Doble inspiración nos llega hoy de la mano de «Los demonios de Camille Claudel», segunda parte de la trilogía METAPHYSIC y espectáculo que se estrena esta noche en el Teatro Circo de Murcia y que es la nueva propuesta de Laboratorio Tábatha Experimental de Vanguardia. Doble porque su protagonista es una artista genial pero denostada en su tiempo, Camille Claudel, y a la vez la obra es creación de Esther Ruiz, directora de la compañía.

Y es que el personaje de Camille Claudel es todo menos corriente. Nacida en Francia, su nombre estaría siempre ligada al de dos hombres: su hermano, el dramaturgo Paul Claudel, y Auguste Rodin, de la que fue primero musa y ayudante y después compañera y amante. Tanta fue la influencia que ejercieron sobre ella que llegaron a ensombrecer sus propias obras,a  pesar de que ella ya practicaba la escultura desde muy joven y poseía un estilo propio y femenino. Su relación con Rodin era apasionada y tormentosa y eso marcaría su obra y estilo de vida, y tras años frecuentando la vida bohemia parisina y romper con el escultor, se encerraría en su taller y expondría por última vez en 1905. Murió enclaustrada y perdida en su enfermedad mental, que quizás era la soledad, al incomprensión y la frustación del perfeccionismo.

En «Los demonios de Camille Claudel» descubriremos más sobre su vida en esta mezcla de teatro, danza y acrobacia en una atmósfera asfixiante. Ante todo Ruiz define que en esta obra se pone a «Camille Claudel  en su sitio», reconociéndole el derecho a hablar de modo propio. Puedes leer la entrevista que el blog El Teatrico le hizo a la directora aquí. Un personaje que rompió moldes y esta noche tendrá la oportunidad de darse a conocer en el fantástico TCM.