NI el patriacrcado, ni los micromachismos, ni la falta de educación y conciencia en el trato igualitario a la mujer: una de las mayores quejas de que ha arrastrado desde siempre el feminismo no viene de sus detractores, sino de sus defensores. Ante el repunte del interés a la lucha y cada vez más medios y colectivos implicados se le puede poner una pega, que no es pequeña: se trata de feminismo blanco y burgués, que a veces deja fuera otras sensibilidades y estratos sociales y raciales. De eso queremos hablar en este primer capítulo, presentando en este caso a nuevos grupos que enmarcan la reivindicación feminista en su marco particular.

Olivia Park y Esther Fan, las fundadoras.

Es el caso de Sad Asian Girls Club, el colectivo de Olivia Park y Esther Fan, dos estudiantes de diseño gráfico de Rhode Island que se hartaron de verse representadas por rancios tópicos asiáticos y decidieron apostar por un colectivo artísitico para hacerse escuchar. Al principio, ni siquiera encontraron el apoyo de la comunidad asiáticoamericana, cuyas nuevas generaciones se consideran 100% yanquis y no quieren entrar en tal debate. Pero ellas relatan que no se trata de volver al papel de la inmigrante sino de no olvidar las raíces y encontrar un sitio propio, dejando fueran ideas predeterminadas y falsos mitos.

Fue con su primer proyecto, el vídeo «Have you eaten?», llamaron la atención entre los colectivos artísticos en forma de una charla entre hijas y madres asiáticas. A partir de ahí, posters, pegativas, vídeos, zines y mucho trabajo de social media para denunciar una situación que las enfurece: el fin es acabar con el «combo» de sexismo y racismo que sufren al mismo tiempo. Entre sus eslóganes, las pegatinas que puedes descargarte de su facebook y que incitan al DIY, completando la frase: «Las mujeres asiáticas no son…» y encontrando ya ejemplos como «…no son pasivas, débiles o calladas», «…no son tu disfraz de halloween» o «… no son tu fantasía sexual exótica». Cualquiera puede colaborar con ellas a través de su página para intentar cambiar ese «Sad» de su etiqueta, y que define la propia Fan: «Esa «sad girl» es la identificación de cualquier individuo asiático como mujer que está luchando para encajar en algún tipo de molde, cometidas por la sociedad occidental y la sociedad asiática . Hay diferentes expectativas de ambas partes que constantemente tienen que elegir entre o simplemente ser aislado por ambos.»