Se han hecho esperar. Lo bueno es que ha merecido la pena. Tres años después del magnífico «Silence Yourself» las londinenses Savages vuelven al primer plano de la actualidad musical con un álbum definitivo y abrumador, la madurez suprema en forma de canciones bien hechas, como es este «Adore life«. Desde una portada simple y rompedora (puño ensortijado en alto) a un concepto claro e intenso (el amor en todas sus formas, y punto), Savages pasan de ser una moda pasajera a demostrar que no son una girl band siniestra producto de la Pitchfork. Hay corazón aquí, y nos lo creemos.

Dicho quede que ya nos ganaron con su disco de estreno, cuando tuvimos la suerte de verlas en el Primavera Optimus de 2013 quemando el escenario y sudando cada tema. El potente directo y supremo carisma de su líder y cantante, Jenny Beth, nos envolvió por completo y sus desgarradores gritos nos sacaron de la bruma de la embriaguez del festival. Estábamos vivas. Pero en el globalizado universo artístico en el que vivimos, donde cada minuto nace la nueva esperanza musical del año, Savages parecían tenerlo todo y a la vez ser esa su mayor debilidad: eran Sioxie, eran Gang of Four, hasta se las llegó a etiquetar «las Joy Division femeninas» con una Beth realmente próxima a los meneos epilécticos de Curtis en el escenario. Quizás su futuro era morir de éxito.

Ahora sabemos que no. Y que si eso sucede, al menos habrán dejado un gran disco en el camino. Jehnny Beth, Gemma Thompson, Ayse Hassan y Fay Milton continúan en su estela post-punk y noise rock, pero sus letras y símbolos dan un paso al frente. Desde la canción que da título al disco, el epifánico «Adore Life», donde, en un oscuro Adele’s-Hello, Beth desgrana el abandono de ser amado, a pesar de seguir amándolo, por la necesidad de atrapar toda la esencia de la vida misma. Duro, triste y genial. Hay también espacio para la libertad sexual (When I take a man/ Or a woman/ They’re both the same/ They’re both human), los celos, la lucha de poder en una relación y hasta el sadomasoquismo. Ellas responden a una: «Love is the answer».

Producido por Trentemoller, mezclado en Copenague y bajo los mandos de Matador Records,»Adore Life» es un soplo de energía a una muchas veces mediocre oferta musical, también entre las bandas femeninas, sobre todo en los sonidos más duros. El tiempo dirá si la pose no se evade, pero si teneis oportunidad de verlas en directo puede que la respuesta os llegue sola: donde hay oscuridad, hay luz.