Para algunos, la medicina natural es poco más que habladurías. Otros oirán «Ayahuasca» y pensarán en colocones infinitos a lo Doors. Pero todos estaremos, cuanto menos, vagando en la ignorancia. ¿Qué pasaría si abandonáramos nuestro estatus occidental y capitalista, en espacio físico y pensamiento, y decidiéramos adentrarnos caminos alternativos? ¿Podríamos mejorar nuestro cuerpo, y lo que es más importante, nuestra salud? Esa pregunta ya se la hizo hace un tiempo María Dolores Hernández, murciana de nacimiento, que se trasladó a Perú para abrir una puerta que ya no piensa cerrar. Ella y su equipo son los responsables de «Curandera», el documental sobre las mujeres que practican la sanación con plantas en Sudamérica y que no se parece a nada de lo que hayas conocido hasta ahora. Hoy la entrevistamos fascinadas por la historia de sus protagonistas a propósito del crowfounding que acaban de lanzar para llevar a cabo este nuevo sueño.
Hernández (Murcia, 1986) estudió psicología social y comunitaria y en 2011 viajó a Perú por un proyecto de cooperación internacional a Leymebamba, una comunidad rural en el departamento de Amazonas. Tras un tiempo en diferentes departamentos, decide cambiar de contexto. «Me mudé a la Amazonía, concretamente a la ciudad de Iquitos, capital del departamento de Loreto. En esta ciudad actualmente trabajo como coordinadora en un proyecto de prevención de violencia hacia niños, niñas, adolescentes y mujeres en un asentamiento humano llamado Pueblo Libre de Belén. Creo que vivir en la selva me enseña muchas cosas, sobre todo a valorar que la naturaleza es una farmacia natural y que el espíritu de las plantas y los animales también existe y está en sintonía con el nuestro, si lo sabemos ver y comprender«.
Y ese lugar iba a entregarle algo totalmente distinto. «Desde que llegué a Perú sentí mucha curiosidad por lo ancestral que estaba muy presente en la sociedad. Antes de llegar, ya también sentía mucha atracción por vivir un tiempo en Sudamérica y creo que lo que más me atraía era conocer mucho más sobre este tipo de conocimientos ancestrales relacionados con el uso de plantas medicinales en contexto ritual y ceremonial.» Pero fue otra mujer quien terminó por abrirle los ojos. «El año pasado mi abuela me contó que mi bisabuela también practicaba la sanación con plantas y con la imposición de manos y me sorprendió mucho porque empecé a entender que quizá por esa razón siempre he sentido curiosidad por el conocimiento que las mujeres guardan y practican sobre la medicina natural y su práctica como curanderas. De ahí surgió la idea de crear este documental y tras conocer a diferentes mujeres curanderas, las cuales me han enseñado muchísimas cosas, decidí visibilizar el trabajo que realizan como guardianas del patrimonio cultural inmaterial del uso de plantas medicinales y maestras«.
«Curandera» explora a través de las vivencias de tres personajes reales la doble exposición a la que se enfrentan estas mujeres. No solamente por sus métodos (utilizan tres plantas maestras de la costa, sierra y selva peruana: la Ayahuasca, hoja de Coca y Wachuma) sino por hecho de ser mujeres. «Cuando hablamos del enfoque holístico de la salud, estas mujeres, sin utilizar esas palabras, también se refieren a ello de manera natural. Cuando una persona viene a pedirles ayuda porque el médico le diagnosticó una enfermedad o tiene dolor físico, siempre le preguntan: “¿Cómo está tu vida? ¿Sueles enfadarte mucho? ¿Estás triste? ¿Hay problemas en tu familia?” porque entienden que cuerpo y mente son una sola cosa y que en muchos casos, los dolores físicos tienen un origen por un bloqueo psíquico, emocional o también espiritual.»
Botellas de Agua Florida, perfume hecho a base de ámbar, almizcle y benjuí, utilizado en ceremonias y limpiezas energéticas. También es una de las recompensas del verkami.
Las costumbres, métodos y formas de actuar de las curanderas son ejes fundamentales del documental.“Muchos pacientes vienen con mucho dolor y lo que tienen son problemas. Las plantas ayudan a limpiar su cuerpo pero también su mente y espíritu. Por eso muchas plantas medicinales también te hacen soñar y en los sueños te dicen lo que tienes que hacer”, nos cuenta Otilia, una de las protagonistas del documental, maestra curandera en el uso de la liana de la Ayahuasca en la Amazonía peruana.
Otilia, maestra curandera en el uso de la Ayahuasca.
Y aunque su papel es vital en la comunidad, el «lastre» por ser mujeres en un mundo de hombres las persigue. “Este mundo de la salud con plantas medicinales y del curanderismo también es muy machista. Tuve un maestro curandero que intentó abusar de mí. Las mujeres tenemos que tener mayor cuidado”, denuncia Otilia. Y qué decir de las dificultades a las que se tuvo que enfrentar para conciliar su vida laboral y familiar. “Cuando me quedé embarazada de mi hija, tuve muchas dudas sobre si seguir mi trabajo. Y cuando nació me sentía muy culpable por dejarla sola y yo dedicarme a lo que ha sido y es mi sueño que es curar con plantas. Ese sentimiento de culpa, todavía se me presenta pero intento que se vaya cuando me doy cuenta de que conseguí lo que quería hacer desde que era muy joven”. Lamentablemente, el machismo persigue a aquellas mujeres que se salen de la norma, sin importar el continente al que enfoquemos.
«Con este documental conoceremos el testimonio y la historia de tres mujeres que lucharon por defender su posición como guardianas de un conocimiento ancestral que niegan que les sea arrebatado por el hecho de ser mujer. También nos contarán como aprendieron a utilizar las plantas medicinales para curar enfermedades. Ellas son curanderas, mujeres, madres, hijas, migrantes, sabias«, asegura Hernández. El documental se encuentra actualmente en fase de pre-producción y como te contamos, su crowfounding está en pleno rendimiento. Gracias a él sufragarán los gastos del rodaje de un cortometraje que sirva de material previo al documental que se grabará en 2018. Para terminar de alucinar, las recompensas para los mecenas serán productos artesanales de la zona elaborados con materiales y procesos de comercio justo gestionados por mujeres. Tejido kené, perfume de agua florida… pequeños y únicos tesoros siempre consecuentes con el ideario y objetivo de este «Curanderas».
Algunas de las recompensas: muñeca artesanal tejida a mano por mujeres artesanas de la sierra de Ayacucho y maraca tallada a mano.
El enfoque del documental tiene una meta clara: mostrar y rendir homenaje al rol de la mujer curandera como símbolo de poder y guardiana del patrimonio cultural inmaterial y difundir la existencia de mujeres sacerdotisas y gobernantes en la historia del Perú, pero también destacar la riqueza intercultural del Perú y la vigencia de saberes ancestrales cultivados por las mujeres generando un intercambio de conocimientos en un entorno multicultural. Todo un reto (y ejemplo) para aquellos a los que se les queda pequeño el mundo en una sociedad de mentes tan reticentes a abrirse.
*Puedes colaborar con «Curanderas» en su verkami aquí.
*Entrevista a María Dolores Hernández. De ella y su equipo son las declaraciones obtenidas de Otilia.