I és que jo em veig preciosa, em sento orgullosa, em miro al mirall i penso: “Que bé, estic sola!” («Y es que me veo preciosa, me siento orgullosa, me miro en el espejo y pienso: “¡Qué bien, estoy sola !«) Hubo un tiempo en el que con el solo el batir de los dos primeros compases del trap nos echábamos a temblar: prepárate para una letra bien cargadita de misoginia. Pero las cosas están cambiando y ya no se puede relacionar a todo un género con un estereotipo: ese cambio no se hace solo, viene con los artistas, en este caso, con artistas como Bad Gyal. La catalana ha demostrado que con YouTube y las ideas muy claras no hay quien calle a una mujer que sabe lo que quiere. El trap feminista está entre nosotros.

Bad Gyal es Alba Farelo (Vilassar de Mar, 1997), una jovencísima cantante de trap, dancehall y r&b que ha logrado hacerse un hueco en la música nacional hablando de lo que le sale del mismísimo. Este año puso su nombre en mayúscula como icono millenial al versionar en catalán el «Work» de Rihanna junto con el valenciano Fake Guido en «Pai», a lo que le seguiría el éxito «Indapanden» o lo que ya es su último trabajo, «Slow Wine«, en el que colaboran desde King DouDou, Faberoa, Plata o Mina y AC3.

Bad Gyal habla de unas referencias musicales que pasan del sonido Jamaica al hip hop de Public Enemy sin negar artistas de su tiempo, Sean Paul o Beyoncé. Pero lo que la hace rompedora es la forma de tratar el género, siempre asociado al machismo y el papel sexualizado de la mujer como objeto. La artista propone quebrar los estereotipos tomando las riendas. «Chico, me la sudas tanto. Conmigo no te pases ni un pelo. En el barrio se sabe qué pussy manda«, dice en «Pai», canción de desamor donde aún con el corazón roto, no se deja vencer. «Me gusta porque me escuchan tanto chicas como chicos, ambos debemos ser más conscientes de lo que las mujeres somos capaces, por eso me siento afortunada de poder motivar a las chicas a que sean independientes y hagan lo que quieran. Bailar twerk no te hace un objeto, te empodera. He recibido comentarios buenos en videos que subo bailando dancehall y twerk tanto por parte de chicas como de chicos y me alegra saber que ya hay más conciencia.» (Vice)

Aunque siegue teniendo que lidiar con los machitrolls que la mandan en sus vídeos «a fregar», su influencia entre el público femenino más joven es lo que de verdad marca la diferencia. «Hay muchas chicas que envían mensajes diciendo ‘eres la puta ama, vivan las mujeres’. Esos son los que más me llenan» (Playground). Los roles cambian, el arte cambia, y lo que vemos, escuchamos y sentimos también. El trabajo de abrir estos caminos pasan por estas nuevas generaciones de artistas que nos se encasillan en un género para hablar de lo que les interesa y les preocupa, y ante eso, actitud: «no voy a ser tu bitch, no voy a ser tu mami» (Bad Gyal).