“No es fácil escribir sobre nada”. Así arranca M Train (Lumen, 2016), el último libro de Patti Smith. En estas memorias nos habla de la cotidianidad de la “nada”, ensalzando su parte más poética con una combinación de sueño y realidad.
Patti Smith, apodada por The New York Times “La Madrina del Punk”, saltó a la fama con el álbum Horses (1975). Su estilo de poesía beat y toque feminista hizo que se convirtiera en una de las artistas más influyentes de la música rock, con canciones tan destacadas como “Because the Night”, que escribió con Bruce Springsteen, o ese himno llamado “People Have the Power”.
Para Patti, la música llegó gracias a Robert Mapplethorpe y la poesía. Él fue el que la animó. “Yo nunca quise ser cantante, pero siempre quise ser escritora. La performance estaba totalmente fuera de mi radar. Fue Robert quien me empujó a interpretar mis poemas.”
Smith y Mappelthorne.
Tras la muerte de su marido Fred “Sonic” Smith (1949-1994), su hermano Todd y Robert Mapplethorpe (1946-1989), Patti decide volver a vivir en Nueva York. Allí comienza M Train, narrando los años más melancólicos de su vida. “He extraviado la alegría. Sin la alegría estamos muertos”.
Para Smith la literatura ha sido parte de su vida. Aquí con Burroughs.
En esta obra encontramos un abanico de recuerdos de varias décadas, multitud de viajes, libros predilectos, maratones de series policíacas en habitaciones de hotel, sus rutinas diarias en el Café ´Ino… “Nada me parece más romántico que sentarme a escribir poesía en una cafetería del Greenwich Village”.Todas ellas acompañadas de un diálogo con ella misma.
“Tinteros secos, plumas encontradas, cartuchos para plumas desaparecidas hace mucho, portaminas vacíos. Los desechos de un escritor”. Smith vuelve con la calidad que ya nos tiene acostumbrados en obras como Éramos unos niños (Lumen, 2010), y Tejiendo Sueños (Lumen, 2014). Un amasijo de emociones aterciopeladas con sabor a café y ceniza.
Entrelazadas con sus vivencias, Patti nos deja ver una galería de fotos personales que ha ido recopilando a lo largo de los años. Las muletas de Frida Kahlo, el bastón de Virginia Woolf, las zapatillas de ballet de Margot Fonteyn, la tumba de Sylvia Plath…
Fotos de Patti Smith.
Como dice Patti: “Solo hay un clase de obra maestra: la obra maestra.” Sólo tú decides si M Train merece esta distinción.
Por María Velvet