Vuelve la canción protesta, decían Los Planetas, y puede que fuera de lo poco coherente que nos dejaron los de Granada aún en estado triposo. Parece ser que en la fría Malmö también están hasta los ovarios de ciertas cosas, o eso intuimos del nuevo single de Lidia Damunt, «La Caja». Adelanto de lo que será su nuevo y más que esperado trabajo, la canción que presenta este álbum habla de forma desnuda sobre acabar con el patriarcado, abolir la prostitución y eliminar las ideas preconcebidas sobre la mujer. Damunt ha vuelto y viene con el cuchillo entre los dientes.

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Lidia Damunt (Murcia, 1978) sigue siendo el gran orgullo patrio de esta región, una rara avis musical y personal que nunca se ha dejado etiquetar aún en sus trabajos más exitosos. La que fuera guía del riot grrrl local junto a su banda Hello Cuca en los 90 en Murcia e inspiración para colectivos de la ciudad incluida esta casa, no ha querido vivir de las rentas de su leyenda y siempre ha seguido reinventándose.

Lo hizo en solitario por primera vez con «La isla de las bufandas» (2008), con la que la vimos en forma de one-woman-band prender fuego hasta al escenario del Atomic (figúrense), cuando aquel era un bar auténtico antes de convertirse en heladería. En 2009 entró en Circo Perrotti para parir el impresionante «En el cementerio peligroso«, prueba definitiva de que Damunt ya no necesitaba a nadie para ser grandiosa. En 2012 viaja a Barcelona, a los Estudios Austrohúngaro y graba «Vigila el fuego«, que contenía una de nuestras canciones favoritas de la caterva, «Lengua de lava». Ya bajo su sello, Tormina Records, crea «Gramola» en los estudios Grabahey de Almería en 2014, su último trabajo hasta la fecha. Blues, folk, country y pop ha sido siempre su marca de la casa, que ha mezclado ya en su nueva vida en Suecia donde creó su sello de grabaciones propio, Tormina Records, o la girl band de punk pop Arre! Arre!. Mañana comprobaremos si Damunt nos vuelve a sorprender con este nuevo álbum, «Telepatía» (2016) grabado en el estudio de José M. Rosillo en Madrid.

De momento las dos canciones que ya ha adelantado en sus redes sociales vaticinan buenas vibraciones. Con una Lidia Damunt que vuelve a las andadas semiacústicas en su matrimonio ideal con su guitarra, «La Caja» no necesita más que su original y reconocible voz para definir un claro mensaje enmarcado por golpeos de cuerdas agresivos y certeros: hay que romper la caja en la que nos encierra el patriarcado, y Damunt no tiene complejos en denunciar que así sea. Quizá ser poco comercial hablar claramente de feminismo en un single presentación, pero imaginamos la respuesta de Damunt levantando los hombros: «¿Sabes qué? Que le den». Este fin de semana nos ha sorprendido con otra pista del álbum, «Bolleras como tú«. La canción nos retrotrae a una especie de romance adolescente, tan naïf y divertido dentro de la amargura del desamor de parking en el que la guitarra de Damunt hace de guía de una pegadiza tonada. Se acabaron las bolleras que molaban, joder, pero nos quedamos tarareando la melodía. Colabora a los teclados Hugo Sierra (ex-Prisma en Llamas y Margarita) cuyo último trabajo con Sierra, «Tiene mucha fuerza» ha sido editado también por el sello de la artista, Tormina Records, con Gramaciones Grabofónicas.

La portada corre a cargo de Elena Éper, un juguetón y geométrico mapa de los sueños en forma de Scalextric imantado. Mañana 22 de noviembre tendremos la oportunidad de escuchar el disco entero de Lidia Damunt y estudiar con detenimiento lo que nos ofrece este proyecto. Con lo que nos quedamos de momento es pura esencia Damunt: voz, reivindicación y las tablas de la que es la artista murciana definitiva.

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