Ser guionista y mujer en Hollywood no era una buena idea en los años 20, y parece que desde entonces tampoco se ha avanzado tanto. La inclusión de la mujer en la industria (real) del cine más allá de sus papeles como actriz ya está empezando a considerarse como algo habitual, pero sigue llamando la atención. Hoy, podemos enorgullecernos de tener grandes guionistas españolas, como Iciar Bollaín o Alicia Luna, de exitosas series como Lena Dunham (“Girls”), Susan Miller (“Treintaytantos”) o Jenji Kohan (“Weeds”) o mediáticas como Diablo Cody o Sofia Coppola.

Este año en el Festival de Cine de San Sebastián se rinde homenaje con una retrospectiva a Dorothy Arzner (California, 1897-1979), la que fue una de las directoras de cine más importantes de su época y pionera en un mundo totalmente dominado por hombres. Arzner empezó como guionista y transcriptora de manuscritos, como Fances Marion o Frederica Sagor Maas, pero solo ella logró hacerse un nombre como directora de films propios, y bajo su mando tuvo a artistas de la talla de Clara Bow, Katharine Hepburn, Fedric March, Rosalind Russell, Claudette Colbert, Maureen O’Hara o Joan Crawford.

Primera mujer en unirse al sindicato de directores en 1933 y única miembro femenina durante décadas, en sus películas reflejaba diferentes roles femeninos, tocando la moral a una rancia América poco acostumbrada a ver en pantalla a chicas solas en la gran ciudad, buscándose la vida (“Working girls”) o de fiesta salvaje (“Wild Party”). Primera mujer en dirigir una película sonora (“Manhattan Cocktail”), pasaba del melodrama a la comedia con facilidad y éxito por igual (“Craig’s Wife”, «Merrily we go to hell» o “The Bride wore red”), aunque la reivindicación de su aportación al mundo del cine le llegó en los 60 de la mano del movimiento feminista.

Mucho más que una directora al uso, también pasó a la historia por inventar el micrófono jirafa y por vivir una relación pública con una bailarina de la época, Marion Morgan, lo cual, curiosamente para aquella época, se vivía de forma totalmente normal. La que empezara como guionista y montadora de películas de Valentino se terminó convirtiendo en un icono del cine, a la que años después se le siguen concediendo merecidos homenajes.