrían considerarse “anticuados” y este ritmo de vida te obliga en cierta manera a ir adaptando y modificando esos valores a los tiempos que corren. Nuestro sistema capitalista tiene gran parte de culpa en esto, ya que no deja lugar a pararse a mirar dentro de una misma para ver quién eres realmente o qué quieres hacer en tu vida. Vivimos en un mundo consumista donde prima la inmediatez y se quiere todo y además, se quiere ya; porque cualquier cosa está a nuestro alcance con un solo “clic”, desde quedar con alguien en Tinder y quedar al día siguiente con alguien más porque tu cita no te ha gustado, hasta cambiar de teléfono porque el tuyo se queda anticuado casi al año de comprarlo.

El feminismo también es una de vuestras luchas.

Es preocupante que, aunque por suerte el feminismo está haciendo mucho bien en la sociedad, sigue habiendo modelos de conducta en la mujer que siguen las normas o el camino que el heteropatriarcado ha ido estableciendo durante tantos y tantos años. Tanto es así, que a veces da la sensación de que ser mujer está lleno de restricciones y clichés, que van desde el “así nunca le gustarás a ningún hombre”, hasta cosas como “las señoritas no se sientan con las piernas abiertas” o “no sé por qué no te quitas ese pelo tan feo de los brazos”. No todas las mujeres queremos gustarle a los hombres, y, mucho menos a cualquier hombre, no todas las mujeres nos callamos los tacos, no todas las mujeres queremos llevar taconazos o maquillarnos, y, por supuesto, no todas las mujeres queremos ser finas y delicadas como una flor, por mucho que en ocasiones nos sintamos sensibles y frágiles. Ser mujer es simplemente ser y cada mujer puede ser lo que quiera ser y eso es algo que queremos dejar bien claro con la música que hacemos. Sólo con el simple hecho de ser mujer debería contarse como “mujer bien”, ya que las únicas “mujeres mal” son aquellas que se tiran tierra unas encima de las otras, así matan el espíritu de sororidad que debería reinar por encima del orgullo, la rabia o los celos.

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Foto Sergio Legaz. Vestuario Sara V Carrión

¿Cuáles son vuestros referentes, los que os hicieron apostar por un sonido en común?

Tenemos referentes de la música alternativa, el indie y el pop rock. Del panorama nacional Love of lesbian, Vetusta Morla o Viva Suecia son grupos que admiramos y en los que nos fijamos. En cuanto a música internacional, nos gustan artistas muy variados como Warpaint, The XX, Florence + The machine, PVRIS, Sharon Van Etten o The Raveonettes. 

La verdad es que tenemos gustos parecidos y a la vez muy diferentes, pero eso es bueno, porque enriquece al grupo y nos abre los oídos a cosas que en otro momento de nuestra vida no hemos escuchado. En otras palabras, compartir la música que escuchamos con nuestras compañeras nos hace ser más tolerantes musicalmente y nos ayuda a inspirarnos y a descubrir grupos y canciones que nos pueden fascinar y aporta cosas nuevas. Así, a la hora de crear nuestros temas, cada una mete un rollo diferente, una más rockero, otra más suave y dulce, otra más rollo electrónico o ambiental… Y la verdad es que el resultado final de la combinación es muy guay.

Y… ¿algún «guilty pleasure» confesable?

Hmm pues… vamos a revelar nuestros pecados, pero no las pecadoras: nuestra lista de “guilty pleasures” incluye a Back Street Boys, Laura Pausini, La Oreja de Van Gogh o Fito, aunque placeres culpables como tales… ¿cuáles diríais que lo son? Jajajaja

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¿Es preferible contar con un sello y apoyo o autoeditar y asegurarse la libertad creativa?

La libertad creativa es lo más importante, si no, apaga la luz y vámonos. Nosotras hacemos lo que hacemos porque nos gusta plasmar nuestras ideas, somos totalmente libres y creamos cosas que nos gustan y nos llenan. Siempre estamos dispuestas a escuchar consejos, a probar cosas nuevas y a dejarnos llevar, por supuesto. Eso sí, siempre y cuando esos consejos vengan de gente que nos entienda, que comprenda nuestra música y lo que queremos transmitir, porque si dejáramos que nuestras decisiones las tomaran terceras personas de manera arbitraria y buscando su propio beneficio, todo se iría al garete, porque ya no estaríamos siendo fieles a lo que nosotras somos realmente.

¿Cuál ha sido vuestra experiencia a la hora de tocar en directo y llegar al público?

Hasta ahora, lo que hemos experimentado es que la escena musical más alternativa está teniendo movimiento, y eso es muy bueno. Además, el formato de los conciertos en los que tenemos que tocar o a los que asistimos como público, es muy amplio, no hay ninguno igual. Últimamente, nos han contratado más en sitios pequeños y en conciertos más acústicos, pero la verdad es que nos están surgiendo muchas oportunidades para darnos a conocer, ya que se están moviendo muchos eventos y festivales que promueven grupos locales emergentes, y estamos enormemente agradecidas por ello.

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Fotos César Valiente

¿Sigue existiendo una “escena” musical murciana? ¿Cómo veis la salud del panorama musical regional?  

Claramente, pensamos que ahora mismo la escena musical murciana esta “on fire”, hay muchísimos grupos y además con propuestas atrevidas y muy variadas en cuanto estilos, y eso es algo muy enriquecedor para nuestra región, hay mucha gente y muchos grupos con ganas de mostrar su arte. También creemos que hay que seguir luchado para que esta escena no se pierda y seguir haciendo eventos para crear más difusión. Tenemos que apoyar a los grupos, yendo más a los conciertos y a los sitios donde se promueve todo este arte, ya no solo musical, que tiene nuestra región.

¿Faltan chicas que tomen el escenario en esa escena?

Sí, por supuesto, claro que siguen faltando mujeres en la escena musical, cualquiera puede ver que aunque haya más visibilidad, sigue siendo una minoría femenina en la industria musical, lo cual es una pena porque hay mogollón de chicas con talento. Quizás a muchas de ellas les dé reparo lanzarse a mostrar sus temas o proyectos porque en el fondo sigue habiendo bastante estigma social y parece que fuera una cosa más de hombres y esto, para muchas, puede ser un obstáculo.

¿Alguna banda o artista que recomendáis no perdernos? 

Hay muchos grupos y artistas que vale la pena conocer y apoyar en Murcia, como por ejemplo Kuve, Noise Box, Crudo pimento, Road Ramos, Pájara Rey, Poolshake o Komorebi.

¿Cuáles son los próximos proyectos de Wonder?

Estamos trabajando en temas nuevos. Próximamente sacaremos un single y un videoclip. Pero sobre todo queremos continuar creando temas, experimentando nuevos sonidos y seguir mostrando lo que hacemos en nuestros conciertos 😉

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Foto Sergio Legaz

*Gracias  a Marta & Wonder por esta entrevista <3