Nos adelantamos a lo que promete ser otro verano plagado de festivales con La Mar de Músicas, uno de los mejores inventos culturales que nos ha dado la región: un evento multidisciplinar que aprovecha preciosos escenarios de la ciudad de Cartagena, y que cada año se compromete con un cartel de calidad en letras, cine y sobre todo música, hasta haberlo convertido en uno de los encuentros con más reconocimiento de crítica y público del país. Este año está dedicado a Chile, pero son muchos y grandes los artistas que vamos a encontrar en un programa inabarcable, que también tiene hueco para bandas locales, y que podéis degustar al completo aquí. Como siempre, destacamos las propuestas femeninas que más nos han llamado la atención:

ANA TIJOUX: la llaman la «Lauryn Hill latina» y se quedan cortos. De ideario reivindicativo y hip hop guerrillero, esta rapera chilena es una gran conocida del público europeo y americano.

ZAZ: la artista francesa es todo un icono del nuevo swing en su país, y una eminencia entre los corrillos culturales de París. Derrocha un carisma natural en el escenario donde presentará su disco del 2014.

CAMILA MORENO: no puede definirse como folk porque a veces suena a rock, y de vez en cuando olemos algún atisbo electrónico. La cantautora chilena huye de estereotipos y viene en solitario a demostrar que ya no es más una «artista revelación».

FRANCISCA VALENZUELA: ha dado el salto al mainstream-indie y ya es musa habitual de grandes festivales, donde la joven chilena canta sus canciones amor, feminismo y derechos sociales.

JAVIERA MENA: otros de los nombres más sonados del festival, vuelve por segunda vez a La Mar de Músicas la que dicen es la «reina del pop chileno». Ahora vuelve con sonidos más ochenteros listos para hacer bailar.

MELODY GARDOT es conocida por el terrible accidente de tráfico que sufrió y que sirvió de inspiración para uno de los mejores discos de la artista. Jazz y folk emocionante para una artista que resucitó a través de la música.

PASCUALA ILABACA toca el acordeón y renueva el folclore chileno, pero añade a veces bases electrónicas y a veces dulces voces, a veces la comparan con Violeta Parra y a veces repasa la música tradicional hindú. Un jeroglífico en el que se disfruta adivinando.

Tenéis todo el mes de julio para elegir entre decenas de artistas y disfrutar de la música en un festival que cuida su cartel y reconoce que a veces se pueden hacer eventos culturales bien hechos en esta región. Desde aquí apoyamos La Mar de Músicas por muchos años.