Pocas veces se consigue la conjunción perfecta entre disciplinas cuando hablamos de un formato pequeño como el videoclip. Hoy sin embargo, os traemos un viaje en sí mismo que no cabe en una única etiqueta: es cine, es música, es performance, danza y poesía. Y todo esto resulta cuando detrás hay proyectos artísticos como La Cura.
El equipo creativo que comenzó como un grupo de artistas con ganas de colaborar entre ellas sigue creciendo con propuestas sorprendentes. Lo nuevo de La Cura viene de la mano de Sebastián Orellana aka Dios Perro, el vídeo de «Palomita Blanca» , que ha encontrado en el colectivo la manera perfecta de materializar la emoción de su música con la fuerza del audiovisual. En este nuevo trabajo cuentan no solo con el equipo primigenio (Verónica Morales, Pilar Angulo, Alejandra Amere, Carmen Hinojosa y Juanma de la Cruz), sino con la participación de un nuevo elenco de intérpretes: Herminia Loh, África de la Cruz, Ángela Curva, Lucía Bocanegra, Irene Ventura- Lucena, Laura Morales; el fichaje estrella en producción MJ Márquez y la colaboración de la marca de ropa OHSHIT.
Tras su trabajo con Bazofia llegó el confinamiento, pero en lugar de secar su caudal creativo, La Cura lo usó para rearmarse. “En los meses de encierro, las películas y los libros fueron la salvación, ayudó a concentrarnos mucho en el proceso creativo y hacernos con una fuente extensa de referencias para construir Palomita” .
Así, disfrutamos en «Palomita Blanca» de un pedazo de cine en estado puro, con referencias a directores como Jean Cocteau, Mijail Kalatozov, Charles Laughton o Nadine Labaki o fotógrafes como Masaaki Miyazawa, Jon Cazenave o Imogen Cunnigham. Aunque según cuenta, el germen surgió de la serie de dibujos “Over the Garden Wall”, «una historia que ocurre dentro del bosque, y nos sitúa en el limbo, en ese estado mágico entre la vida y la muerte». Todo para contar la historia de un peregrino en busca de su hogar donde las narradoras son las cinco mujeres que mantienen la cadencia y el ritmo de la obra en una hipnótica procesión. Imposible despegar la mirada.
Cuando leemos a las integrantes de La Cura hablar de su proyecto, sabemos que no estamos ante una formación convencional. Lo supernatural, en el sentido literal de la palabra, y la comunión sorora son elementos esenciales. «Imagino que todas, aparte de ser trabajadoras contando las historias de otras personas, teníamos el impulso de manejar nuestra propia barca y contar todo eso que nos quema la barriga y no solo contar si no ser dueñas del como contarlo. Eso es muy importante. El cuidado del equipo, la importancia de los detalles, el valor de lo mágico dentro del precario realismo que nos rodea como trabajadoras, eso era importante. Aunque el núcleo del proyecto seamos nosotras contamos con la colaboración de personas a las que también admiramos en lo que hacen y que complementan con nuevas perspectivas nuestra narrativa«, contaban para Kluid Magazine. Entrar en su mundo es desaparecer, gozosamente, por unos momentos de este. Seguid la pista a quienes marcan el camino propio.