¿Solterona? Sí, gracias.

¿Cuántas veces te han dicho “¡qué se te pasa el arroz!”? Si te chirría el oído al escuchar estas palabras deberías leer Solterona de Kate Bolick (Malpaso, 2015). Una denuncia social al patriarcado, que ya se ha convertido en un fenómeno editorial en EEUU.

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Bolick nos habla de sus dudas y experiencias a modo de ensayo, entrelazando vivencias propias con datos estadísticos, reflexiones y momentos decisivos en su vida. Aquellos en los que la obra de sus “despertadoras” le hicieron dar un giro de 180º. Situaciones decisivas bajo la influencia de:

  • Neith Boyce, columnista de Vogue en el S.XIX: ”nunca seré un moza vieja porque he elegido ser una chica soltera”.fullsizerender-2
  • La poetisa Edna Millay: “en un mundo que sigue dando por sentado que las mujeres pueden ser bonitas o inteligentes”.fullsizerender-6
  • La Prolija Maeve Brennan, columnista de The Newyorker en los años 50: “…escribía sobre si misma (…) Se limitaba a pasear sola por Nueva York, observando”.fullsizerender-8
  • La gran dama de Estados Unidos Edith Warthon: “se liberó de las convenciones sin abandonar su lugar”.fullsizerender
  • Por último, la feminista Charlotte Perkins: “la maternidad es un deber y una gloria común, intrínseca al hecho de ser mujer, pero relegar a las mujeres a este único papel atrofia su crecimiento creativo y personal: ellas también necesitan una vida profesional”.fullsizerender-3

La periodista Kate Bolick (Cosmopolitan, Elle, Vogue, The New York Times, The Wall Street Journal) nos hace un repaso de la historia del feminismo, analizando el origen de la palabra Spinster (solterota en ingles, hilandera), la situación laboral de la mujer, dejando en un segundo plano los cánones maritales y centrándose en la necesidad de encontrar una identidad propia. “Nuestra sociedad nos dice que una solterona es alguien sin futuro, no una mujer que corre hacia él. ¿Por qué las mujeres siempre tienen que dejar su matrimonio para lograr lo que desean?¿Por qué no pueden lograr antes lo que desean?

Partiendo desde la idea de que la independencia es el derecho por nacimiento de su generación, nos acerca la necesidad de sus “deseos de solterona”, término que usa para referirse a “los placeres extravagantes que supone, sencillamente, estar sola”.

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Kate Bolick

Bolick intenta alejase de la idea trasnochada de “solterona busca esposo” (propia de Carrie Bradshaw, Ally McBeal o Bridget Jones), donde parece que una mujer de treinta y tantos tiene que estar “desesperada” por casarse y no estar sola; objetivo principal para sentirse segura y completa. El resultado es muy diferente, a veces su búsqueda personal la hace parecer frívola. Para ella, “una vida de solterona no es fácil ni esta hecha para cualquiera, pero, si se cultivan unas cuantas cualidades y hábitos claves, puede ser la mejor opción. (…) Una joven soltera debe, por encima de todo, tener seguridad” .

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Con su análisis, Bolick nos hace reflexionar sobre dónde se encuentra el parámetro que delimita cuándo se es una solterona: ¿antes de casarse?, ¿una viuda es una solterona?, ¿una divorciada?… Como ella misma cuenta en el libro: ”En cierta ocasión, una mujer le dijo que, a finales de los años treinta, cuando su abuela cumplió dieciocho, su padre, abogado, se había vuelto hacia ella y le había dicho: ‘cariño, a partir de hoy eres una solterona a los ojos de la ley’”. En  realidad… ¿todas somos en algún momento solteronas y solo dejamos de serlo en ciertos momentos de nuestra vida?

Sin lugar a duda la Solterona de Bolick es un ensayo que te lleva a la reflexión y al conocimiento, un libro de consulta fundamental para la biblioteca de cualquier mujer valiente, independiente, luchadora, trasgresora, moderna.

Yo ya lo tengo.

 

María Velvet

 

 

 

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