El día después de los atentados de París Warsan Shire no cambió su foto de perfil de Facebook con un «Je suis Paris». Ella escribió: «later that night / I held an atlas in my lap / Ran my fingers across the whole world / And whispered / Where does it hurt? / It answered / everywhere / everywhere / everywhere.» (más tarde esa noche/ apoyé un atlas en mi regazo/ recorrí con el dedo el mundo entero/ y susurré/ ¿dónde duele?/ Me respondió/ en todas partes). Sólo por versos como ese Shire ya tendría que haber sido considerada una estrella del pop, pero desde hace ocho días, lo es de forma colateral. Warsan Shire es la poeta londinense de origen somalí que consiguió el Young Poet Laureate en 2013, y desde que Beyoncé lanzara su último disco este pasado 23 de abril, un ejemplo al que seguir por millones de fans que desconocían su obra.

«Lemonade» merece una mención aparte. El aclamado último trabajo de la cantante que ha dejado enamorados a crítica y público y no por las razones únicamente comerciales que siempre arrastra la diva del R&B. Esta vez Beyoncé ha cuidado al detalle la producción del álbum y se ha rodeado de artistas como Lealou SenbanjoChloe x Halle, Amandla Stenberg, Zendaya, Ibeyi, o la propia Karen O de los Yeah Yeah Yeahs, y sí, también Warsan Shire y sus poemas, que suenan en el disco de forma recitada o en las propias letras. Así, una escritora minoritaria, aunque reconocida en su país y sobre todo en Australia, donde reside y lucha por los derechos de los aborígenes, se convierte en un nombre en mayúsculas a escala global. Pero, ¿su obra lo merece o vivirá de las rentas del «Lemonade»?

A pesar de la dificultad de los artistas africanos para acceder a la industria cultural y de la juventud de Shire (27 años), la poeta ha logrado desde su primera obra en 2011 «Teaching My Mother How To Give Birth» resultar brillante y reivindicativa al mismo tiempo. Después formaría parte de la antología «Salt Book of Younger Poets» (Salt, 2011) y en 2015, después de unos años con su blog cerrado y una escasa vida en las redes sociales publicó «Her Blue Body». 

Su originalidad reside en la visión de análisis de este maltrecho mundo y su capacidad para expresar el dolor que este le produce pero sin mostrar el desaliento. Defiende los derechos de la mujer («To my daughter I will say / ‘when the men come, set yourself on fire’ «) de los refugiados («You have to understand / that no one puts their children in a boat / unless the water is safer than land»)y los inmigrantes, como en el poema «Conversations About Home» (“My home is the mouth of a shark, now my home is the barrel of a gun. I’ll see you on the other side.”), aunque quizá su poema más conocido y en el que se inspira Beyoncé es «“For Women Who Are Difficult To Love”, cuyo vídeo se convirtió en viral.

Puedes disfrutar de su bandcamp «Warsan Shire vs Melancholly», con varios audios de spoken word y a la espera de que encontrar sus poemas en español, leer este con traducción de Adrián Martínez de la web Terrario y darte cuenta que Shire es la única que entiende lo que está pasando en este planeta.

CASA

 

Nadie deja casa a menos
que casa sea la boca de un tiburón
solo corres hacia la frontera
cuando ves a toda la ciudad haciéndolo
también
A tus vecinos corriendo más rápido que tú
con aliento sangrante en sus gargantas
el niño con el que fuiste a la escuela
que te besó hasta marear detrás de la fábrica de latas
está sosteniendo una arma más grande que su cuerpo
Solo dejas tu casa,
cuando casa no dejará quedarte

Nadie deja casa a menos que la casa te persiga
con fuego bajo los pies
sangre hirviendo en el vientre
no es algo que jamás hayas pensado hacer
hasta que la navaja quema amenazas
en tu cuello
e incluso entonces cargaste con el himno
bajo
tu aliento
destrozando tu pasaporte en el aeropuerto
en excusados
sollozando mientras cada manojo de papel
hacía más claro que jamás te encontrarás
regresando.

Tienes que entender
que nadie pone a sus hijos en un bote
a menos que el agua sea más segura que la tierra
Nadie quema las palmas de sus manos
bajo trenes
entre vagones
nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión
alimentándose de hojas de periódico
a menos que los kilómetros viajados
signifiquen algo más que una travesía

Nadie quiere ser objeto de golpes
de lástima
Nadie escoge campos de refugiados
o revisiones de cavidades donde
tu cuerpo es dejado doliente
o la prisión
porque la prisión es más segura
que una ciudad en llamas
y un guardia de prisión
en la noche
es mejor que ser la carga de un camión
lleno de hombres parecidos a tu padre
nadie podría soportarlo
nadie tendría las agallas
nadie tendría la piel suficientemente dura

Los
“váyanse a casa, negros”
“refugiados”
“sucios inmigrantes”
“busca-asilos”
“quieren secar las riquezas de nuestro país”
“negros con las manos arriba, huelen extraño”
“salvajes”
“jodieron su país y ahora quieren joder el nuestro”
“¿Cómo es que las palabras, la apariencia sucia, rueda por sus espaldas?”
Quizás sea porque estos golpes son más suaves que perder un miembro.
O que las palabras son más tiernas
que catorce hombres entre tus piernas
O que los insultos son más fáciles
de tragar
que el escombro
que los huesos
que el cuerpo de tu niñez
en pedazos.
Quiero irme a casa,
pero casa es la boca de un tiburón

Casa es el barril de un arma
y nadie dejaría su casa
a menos que casa te persiguiera a la costa
a menos que casa te dijera:
que apretaras el paso
dejando tus ropas atrás
que te arrastraras por el desierto
que naufragaras por los océanos
“ahógate
pero sálvate
sé el hambre
implora
olvida el orgullo
tu supervivencia es más importante”
Nadie deja casa a menos que casa sea una voz sudorosa en tu oído
diciendo:
“Vete,
corre lejos de mí ahora
No sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier lugar
es más seguro que este”.

 

HOME

 

No one leaves home unless
home is the mouth of a shark
you only run for the border
when you see the whole city running as well
your neighbours running faster than you
breath bloody in their throats
the boy you went to school with
who kissed you dizzy behind the old tin factory
is holding a gun bigger than his body
you only leave home
when home won’t let you stay.
no one leaves home unless home chases you
fire under feet
hot blood in your belly
it’s not something you ever thought of doing
until the blade burnt threats into
your neck
and even then you carried the anthem under
your breath
only tearing up your passport in an airport toilets
sobbing as each mouthful of paper
made it clear that you wouldn’t be going back.
you have to understand,
that no one puts their children in a boat
unless the water is safer than the land
no one burns their palms
under trains
beneath carriages
no one spends days and nights in the stomach of a truck
feeding on newspaper unless the miles travelled
means something more than journey.
no one crawls under fences

no one wants to be beaten
pitied
no one chooses refugee camps
or strip searches where your
body is left aching
or prison,
because prison is safer
than a city of fire
and one prison guard
in the night
is better than a truckload
of men who look like your father
no one could take it
no one could stomach it
no one skin would be tough enough
the
go home blacks
refugees
dirty immigrants
asylum seekers
sucking our country dry
niggers with their hands out
they smell strange
savage
messed up their country and now they want
to mess ours up
how do the words
the dirty looks
roll off your backs
maybe because the blow is softer
than a limb torn off
or the words are more tender
than fourteen men between
your legs
or the insults are easier
to swallow
than rubble
than bone
than your child body
in pieces.
i want to go home,
but home is the mouth of a shark

home is the barrel of the gun
and no one would leave home
unless home chased you to the shore
unless home told you
to quicken your legs
leave your clothes behind
crawl through the desert
wade through the oceans
drown
save
be hunger
beg
forget pride
your survival is more important
no one leaves home until home is a sweaty voice in your ear
saying-
leave,
run away from me now
i dont know what i’ve become
but i know that anywhere
is safer than here.