Nos llena de orgullo y satisfacción dedicarle nuestro post de hoy a la francesa Esther Duflo, que ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales por sus «innovadoras y decisivas contribuciones a la economía del desarrollo y al estudio de las políticas contra la pobreza», según ha dicho el jurado. No tanto es el honor de un premio algo ranciote, sino más bien por la capacidad de este en provocar publicidad y expandir el conocimiento de la obra de Duflo en medios y por lo tanto, entre la gente.

Esther Duflo (1972) nació y estudió en Paris, donde se doctoró en económicas. Entre sus proyectos, es co-fundadora y directora del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab, profesora de Reducción de la Pobreza y Economía del Desarrollo en el MIT, investigadora asociada en el National Bureau of Economic Research (NBER) de Estados Unidos, del Bureau for Research and Economic Analysis of Development  y es directora del programa de economía del desarrollo del think tank Center for Economic and Policy Research. Cuatro cosillas de nada.

Pero no es tanto el palmarés de Dufló como su nueva visión al plantear el problema de la pobreza mundial. Afirma que la economía es «la cienca más triste», que se debe «subir los tipos marginales de las rentas más altas, para desicentivar los altos salarios» o que para conseguir políticas económicas eficientes en los países de subdesarrollo los investigadores deben «ponerse en el lugar de las personas más pobres». Mejor escucharla que contarlo. Nuestra más sincera enhorabuena.