Detrás del streetstyle, de los patakys, del mamoneo y disfrute de la moda hay todo un mundo que ya se ha hecho grande. Hay una gran industria monopolizadora y monstruosa, y también hay diseñadores artesanos. locales y muy jóvenes que luchan por hacerse un hueco con propuestas innovadoras. Lo que no debemos olvidar es que aunque la moda no nos interese, todos somos parte de ella como consumidores y testigos, y como tales tenemos voz y responsabilidades.

Esta semana se celebra el Fashion Revolution Day, una idea que surge de la cabeza de Carrie Sommers, una de las primeras diseñadoras que se basó en la ethical fashion, junto con la activista de moda Orsola de Castro y la periodista Lucy Siegle después de la tragedia del Rana Plaza, cerca de Bangladesh, el 23 de abril de 2013. Era un edificio de talleres textiles de características infrahumanas que se derrumbó matando a 1135 personas e hiriendo a más de 2500, provocando una protesta social masiva en todo el mundo, que como de costumbre, desaparece cuando ya no está en los medios. Para que la memoria no lo borrara, las tres activistas empezaron un movimiento que ya se ha convertido en global y al que ya se han unido países, firmas e incluso empresas.

Aquí a Murcia llega esta edición del Fashion Revolution Day de la mano del Colectivo MODAlogía, un proyecto de las investigadoras Alicia Flores Álvarez, Marian Pérez y Valle Motos, que actualmente realizan su residencia en el Cuartel de Artillería de Murcia. El colectivo propone diferentes actividades para concienciar al consumidor bajo el lema «¿Quién hizo mi ropa?» y cuyo objetivo es «observar e investigar los flujos de la moda, tanto en el comportamiento de quienes la consumen como de aquellos que la producen, con la finalidad de fomentar y concienciar sobre la necesidad de asumir nuestra responsabilidad socioeconómica y medioambiental en todo el proceso.»

Las chicas de Colectivo MODAlogía, que desarrollan el FRD en Murcia.

Y es que además de remover conciencias, el programa preparado es pura diversión. Durante este fin de semana, del 24 al 26 de abril, podremos disfrutar de charlas, talleres, speakers’ corner, intercambios de ropa, photocalls, aperitivos «slow» y todo un montón de actividades que puedes consultar aquí. La revolución no lo cambió todo en un día, pero desde luego es necesaria para empezar a hacernos preguntas, y con ellas, cambios hacia un mundo mejor.