Pocas profesiones hay tan honestas a la hora de contar la realidad como la del fotoperiodista. A través de su cámara se retrata la realidad tal y como es, sin palabras que se tergiversen de por medio, sin opiniones, sin la comodidad de un corrector ortográfico en la distancia. La realidad se pone ante sus narices, y ellos hacen click.
Y entre ellos, destacan los grandes, los que van un poco más allá y arriesgan su vida por enseñar lo que nadie quiere ver. Eman Mohammed es una fotoperiodista palestina de 26 años que desde el 2006 está retratando el conflicto palestino-israelí. Ganadora de multitud de premios dentro del PDN30, Local Testimony o World Press Photo, y mención de honor de Unicef, su joven labor se ha visto reconocida, no sólo por el valor de su trabajo en un ambiente tan hostil, sino por la calidad e impacto del mismo.
Su objetivo se centra en los bombardeos en la franja de Gaza, las invasiones de territorio, niños soldado, así como proyectos que tienen a la mujer como núcleo. Ha exhibido por toda Europa y Canadá y sigue trabajando en su país.
