Hace más de un año, cuando Belén Conesa tenía casi cerrado el que sería su proyecto más ambicioso desde que llegó de Londres, la residencia de artistas La Postiza, le adelantó a unos amigos la localización de la misma: una casa con infinitas posibilidades en mitad de la huerta de La Cueva, pueblecito cerca del centro de Murcia flanqueado por el Cristo de Monteagudo y perteneciente a dicho municipio. Allegados sonrieron y asintieron, pero al darse la vuelta Belén se echaron el dedo a la sien moviéndolo en círculos. ¿Habría perdido la chica la cabeza? ¿Tendría mal de altura en la huerta murciana lejos de los efluvios del Tesco? Pero algo olía Conesa en esa aldea tan particular. Lo descubrimos enseguida en la inauguración, y es que es atardecer en La Postiza, y hacerse la magia. La jefa tenía razón.

Así, para celebrar que La Postiza sigue más viva que nunca y que cada vez son más personas y medios los que se hacen eco de las actividades que allí se realizan, este fin de semana, del 17 al 19 de abril, empieza el festival de fotografía AliBaBa, un evento que se aleja de poses y hace de su temática el auténtico espíritu del pueblo, de lo localísimo y lo cercano, tanto como meternos bajo la mesa de camilla de alguna de las vecinas. Le preguntamos a Conesa cómo comienza la aventura. «El festival surge porque desde La Postiza y desde la plataforma de fotografía murciana recién creada La Expansiva (mujeres al poder) parte un interés por crear un festival que sea un punto de encuentro entre los artistas y profesionales que utilizan el medio como un modo de reflexión visual y entre el público general que se acerca a la fotografía como actividad comunicativa o lúdica.»

De la expo «Los Modlin»

Pero su carácter castizo no le va a restar ni un ápice de calidad: habrá exposiciones claro, pero también charlas, visionados de portfolios, performances en directo, conciertos, talleres y mercado.  «Creemos que es diferente porque no sólo contribuye en la difusión y el reconocimiento de la creación fotográfica contemporánea, sino que mediante la utilización de formatos, soportes y espacios no convencionales para la difusión de la fotografía, consigue difundir discursos personales que aporten puntos de vista particulares tanto en su fondo como en la forma y ofrecer una experiencia singular en un lugar especial, con un envoltorio modesto pero de calidad.» Su line-up de invitados es tan impresionante que parece no tener fin: Paco Gómez, Helena Rovira, Menno Liaw entre muchos otros, además de editoriales invitadas como Caravan Book, Ediciones Anómalas, Fuego Books o libros de Dalpine. «Todos ellos hablan, de uno u otro modo, de lo cercano, lo próximo. Apuestan por las historias pequeñas y cotidianas, por  aquello que pasa por la vida sin protagonismo, a la sombra del tiempo.»

De la expo «Gente de aquí»

Ese halo de lo familiar se representa en actividades tan originales como la de «Adopta un fotógrafo» o el fotomaratón por La Cueva y alrededores. ¿Qué papel tiene el espacio en el festival? «Es clave. No queremos ser un festival de élite solo para unos pocos culturetis. Queremos ser un festival de calidad al alcance de cualquiera que ya esté interesado o que pueda, a partir de aquí, mostrar un interés por la fotografía. Para la gente del pueblo, la fotografía puede ser una manera más para ahondar en sus raíces y sus costumbres, para dar más valor al entorno en el que viven. “Adopta” permite por un lado que las familias d eMonteagudo se planteen tener un desconocido en su casa, algo no muy habitual que , de algún modo, les abre a otros mundos y los adoptados retratan de manera objetiva un entorno que ellos mismos seguramente no verían de ese modo. El fotomaratón hace hincapié en recorrer la zona. Seguramente mucha gente de Murcia no ha estado nunca en Monteagudo y sus alrededores, que tiene rincones preciosos. Es una manera de acercar este municipio al resto de los mortales.»

De la expo colectiva «Shoot Baroque»

Toda la programación del festival la puedes consultar aquí, en lo que parece un tsunami de cultura y diversión tan cerquita y tan potente, que ya lo quisieran las capitales. Maestros y aficionados tienen una visita obligada, así como aquellos que empiezan a efectuar sus primeros disparos. ¿Por qué no atreverse a mostrar vuestro portfolio a profesionales? Es en estos eventos cuando salta la chispa. «Estos festivales pueden ayudar de muchas maneras a los amateurs. Aprendiendo con los talleres, siendo visionados por profesionales, contemplando trabajos que les inspiren, aprendiendo de las charlas y mesas redondas, etc.»

Foto de Albert Jódar.

Hambrientas como estamos de acercarnos a tal festejo, y por supuesto de echarnos unos bailes con los grandes de Galleta Piluda, no podemos sino pedirle más a La Postiza. «Los proyectos titánicos tienen resacas mastodónticas. Después del festival volveremos a nuestro ritmo habitual para comenzar un programa, mucho más relajado, sobre transformación del entorno y arte urbano.» Y nosotras que lo veremos. ¡Suerte!