Poca broma con el susto que nos han metido esta semana los responsables del Cuartel de Artillería del Barrio del Carmen. Un comunicado en el que se anunciaba el cierre «temporal» de sus instalaciones sin más motivo que la aparente imposibilidad de hacerse cargo de su mantenimiento y que en pocas horas alteró las redes sociales, indignadas y sorprendidas ante una decisión repentina y sin vuelta atrás. Pero esto es Murcia y todo es jauja, así que en el mismo día se vuelve a desmentir el discurso oficial y como si no hubiese pasado nada, la vida sigue. Pero la amenaza está ahí. La cultura hace tiempo no sale rentable en esta ciudad y este país, incapaz de saber gestionarla y de arriesgarse con nuevas ideas que puedan dar un vuelco radical, lejos de los mismos nombres habituales. Ojalá y la retracción haya sido fruto de una reflexión real y no por miedo electoralista ante las fechas que vienen.
Hace ya un tiempo que hicimos un especial al Cuartel de Artillería, centro neurálgico de la escena cultural de El Carmen, un barrio con encanto y posibildades pero también muy desgastado por el ruido, la contaminación y la dejadez de no ser cara visible del centro de Murcia. La intención está ahí y las escasas actividades se suceden en el Cuartel, suponemos, al límite de sus recursos ante la lucha eterna por las instalaciones culturales del Ayuntamiento con la Comunidad Autónoma. Pero este edificio puede dar mucho más. Con aires de el Matadero de Madrid, el dejar entrar nuevas propuestas, residencias o conciertos y que no se cerraran a unas mismas actividades, bien bonitas, pero que ya se conocen, podría aumentar notablemente la calidad y por lo tanto la afluencia de público, y también, si se sabe hacer y se trata de eso, de dinero.
Hoy presentamos un bello proyecto de las chicas del colectivo MODAlogía, instaladas en el Cuartel de Artillería: un Give-Box cuyo objetivo es reutilizar la ropa y crear un mapa emocional de la misma. Concienzadas con la cantidad de ropa que se produce en el mundo y la explotación de recursos y personas que ello conlleva, nos proponen una Give-Box permanente en el que dejar prendas que no queramos y a cambio poder llevarnos otras, un trueque o simplemente cesión en el que ademá se podrá dejar un mensaje escrito para la siguiente persona que se adueñe de nuestra ropa, para reivindicar el consumo responsable.
También crece el Cuartel con la convocatoria para nuevos proyectos de la Sala Ferrocarril, un espacio dedicado al Barrio del Carmen en el que se valorarán las ideas que beneficien la calidad de vida de los vecinos y suban el nivel de la cultura entre vecinos y visitantes. Una oportunidad para dejarnos de quejas y ponernos a la acción cambiando la escena desde dentro. Siguen los talleres habituales y también actualmente se puede disfrutar con la exposición de Natalia Forcada «Buscando el gran pez» hasta el 30 de octubre, sobre exhibición y nihilismo en la sociedad actual. Tenemos algo grande muy cerca, y no permitiremos que nos mareen usando los centros culturales y artísticos como primera moneda de cambio ante una nueva crisis. Defendamos la cultura con cultura.