Sí, ya lo sé, has oído hablar un montón de este libro, pero no te equivoques, Las chicas no es una novela sobre los crímenes de Manson. Es la historia de Evie Boyd que con catorce años emplea las tardes de los sábados pringándose el pelo con mascarillas de huevo para tenerlo brillante y pasar el rato con una amiga chupando pilas viejas.Total, no tienen absolutamente nada mejor que hacer, y han oído por ahí, que eso proporciona la sensación de sentir un poquito de un orgasmo. Casi la misma sensación que sienten cuando alguien las mira, porque están marginadas en todos los sentidos.Cuando las cosas se le tuercen, Evie se queda tan sola y tan perdida, que lo de las pilas se queda en un entrañable plan de sábado noche. Se le tuercen tanto que pasa el resto de su vida buscando algo que la libere de los monstruos que la asolan desde el verano de 1969.

Es verdad, la historia puede no ser tan sangrienta y morbosa como contar, otra vez más, lo que paso con la matanza perpetrada por Charles Manson y su séquito de chicas, pero desde luego que puede ser potente y agobiante hasta decir basta. Que estamos en 2016 y ya nos hemos hartado de sangre, la desesperación puede ser más poderosa.

Sin título-4

Las chicas, para mí, es sobre todo una novela de iniciación, una buena, pero que además tiene el gancho de sugerirte, aunque sea de fondo, una historia que a todos nos fascina y que hace que el atractivo de lo que cuenta sea casi inevitable. Lo de Manson es solo una inspiración pero es un gancho que funciona de perlas.

Emma Cline ha conseguido que hablemos de ella, es cierto, pero no es una trampa, desde la primera frase de la novela, que a mí me parece de traca: «Volví la mirada por las risas, y seguí mirando por las chicas.» Va montando con frases cortas, floridas, agujeros en las ropas, perfumes muy dulzones, sudor, empachos y calor, unas sensaciones que te meten de cabeza en lo que está contando, y lo hace bien. Cómo una joven pérdida se fascina por otra chica mayor y más exótica, cómo es difícil madurar y hasta qué punto podemos llegar a ser vulnerables cuando nos falta amor propio.

Es cierto que se echa de menos que Suzanne, la chica con la que Evie se queda prendada, esté mejor retratada como para cautivar a nadie de esa forma, pero también que el deseo de la propia Evie de gustar, y de que la quieran hace que no sea tan necesario que Suzanne sea fascinante.Además en la narración algunas veces se me enredan las voces de la Evie adulta y la de la adolescente, pero lo que cuenta es potente.

cline

Emma Cline

Oirás que Random House adelantó dos millones de dólares a una novata de 25 años,que se compraron los derechos de la novela cuando todavía no se había publicado, oirás que todo forma parte de un plan de marketing para vender un puñado mas de libros, puede que incluso tanta expectativa te distorsione un poco la lectura, pero la verdad es que Emma Cline ha llegado fuerte y se lo merece. El contrato famoso incluye un libro de cuentos y otra novela aún por escribir así que quédate con su nombre que tenemos chica nueva en la librería y mola mucho.

Este jueves hablamos de Las chicas de Emma Cline en Club de Lectura Feminista de Daregirl en Murcia. Un proyecto creado por Carmen G. de la Cueva, fundadora del blog “La tribu”. Esta velada promete.

Artículo de Marta Egea.

3

 

NY Times. En el estudio donde escribió la novela.