Viajar al universo Garlo es hacer un doble periplo. Por una senda, la más cuidada y recta, un currículum repleto de exposiciones, ponencias y comisariados que la confirman como una de las profesionales de la fotografía más formadas de la región. El otro camino es más enrevesado, hay más ramaje, más curvas: todavía más interesante si cabe, y en él se observa el interior de la artista fuera de su carcasa académica, son sus fobias, sus deseos y pensamientos que chocan inevitablemente con un recorrido acomodado en la vida. Hoy entrevistamos a Miriam Garlo, la fotógrafa molinense que ha vuelto a lo grande con «El poder de lo frágil«, una exposición que reflexiona sobre los límites de la realidad contemporánea a través de la construcción de la imagen y que se podrá disfrutar hasta el 28 de octubre el la sala El Jardín de Molina de Segura.
Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Garlo es natural de Molina de Segura y a los 17 se marchó a Madrid, luego México, para volver con 30 a Murcia. Su paso por la universidad comenzó siendo, cuando menos, decepcionante. «Empecé a encontrarme aburrida y algo cansada porque sentía que siempre estudiábamos los mismos movimientos artísticos, obras, artistas, conceptos y puntos de vista. Yo intentaba tener paciencia y pensar que primero habría que estudiar lo clásico, lo tradicional y conocido para luego adentrarnos en ideas, formas de hacer y corrientes más particulares, precisas y políticamente incorrectas, pero al final el curso se acababa, llegaba el verano y cuando regresábamos en octubre,volvíamos a empezar de cero otra vez«. Por suerte una docente diferente se cruzó en su camino. «En cuarto me topé con la asignatura «Proyectos» dentro de la especialidad de Artes Visuales, la impartía la profesora y fotógrafa Toya Legido, de quién me impresionó su perspectiva irónica, lo entusiasta, crítica y mordaz que era y asistir a sus clases fue un lujo porque nos enseñaba propuestas artísticas de toda índole, de artistas totalmente desconocidas/os que creaban desde otros impulsos e intereses. A partir de los conceptos que reflexionábamos en clase comencé a realizar mis primeras series fotográficas y las opiniones de Toya, sus sugerencias y consejos me estimularon para seguir buscando e investigando cómo podía yo fotográficamente plantear lo que quería».
Abrazos mágicos
Decenas de talleres y becas en el arte visual abalan una vida profesional dedicada a una gran pasión, lo que termina siendo para ella la fotografía. «Me interesan todas las disciplinas artísticas, incluidas las que no se consideran dentro de las bellas artes,como la artesanía, la costura, la alfarería, etc. pero en estos casos suelo jugar con el azar y la improvisación. Sin embargo mi lenguaje expresivo por antonomasia, en el que concibo las ideas y me voy tutorizando poco a poco para sacar lo que necesito, es la fotografía». Es a través de esta disciplina donde consigue dar vida a su concepto artístico interior, y aunque no es fácil encontrar un único camino, Garlo tiene sus propias estrategias. «A veces me asalta una duda sobre un concepto o problemática y a partir de la sospecha comienzo a investigar teóricamente sobre él, cuando ya considero que tengo el suficiente material e información como para abordarlo, paso a traducirlo al lenguaje visual y fotográfico, aplicando toda la simbología que considere necesaria para que se entienda mi cuestionamiento y conclusión. En otras ocasiones, hago el viaje creativo en la dirección contraria, partiendo de la imagen y haciendo posteriormente el rastreo teórico, depende del formato en el que me surja ese concepto o problemática a trabajar. Lo verdaderamente importante es estar abierta, atenta y conectada a mí misma para percibir cuando algo que se manifiesta reiteradamente, tiene sentido y me está pidiendo que me ocupe de ello. Muchas veces este estimulo latente me sobreviene a partir de un sueño, de algo leído, una situación vivida, una conversación, un sentimiento o apreciación interior, etc.».
Dafne absorta
En su obra se puede encontrar un denominador común: la importancia del género y la identidad sexual como forma de representación del individuo y lo que somos en la sociedad. Garlo lleva años investigando en esta dirección. «Estos conceptos son concebidos, difundidos y publicitados hasta la saciedad a través de la cultura, para que no se nos olviden y con el claro objetivo de controlarnos y evitar que fluyamos con libertad. Nuestra cultura es un sistema de organización social y como tal, emite a diestro y siniestro que las personas son mujeres u hombres, que debe imperar la heterosexualidad y en un número mucho más limitado,y como excepción en depende que ámbitos, se puede tolerar la lesbianidad u homosexualidad, que las mujeres deben ser cariñosas, comprensivas y dóciles, y por contraposición los hombres pragmáticos, seguros y resolutivos, que unas se desplegarán en unos ámbitos y otros se ocuparan de otras áreas casi con exclusividad, etc.» Y precisamente porque sabe de lo que habla, hace más interesante su obra su contraposición radical a este pensamiento cosificador. «Pienso que estos estereotipos tan rígidos e irreales responden a parámetros totalmente inventados,y que en su raíz persiguen, claros objetivos económicos. En lo personal, no llevo bien estos esquemas tan austeros y reduccionistas porque dentro de mí me relaciono con mucha diversidad, ambigüedad, flexibilidad y riqueza, y siento que tengo derecho a vivirla y explorarla yo, y todas aquellas personas que por sus naturalezas o experiencias no pueden o no quieren ajustarse a un zapato de número 34 cuando necesitamos calzar el 39«. Esa rebeldía absoluta a dejarse etiquetar en un solo trazo es lo que enriquece su obra y la hace una de las artistas con más personalidad de la región.
Género Árbol IV
Porque de hecho no es fácil encontrar creadoras que hayan sabido reconocer y entender su idiosincrasia con tanta lucidez como Garlo. Ella se considera feminista por coherencia. «En la teoría feminista, como teoría crítica sobre el mundo y las personas, encuentro el manantial de agua que me mantiene viva y al que debo volver cada poco tiempo si quiero sobrevivir. Para mí el feminismo es una cabaña a modo de refugio donde puedo sentarme a reflexionar en profundidad con muchísimas personas conocidas y desconocidas,vivas y muertas, sobre la historia, la situación actual y el rumbo del planeta. En su gran mayoría son mujeres que desde la sincronía compartimos sentires y experiencias pero por suerte también se sientan en el corro muchas personas honestas de diferentes identidades, y por lo tanto las reflexiones, debates y consejos se originan a partir de una rica, nutritiva y preciosa diversidad.»
Huevos Lunas
¿Y cuánto de ella vamos a encontrar en esta exposición, «El poder de lo frágil»? Garlo la entiende como una pequeña retrospectiva de su obra, cuyo hilo conductor es «mi propia resolución ante las necesidades que planteo, que básicamente son la búsqueda y reafirmación de otra forma de ser, estar y operar en este mundo.» El desafío es doble porque, a pesar de haber formado parte de múltiples muestras colectivas en España, México e Italia, es la primera vez que expone de manera individual y la respuesta no puede ser más positiva. «Aunque aún me queda muchísimo por aprender en miles de aspectos, estoy contenta con el resultado. Además, tengo muchas ideas y ganas de seguir haciendo fotografías y por fin puedo ponerme con ellas, ya que hasta ahora al no haber podido sacar el trabajo hecho anteriormente no encontraba sentido a seguir avanzando». La magia de su serie «Género Árbol», la dulzura explícita de «Abrazos mágicos» o la sobrecogedora claustrofobia de «Huevos Luna» se podrán contemplar en la sala El Jardín hasta finales de octubre.
Mujer Salvaje
Para una artista que ha trabajado tantos años fuera, volver a Murcia es otra pequeña aventura, afortunada para el público y la cultura local. Pero, ¿es fácil encontrar tu sitio en esta región? «Es bastante complicado desarrollarse aquí, principalmente porque todavía no hay un entramado cultural lo suficientemente consistente y diverso sobre la fotografía. Sería más fácil si hubiera una feria anual de fotografía donde pudiésemos darnos cita, si se lanzasen más convocatorias donde participar individual y colectivamente, lugares que ofreciesen cursos y talleres sobre temas diversos, apoyo desde las instituciones para realizar proyectos que explorasen la fotografía como herramienta de transformación de la realidad, etc. Pero en un momento tan crítico como el que vivimos, dedicarte a esto es caminar diariamente por un precipicio». Aún así, augura esperanza porque el talento emergente sobrepasa las decepciones de los mecanismos artísticos que casi nacen obsoletos en la ciudad y alrededores. «Aquí en Murcia hay muchas personas interesadas en la fotografía, artistas como Mar Sáez, Francisca Pageo, Blanca Galindo, Marina Stendhal, La Mano Robada, etc. Están desarrollando un trabajo formidable, pero no podemos sostenernos gratuitamente de manera constante y sin ningún apoyo».
Danzas Prehispánicas.Querétaro, México.
Cuando concluya la exposición de «El poder de lo frágil» Garlo pedirá una pausa. Pero no para descansar, sino para darle vida a otros proyectos también claves en su vida personal y profesional. «En la actualidad compagino la fotografía con el grado superior de Mediación Comunicativa, un nuevo perfil profesional que mediará en trámites, conflictos o situaciones donde habiendo implicadas personas sordociegas, sordas, en situación autista o asperger no existen estructuras adaptadas a sus derechos y necesidades. Además también en el futuro me gustaría adentrarme en el mundo de la Arteterapia. Tengo una discapacidad que me obliga a llevar una vida aparentemente igual a la de todo el mundo pero en realidad muy diferente, soy sorda y me preocupa mucho la situación de las personas sordas en la región, la desinformación e ignorancia que existe sobre nosotras y nosotros, la falta de apoyo para acceder a estudios superiores y pruebas como oposiciones, puestos de trabajo, etc. Me gustaría ser capaz de poder abordar esta compleja problemática desde la fotografía». Miriam Garlo es un ejemplo de cómo engrandecer la fotografía llevándola como estandarte de la creación de emociones hasta una reivindicación total de una ideología o un conflicto social. Al entender el arte como medio irremediable de expresión y vida, Garlo hace de su obra un auténtico manifiesto.
Abrazos mágicos.