Gloria Steinem, el icono feminista más influyente de los años 60 y 70, plasma sus vivencias en Mi vida en la carretera. Una autobiografía cargada de anécdotas, recientemente publicada por la editorial Alpha Decay. “Este libro es la historia no de uno o muchos viajes, sino de décadas de viajes emprendidos desde el eje del hogar. Se podría decir que es la historia de una nómada moderna.”
Steinem tiene el don de la ubicuidad, leer su obra es hacer un recorrido por los hitos históricos del feminismo en Estados Unidos. El ser columnista del New York Magazine, fundadora del la revista feminista Ms (Sra.) y activista pro derechos de la mujer, le han servido para ser una de las voces más influyentes en la lucha contra el patriarcado. “Todavía no existe una manera ‘correcta’ de ser mujer y ocupar una posición de poder sin que se te considere una ya-sabes-qué”.
Nació en Toledo (Ohio), en un seno familiar atípico. Leo, su padre, un judío norteamericano distribuidor de arte, tenía la carretera como forma de vida. “Mis padres eran de la opinión de que el viaje en sí ya es una forma de educación, de modo que no fui al colegio”. Años después consiguió una beca para la universidad. Con ella pudo hacer un viaje durante dos años a la India, donde vivió sus primeras experiencias como activista feminista. “En la India había aprendido que el cambio crece desde abajo, igual que los árboles, y que la casta o la raza pueden duplicar o triplicar la opresión de la mujer”.
En el artículo “Yo fui una conejita de Playboy”, publicado por la revista Show Magazine, denuncia el trato vejatorio que sufrían las mujeres, las malas condiciones de trabajo y los bajos sueldos que recibían. Steinem se hizo pasar por una de ellas y el texto apareció con una foto de ella vestida de conejita. Si sumamos a esto la columna “Tras el poder negro, la liberación de la mujer”, el salto a la fama de la creadora del término “libertad reproductiva” era ya inevitable.
Ser la ideóloga de la revista Ms, junto a Pat Carbine, le sirvió para convertirse en la voz del Moviendo Feminista. “A mí, me estimula escuchar historias ajenas y tratar de dar con soluciones que satisfagan a todos. Ésa es la labor de una activista”.
Madre fundadora de la National Women’s Political Caucus (NWPC), que apoyaba a mujeres pro-igualitarias para cargos electivos, y de la plataforma de acción política Voters for Choice, formada por candidatos de los dos sexos que respaldaban la libertad reproductiva, para Steinem “las revoluciones, al igual que las casas, se construyen de abajo hacia arriba”.
La rara avis, con más de 80 años, aún no ha abandonado la carretera; sigue luchando contra las diferencias sociales con la misma fuerza que en el pasado: “Puedo echarme a la carretera, porque puedo volver a casa. Vuelvo a casa, porque soy libre de marcharme”. Más claro, agua.