Si pudiéramos meter en una cápsula esa milésima de segundo donde todo funciona, donde no nos separamos de la tierra, donde podíamos ser casi animales y entrar en una catarsis entre lo que fuimos y lo que somos, le daríamos al play y sonaría «Flores». La canción que abre «Porvenir» (Le Parody, 2019), el nuevo disco de Le Parody, es éxtasis familiar para los aventureros de lo experimental y puerta iniciática para quienes todavía no se atrevieron. Cruce de caminos entre géneros para lo que ya se ha denominado como «folklónica», cante jondo a través de inteligencia artifical y máquinas para hacernos más humanas. Todo eso y más por definir tras dos trabajos como “Cásala» (sound track)” (Autoeditado, 2012) y “Hondo” (Warner Music / New Hispanik / PONK, 2015), donde con «Porvenir» da un paso al frente y Sole Parody rompe con los límites de que lo que crees saber sobre verbenas y raves.

Le Parody es activista, feminista y firme defensora de los derechos sociales: se lee en su música y en sus declaraciones en revistas y Twitter. Sin embargo, sigue chocándole que se la «encasille» como una cantautora política. ¿Acaso no formamos todos, creadoras o no, parte de este mundo? ¿No debería ser esas ideas intrínsecas al arte? Lo que no cabe duda es que Le Parody defiende con coherencia sus ideas y no entiende otra manera de hacer música al respecto. ¿No es extraño que eso nos llame la atención de una artista?

Sí que es diferente, y así lo es su propuesta musical. Un viaje sin barreras entre lo moderno y lo antiguo, entre el pasado y el presente, entre el sentir y el creer. En «Porvenir», 8 nuevas canciones con auténticas bombas como «Plata Fina» (una psicotropía de casi ocho minutos de donde no quieres salir jamás) y un repertorio, sobre todo, para bailar y disfrutar. Este próximo viernes 6 de diciembre tendrás la oportunidad de experimentar su directo en el 981Heritage SON Estrella Galicia XV Aniversario en Madrid. Hoy hablamos con ella sobre el origen de este nuevo álbum, la herencia, el do it yourself y el futuro. Puro «Porvenir».

¿Cómo surge la concepción de este disco? ¿Cuál es el eje rompedor respecto a tus discos previos? 

La idea del disco fue surgiendo poco a poco. Después de publicar «Hondo», el disco anterior, estuve tocando mucho en directo, fueron casi tres años de gira, y aunque me gustaba mucho tocar los temas de ese disco, también me acabó cansando hacerlo siempre de la misma manera. Quería hacer algo más flexible en directo, y empecé a probar a hacer improvisaciones con sintes y secuenciadores, en salas y pequeños festis de confianza. De ahí fueron surgiendo ideas que luego acabaron transformándose en canciones. Creo que lo que diferencia «Porvenir» de los discos previos es eso, su configuración, creo que se nota que las canciones no son exactamente canciones. Cada tema podría ser varios temas, y a la vez hay pares de temas que pueden funcionar juntos como uno solo…

¿Cómo está recibiendo el público este directo?

El directo a mí me está encantando hacerlo, y quizás sea porque el disco ha nacido directamente de ahí. Creo que eso se nota y que la energía se contagia al público, estoy teniendo reacciones muy extasiadas, creo que sucede algo poderoso en los conciertos.

 Sigue llamando la atención tu mezcla de elementos tradicionales con la incursión de la electrónica o lo digital. ¿Qué aporta una a la otra? ¿Cómo despertó ese interés en incluir cada vez más “máquinas» ” tu entorno?

Bueno, por un lado yo creo que la electrónica está pasando ya a ser también un poco tradicional. Sobre todo la que yo uso, que es sin ordenadores, con máquinas, algunas de ellas analógicas. Y por otro, los elementos tradicionales no son más que elementos universales que perduran en el tiempo. O sea, que son también modernos, que valen también para el ahora. Hace no tanto fue moderno y rompedor empezar a hacer flamenco con cajón peruano (el que ahora se llama cajón flamenco)… Yo creo que con la electrónica pasará lo mismo. Dentro de unas décadas las canciones de proyectos folctrónicas como el mío resultarán de lo más tradicionales. Sobre mi interés particular en las máquinas: Surgió concretamente en Estados Unidos, donde tuve la suerte de estudiar un par de cursos de música electrónica en la universidad de Claremont. Ahí se me abrió un mundo que hasta entonces me había sido muy ajeno, y descubrí que me encantaba todo lo que tuviera que ver con cables y botones.

pa

Hay un creciente interés en la base folclórica o tradicional de los sonidos para adaptarlos a la modernidad. ¿Cómo de importante es para ti revivir esa herencia?  ¿Qué es para ti el sentimiento de patria o de pertenecer?

Yo no creo que sea revivir… Hay una parte buscada y una parte que no lo es. La parte principal nace por gusto, yo escucho muchas cosas que me gustan, y cuando hago música las mezclo. Desde muy pequeña me han embelesado las canciones populares. Esas melodías se me pegan y cuando luego me pongo a cantar improvisando, es lo que me sale. Y sobre el sentimiento de patria, ese no sé qué sentimiento es. Yo pertenezco a los sitios donde he vivido y donde vive la gente a la que quiero. Si patria es pertenencia, entonces mi patria es Granada, Madrid, las playas del Palo en Málaga y por un rato Los Ángeles.

 Eres firme defensora de la autogestión.  ¿Es la autogestión la garantía de la diversidad y la independencia en el arte?  ¿Cómo podemos mantener y apoyar estos proyectos?

En realidad yo más allá de la autogestión lo que defiendo es la coherencia. La coherencia de una con su trabajo y del trabajo con sus posibilidades. Ojalá hubiera para proyectos como el mío, plataformas grandes de apoyo como las multinacionales. Me ahorraría muchos insomnios y mucha auto-explotación si alguien con más medios me apoyara un poquito. Pero es que un proyecto como el mío no es rentable a una multi. Yo a veces pienso que estoy haciendo cosas muy rentables. ¿A quién no le va a gustar un temazo de ocho minutos?, pienso, o ¿a quién no le va a gustar un videoclip donde no se me vea la cara?… Y en fin, me pongo a intentar vender cosas así y entonces descubro que no son tan vendibles. Pero como a mí me parece que están muy bien, lo que hago es venderlas yo misma. Puedo teorizarte el asunto políticamente mucho mejor, pero esa es básicamente la razón de mi autogestión. Y sí, creo que por eso garantiza la diversidad. La mejor manera de apoyar es la comunicación. Es importantísimo poder llegar a la gente y los algoritmos monetizados de las redes lo están haciendo cada vez más difícil.

 Tu música tiene un firme poso social. Ante el público,  ¿es “peligroso” posicionarse ideológicamente cuando se crea? ¿Se corre el riesgo de fracasar comercialmente? 

Yo nunca me planteé que estuviera haciendo algo “político”, yo al principio pensaba que todo el mundo tenía principios políticos, inevitablemente, y todo el mundo los expresaba inevitablemente en lo que hacía. Luego ya me he dado cuenta de que la gente lleva por un lado lo que hace y por otro lo que piensa, y luego gente que, en el lado opuesto, hace bandera de sus ideas políticas y convierte eso en la “marca” comercial de su arte. Sigo sin verme tan, tan politizada como se me pinta, pero quizás porque de vez en cuando expreso mi parecer sobre cosas que me afectan, luego en entrevistas me preguntan más, y así se va generando este perfil… Lo que estaría bien es que se preguntara por estas cosas a artistas que no se expresan normalmente en ese sentido, a ver qué piensan. Porque arte y vida van directamente relacionados, y la vida es política, y conocer qué piensan los creadores sobre temas políticos muchas veces da claves sobre su arte.

 Durante la gestación de “Porvenir” desarrollaste proyectos como  “Cancionero” o Le Parody Beats . ¿Sirvió este aprendizaje para “Porvenir”? ¿Sientes una curiosidad constante de abordar nuevos proyectos o te gusta profundizar y perfeccionar? ¿Qué tipo de colaboraciones o con qué artistas te gustaría trabajar en un futuro?

Sí, esos dos proyectos me influyeron mucho, está claro. «Cancionero» fue el proyecto de un disco que hice con niños de primaria, y de Le Parody Beats surgió «Porvenir» directamente. Me gusta abordar nuevos proyectos y a la vez profundizar en ellos, creo que no es incompatible. En cuanto a las disciplinas, me gustaría volver a la escritura, que hace tiempo que la tengo más abandonada, y sobre colaboraciones, cualquier artista que ande experimentando con folclore del sur y electrónica me interesa.

¿En qué próximos proyectos estás trabajando?

Estoy aprendiendo a mezclar, me gustaría empezar un proyecto más de puro techno, para dar salida a algunas cosas que tengo producidas y que ya no me entran en Le Parody, y pinchar por ahí, que siempre me ha atraído mucho esa idea. Y a la vez, estoy empezando a echar de menos formatos de conciertos más íntimos, pensaba en quizás reunir un EP con versiones y descartes acústicos de los dos últimos discos y montar algunas presentaciones… Pero bueno todo a su debido tiempo, ahora mismo ya llevo la agenda bastante apretada con los conciertos de «Porvenir». Hay algunas cosillas gestándose… Pero aún no puedo avanzar nada.

55cc9e60-3c72-4144-aaf5-31a9b7620560

Le Parody estará tocando en Madrid en  la sala Independance Live el viernes 6 de diciembre. 

Gracias a Le Parody y Fever producciones por hacer posible esta entrevista