Chica escribe sobre una chica que es un alter ego de otra chica. De fondo, suena un bolero, «Contigo en la distancia», que además nombra la obra. Novela de suspense, amor y literatura que ha conseguido llevarse el XVIII Premio de Novela Alfaguara. ¿Qué más podemos añadir? Que lo que nos llevó a escarbar un poco más en las entrañas de esta escritora, Carla Guelfenbein, señora de las letras chilenas, fue precisamente el oírla hablar por la radio de su novela la semana pasada, con una pasión, luz y vitalidad con las que su cantarina voz sonaba por los altavoces. Imposible no pensar que dentro de Guelfenbein no habita un reino fértil por descubrir.

«Contigo en la distancia» es su última y premiada novela. Y decimos que es una matrioska de chicas creativas porque la protagonista de Guelfenbein es una escritora, Vera Sigall, cuyo personaje está basado en Clarice Lispector, autora brasileña de origen judío y desconocida y muy interesante artista prolífica. La historia une a dos generaciones y dos momentos, los años 50 y la actualidad, y a diversos lugares que tienen más que ver con el hogar y el arraigo que el país en sí. «Contigo en la distancia» es el nombre de un bolero pero también una de las obras más personales de Guelfenbein, fan declarada de Lispector, que sin querer adentrarse en la novela policíaca tinta de negro algunos de los caminos que sus atormentados personajes deberán recorrer.

Carla Guelfelbein (Santiago, 1959) se exilió a Inglaterra tras el golpe militar del 73 y ha trabajado como publicista, diseñadora gráfica, editora de moda y columnista en varios medios. Antes de esta obra, escribió cuatro novelas: «El revés del alma» (2002), «La mujer de mi vida» (2005), «El resto es silencio» (2008)y «Nadar desnudas (2012). La desbordante energía de Guelfenbein y su amor por la literatura, además del regalo de descubrirnos a la genial Clarice Lispector, toda una secreta personalidad y obra de estudio, se merece una segunda escucha de la entrevista de Radio 3 que os enlazamos aquí.