Suele pasar que los nombres olvidados solo vuelven a nuestra memoria cuando desaparecen. Es el triste caso de Ana Diosdado, escritora y dramaturga, que falleció ayer en Madrid a los 77 años. La que fuera una de las plumas más prometedoras de los 80 en España desapareció cuando se esfumó su éxito con el gran público, que ahora le rinde homenaje tardío.
Conocida también, lamentablemente, por su vida privada y los cotilleos que algunos quisieron sacar de esta, Diosdado tiene un palmarés que certifica que fue una de las grandes de las letras. Finalista del Premio Planeta con «En cualquier lugar, no importa cuándo», fue con la obra de teatro «Olvida los tambores» con la que cosechó su mayor éxito. También fue actriz y guionista, creadora de la teleserie «Anillos de oro», la primera que trató en la rancia televisión española temas como el adulterio, la homosexualidad o el feminismo.
Su obra estaba influida por Wilde, Tenesse Williams o Hibsen, y actualmente estaba preparando una obra sobre Santa Teresa de Jesús. Ahora es tiempo de revisar su obra y reconocerle el puesto que por derecho se ganó en las letras de este país.