Esta semana,aún con la resaca de el Día de la Mujer y el tanto que muchos se echan a su costa, hemos asistido a un ejemplo más que nos lleva a pensar que estamos lejos de esa igualdad que impera en la superficie y se pierde en el fondo. El miércoles nos llegaba la noticia de la tensa entrevista entre la periodista  del canal libanés Al-Jadeed Rima Karaki, y el clérigo islamista radicado en Londres, Hanai Al-Seba’i, después de que este le faltara el respeto. Cuando éste se extendía en su explicación y no respondía a las preguntas, con la premiosidad que se exige en televisión, Karaki le pidió brevedad, como era su trabajo. El clérigo montó en cólera pues ninguna mujer le iba a decir qué hacer. Al reiterar la periodista un trato de respeto mutuo y que esto solo empeorara las cosas, cortó la entrevista.

Karaki, en una entrevista por The Guardian, explica que «no se siente una heroína, pero era su deber como mujer y profesional». También denuncia la hipocresía de ciertos colectivos que demandan llevar el velo al entrevistarlos en directo, a lo cual accedió como muestra de respeto, pero que cuando hablan fuera de antena no tienen problema en que no lo lleven. Es dura la profesión de periodista, y mucho más si se es mujer. Los prejuicios y situaciones pueden volverse más agrias si detrás del micrófono hay una mujer, y de eso saben mucho algunas de las mejores profesionales españolas de este sector.

Ya en la Revolución de la Gloriosa (1868) Emilia Pardo Bazán y Concepción Arenal actúan de cronistas de la época. Carmen de Burgos en el Diario Universal, las hermanas Nelken, o Josefina Carabias (1908-1981), la primera periodista oficial considerada y remunera como tal.Tras la Guerra Civil y durante el régimen Pilar Narvión (en la foto de arriba) y Mary G. Santa Eulalia retrataron la época, que siguió cambiando con la Escuela de Periodismo en los 70, todavía con una proporción muy baja de mujeres entre sus filas. Desafiando la censura de la Ley Fraga estaban Destacan Nativel Preciado, Pilar Narvión, Julia Navarro, Pilar Urbano, Maria Antonia Iglesias entre muchas otras. Con la llegada de la televisión a España en 1956 un equipo de profesionales se curtió en informativos y redacciones (Mercedes Milá, Carmen Sarmiento, Victoria Prego, Sol Alameda, María Antonia Iglesias, Ana Blanco, Maria Teresa Campos, Nieves Herrero, Consuelo Berlanga, Mari Pau Dominguez, Mariola Cubells, etc) Es también el tiempo de las corresponsales, algunas de las cuales alcanzarían gran éxito: Paloma Gómez Borrero (Roma y Vaticano), Victoria Prego (Londres), Mercedes Rico (Alemania), Marisol Marín (Bruselas) , Eugenia Serrano (Viena), Pilar Bonet (Rusia), Rosa María Calaf (Asia, Estados Unidos, Italia, URSS, Buenos Aires..), Carmen Sarmiento (primera corresponsal de guerra en TVE), etc.

Puede que el icono del periodismo 3.0 lo encabece Ana Pastor, después de su polémica marcha de los Desayunos de TVE está logrando un gran éxito en El Objetivo y su afilado estilo para entrevistar ya es marca de la casa, (grandes sus entrevistas a Pablo Iglesias o Ahmadineyad) pero hay muchas más en las sombras. De hecho, según los datos de la Asociación de Prensa de Madrid las mujeres siguen cobrando un 12% menos que los hombres y ocupan muchos menos puestos de responsabilidad. La lucha continúa.

*Algunos de los datos se recogen del artículo de Jessica Murillo Ávila para la web e-mujeres.