La conoces, tú y más de 125.000 personas por redes sociales. Flavita Banana es ya un icono del humor femenino postmoderno, o dicho sin mierdas, del humor universal. Sus viñetas breves, sencillas y directas al tuétano son disparos de una nueva generación que sabe cómo lavar sus miserias con grandes dosis de ironía y talento. Si la vida nos va a joder, que nos pille haciéndole una peineta con elegancia. Y Flavita Banana nos enseña cómo.
Flavia Álvarez-Pedrosa es Flavita Banana, la artista que comenzó estudiando Artes y Diseño en Barcelona y actualmente representa a una nueva generación de ilustradoras que han hecho de las redes sociales su particular portfolio. En una época de transición profesional decidió darle un giro a su estilo y dejar fluir lo que de verdad llevaba dentro. «Empecé a mezclar escritura y dibujos sencillos que no empañasen la idea, y abrí la página de Facebook. Y evidentemente, explotó. Eso sólo ocurre cuando haces las cosas de corazón. No puedes mentirte eternamente”. (Tendecias Fashion Mag). A partir de entonces, sus personajes sin rostro pero con enorme corazón dibujados a cuatro trazos han sido su marca inconfundible.
Flavita Banana por Iván Montero.
Esta misma fama 3.0 que la ha encumbrado es un arma de doble filo que la artista sabe manejar bien, aún reconociendo que no es un amor perfecto. “(La exposición digital) es como estar comiendo caca y que sepa bien y saber que es caca y que no debes comerla pero… ¡es que está buena!» (Broadly Vice). La puta frase más brillante sobre las redes sociales que nos hemos encontrado. En todas y cada una de las entrevistas de Flavita Banana nos topamos con artista que tiene muy claro cómo funciona el panorama de la ilustración en este país y una mujer que no se anda con rodeos. Es un placer leerla hablar sin dobleces, directa y tan brutal como divertida.
Y es que las ilustraciones de Flavita Banana no podían salir de otra cabeza que no fuera la de Flavia: mujeres amando locamenti desenmascaradas por los dramas del primer mundo, mujeres que no se entienden a sí mismas ni falta que les hace, mujeres rompiendo estereotipos sobre la apariencia, el sexo, el lenguaje. Sí, mujeres y más mujeres pueblan la obra de la artista, aunque no quiere cercarlo todo a la reivindicación continua. «No digo que no haya que luchar por el feminismo, pero creo que en lugar de hablarlo a la mesa hay que vivirlo y dar ejemplo. Me educaron en la igualdad máxima, mi entorno no es sexista, un comentario o actitud machista canta como una almeja entre mis amigos. O uno hembrista. La vida es demasiado corta para ponerte a odiar, y demasiado bella para que no te permitan vivirla como quieras por tener tetas. Si en las viñetas salen mujeres casi siempre es porque soy mujer. Esas mujeres están haciendo de todo, no pintándose las uñas y hablando del pelo únicamente. Mi parte subyacente quizá consiste en pretender que aunque el sujeto sea femenino, hombres y mujeres puedan identificarse.» (Tendecias Fashion Mag)
Lo que nunca falta es una reivindicación por la cultura, por una sociedad que tiene que mirarse a sí misma: entre nuestras preferidas, las madres del parque «¿Y cómo haces para que el tuyo lea?». Siempre con una dulce agresividad, y siempre divertidísima. el humor es uno de sus pilares centrales, como lo fue el de sus maestros: Quino, Sempé, Serge Bloch, Jean Bosc, Chaval, Claire Bretecher, el Roto. Ellos te hacían esbozar una sonrisa mientras te daba una punzada en el corazón,y Flavita Banana es digna sucesora de esta tradición.
Puedes encontrar su trabajo en S Moda, en #Curvy (Lumen), editorial con quien también prepara un libro, y con diversas colaboraciones, porque Flavita Banana hay para rato: también realiza patterns, murales y prepara una colección de vinilos. Y todo repleto de filosofía Flavita, de la que ya somos fieles devotas.