Quién le iba a decir a Michael Eavis cuando en los 70 creó el Pilton Festival, que su universo hippie de campamentos de curación y nubes de energía musical se acabaría convirtiendo en escenario para divas como Beyoncé o pasarela de street style, habiendo más acreditados de la Vogue que de la NME. Pero el mundo cambia y más rápido todavía si huele el dinero. El festival de Glastonbury, que a pesar de haber perdido su inical espíritu Woodstock, sigue reuniendo año tras año a miles de personas que saben que es uno de los eventos musicales de referencia, o al menos, una de las grandes fiestas de la temporada.
Ante un inmenso line-up pocas novedades en primera plana: de Metallica a Lana del Rey, de Arcade Fire a The Black Keys o Massive Attack, los Pixies o Mogwai. Cartelón, sin duda, pero como un inmeso catálogo imposible de abordar y en el que ni las terribles tormentas eléctricas que hicieron suspender los conciertos durante un rato hicieron decaer a los asistentes, acostumbrados como parte más del cartel al barro y la lluvia.
Pocas sorpresas también respecto a las chicas del Glastonbury, lo que no quiere decir que no sea un magnífico elenco. Destacamos:
BLONDIE: Debby Harry siempre va a estar en nuestro top 1 aunque ya no sea ni una sombra de lo que era. Abanderada del punk rock, new wave e incluso el disco entre los 70 y 80, la banda sigue en activo con algunos cambios evidentes de formación. Ya en el 2008 en el Summercase de Barcelona la rubia nos sacó los colores a los que no se creían su estado de forma, y seis años después sigue en primera línea, tirando de grandes éxitos, pero de forma merecida.
HAIM: de un mito a la nueva ola. Las tres hermanas de California de las que dicen son las Fleetwood Mac femeninas también parecen en ocasiones más un lookbook de Pull&Bear que una banda real, pero no se les pueden negan unas canciones soleadas y simpáticas, y un disco, «Days are gone», avalado por crítica y público.
WARPAINT: rockart experimental, ¿alguna idea? A pesar de las etiquetas Warpaint tiene un sonido propio que a veces se empaña por la obsesión comercial a reinterpretar las bandas de chicas con diferente sonido. «Exquisite corpse» (2007) remontaba una psicodelia melódica que se supera en «The fool» (2010) y «Warpaint» (2013).
MIA: abrió el escenario West Holsts con la expectación habitual que levanta la de Londres. Del hip hop a la electrónica con su reconocible tufo a «músicas del mundo» (sea lo que sea esa etiqueta), MIA ha sabido no dejarse encasillar como producto de un solo uso, y alternar las polémicas comerciales con respetados premios, hasta ser nombrada por la Times como una de las mujeres más influyentes del mundo.
DOLLY PARTON: la reina del country no tiene problema en compartir escenario con Ed Sheeran, Kasabian o The 1975. La chica de Tennessee con más de 100 millones de discos vendidos a sus espaldas recordó sus grandes éxitos, de «Hello, I´m Dolly» a «Here you come again», dejando claro que para diva, ella.
La lista de artistas del Glastonbury es tan inabarcable como deliciosa. Top of the Pops como Lilly Allen o Sophie Ellis Bextor, pero también delicatessen como Ellie Goulding, Lucy Rose, Courtney Barnett, Nina Persson, Care Le Bon, Ana Calvi o Juana Molina. Tan recomendable como investigar el line up, la película documental del 2006 de Julien Temple, «Glastonbury«, que nos recuerda que al gran festival podremos criticarlo, pero siempre querremos asistir.
