Como el lunes pasado fue festivo, nos quedamos en el limbo electrónico y no pudimos recomendaros a unas cuantas muchachas que no teníais que perderos si catábais el Sónar 2014, celebrado el pasado fin de semana. El festival de Barcelona, cuya marca ya han adquirido en Bogotá, Santiago de Chile y Copenhague, sigue siendo una de las grandes fechas festivaleras del año, batiendo récords en esta nueva edición con casi 110.000 espectadores. Música sin fin, el Sónar de Día (que atrajo a casi la mitad de los asistentes) y actividades paralelas hacen de este evento uno de los grandes de el país, que aunque ya no es ningún outsider (hasta lo patrocina Bershka) su delicatessen musical lo sigue haciendo un perla entre decenas de festivales sin identidad.

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Robyn y Royksopp

Entre las grandes triunfadoras de la noche se encontró Neneh Cherry, que en muy contadas ocasiones se pasea por nuestros escenarios patrios. Con sólo batería y sintetizador presentó su nuevo disco (el primero en casi veinte años), «Blank Project», que indica que ha valido la pena esperar. La cantante está en plena forma y derritió a los asistentes con una voz que sigue siendo lo mejor de su repertorio.

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Neneh Cherry

Otras de las grandes estrellas era la sueca Lykke Li, que con su disco «Wounded Rhymes» se ha metido en el bolsillo a crítica y público de medio mundo. Cantante y actriz, dulce y provocativa, entre el pop y la electrónica sedujo en la noche del sábado sin problemas. También el sábado, el siempre divertido trío francés Yelle con Julie Budet a la cabeza, empapó de alegres ritmos pop y hip hop  una noche con grandes nombres.

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Lykke Li

Entre muchísimos otros, también destacamos a la californiana Tokimonsta y sus samples de la Motown con perturbadores sonidos, la danesa MO (con la «o» atravesada) que entre el bass music y el funk esta jovencísima estrella es puro descaro en el escenario, o la impoluta Monki, dj de la BBC, también apenas pasando la veintena, y que ya es una de las artistas y comunicadoras más influyentes de la escena alternativa británica.

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MO

Aparte de las grandes delicias musicales, el Sónar también nos dejó otras actividades como el Market Lab, el AppCafé, el Sónar Cinema y diferentes charlas y talleres. Dentro de la programación del Sónar+D, el congreso internacional sobre creatividad y tecnología, presentaba «Women Hackers«, sobre el difícil papel de la mujer en el mundo de la informática, la electrónica y las TICs en general, ciberfeminismo y hackeractivismo. Con la participación  de Nela Brown, directora del laboratorio artístico y tecnológico G. Hack, o los colectivo Donestech y Lelacoders, descubrimos las pioneras de la programación y los nombres en femenino de este mundo, quizás olvidados o deliberadamente obviados. El Sónar lidera el Hack School (un workshop para hackear lo inhackeable) y un encuentro transhackfeminista el próximo agosto cerca de Barcelona para reflexionar los caminos por andar en este difícil y patriarcal mundo. Siempre un paso por delante, el Sónar no deja indiferente.

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