Los americanos, y por ende el resto del mundo, acaban de descubrir a la comunidad transgénero. Y cuando decimos descubrir decimos hacerla cool. La actriz Laverne Cox es la protagonista de la portada del nuevo número de la revista Time, que tanto gusta de crear iconos, con doble jugada porque Cox es mujer transgénero y negra. Ya vemos a los neocons gritando: ¡arrepentíos! ¡Por fin ha llegado el fin del mundo, y viste de Zara!
Cox es famosa por su papel como Sophia Burset en la serie «Orange is the new black», una tragicomedia basada en las memorias de Pipe Kerman y sus experiencias en una cárcel de mujeres, que también merece reseña aparte por su genial desarrollo (se acaba d firmar la tercera temporada) y su magnífico casting de actrices, entre las que Cox ha supuesto una auténtica revolución.
«Señora, su hijo no saldrá de Nueva Orleans sin un vestido». Así «avisaron» a la madre de Laverne Cox sobre el cambio que estaba sufriendo su pequeño. El transgénero puede definirse como una expresión de la sexualidad diferente a la que la biología y la sociedad le han impuesto, sugiere esa falta de identificación con el sexo asignado, independientemente de ser heterosexual, homosexual, etc. La actriz, afroamericana transgénero, ha abanderado el movimiento LGTB y puesto cara a una realidad que muchos temían como el diablo.
RuPauls’ Drag Race
Pero la rigidez y la falta de luz sobre estos colectivos incluso salpica a la propia comunidad. RuPaul, la que puede ser la drag queen y hombre cisgénero más famoso del mundo, ha sido criticado duramente por usar el término «tranny» en su programa «RuPauls’ Drag Race», al considerarlo ofensivo para los transgénero. «Tranny» tiene por supuesto su origen en slang ofensivo e insulto, pero ¿no consideramos ya normal que Jorge Javier Vázquez o Mario Vaquerizo utilicen «maricón» casi como saludo? Lo decía Homer Simpson en aquel inolvidable capítulo en el que tenía que «salvar» a Bart de «convertirse» a manos del encantador vendedor de antigüedades: ¡nos estáis dejando sin insultos! ¡Mariquita es lo que usamos nosotros para reírnos de vosotros!
En España, Beatriz Preciado ha publicado e investigado sobre el movimiento queer y transgénero, y enseña Teoría del Género en diferentes universidades españolas y americanas. Podemos encontrar artículos suyos en el estupendo blog «Parole de Queer«, un lugar de reflexión que va mucho más allá de la defensa LGTB. Preciado, discípula de Àgnes Heller y Jacques Derrida, publicó en su «Manifiesto Contra-Sexual» (2002), basándose en las teorías de Michael Foucault, el decálogo feminista, queer y transgénero de este siglo. «Texto Yonqui» (2008), «El deseo homosexual» (2009) y «Pornotopía» (2011) son algunas de sus obras más destacadas y premiadas. Preciado expone algunas de las teorías más interesantes del género, enfatizando el glamour pasajero de lo queer: «Eso explica quizás que muchos de los nuevos adeptos que quieren identificarse como «queer», que quieren estar en la red de amigos de Manu Chao o adquirir el último e-book, no estarían dispuestos tan ágilmente a ser identificados como «transexuales», «sadomasoquistas», «tarados» o «bolleras». Será necesario en cada caso definir los contextos de uso, modificar los usuarios y sobre todo movilizar los lenguajes políticos que nos han construído como abyectos… de otro modo la teoría «queer» será simplemente parole, parole, parole…» explicaba en el anteriormente citado blog.
Beatriz Preciado por Lydia Lunch.
Si con Laverne Cox, la ganadora de Eurovisión Conchita Wurst (también era mujer transgénero Dana Internacional, la ganadora israelí del 90), la tenista Renee Richards (la expulsaron del US Open en el 76 por esta causa), Amanda Leopore (modelo, cara de los cosméticos Mac), el actor porno Buck Angel, el productor de hip hop estadounidense Katastrophe o el director de Matrix Larry Wachowski, se ha puesto cara al mundo transgénero, significa que estamos más cerca de una sociedad que ya no es blanca o negra, y en la que ser portada de la Time ya no será trending topic.
