Hoy es fiesta y no lo es, es Navidad y no lo es y tienes que trabajar y tampoco. Para estos días extraños en los que los papeles se amontonan en tu mesa pero te asomas a la ventana y parece haber llegado el Apocalipsis, solo podemos ofrecerte un pequeño gran remedio: la poesía. Hablaremos poco y leeremos mucho.

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Y es que de eso va la poesía de Rupi Kaur: el mensaje te llega de forma visual y lo exprimes en sus letras. Etiquetada como «Instapoet» por utilizar la red social Instagram como herramienta para difundir su obra, poemas cortos pero impactantes sobre lo que más le turba: la violencia, el abuso, la pérdida, el amor y la feminidad.

Parece que es algo más que una Instastar, ya que su libro de poemas del 2015 «Milk and Honey» ha vendido medio millón de copias y va por su decimosexta edición, algo grande cuando hablamos de la industria editorial.

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Rupi Kaur (Toronto, 1992) empezó a publicar poemas después de que Instagram le censurara un autorretrato en el que mostraba algo de sangre menstrual. «No voy a disculparme por no alimental el ego de una sociedad misógina que sí que me permite mostrarme en ropa interior pero se escandaliza por un poco de fluido», dijo entonces. Contestataria y rebelde, intenta que sus historias tengan mucho de «storytelling» y otro tanto de reivindicación. Tomando a  Anais Nin, Virginia Woolf y Warsan Shire, Kaur tiene claro qué quiere ser de mayor: ella.

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