Entre los días 30 de mayo y 15 de junio tendrá lugar en Madrid la Feria del Libro, un revulsivo a un sector que no levanta cabeza, y que este año cuenta con un presupuesto de un millón de euros (igual que la Champions) y un montaje de 364 casetas, 508 expositores, 20 organismos oficiales, 10 distribuidores, 60 libreros especializados, 60 libreros generales, 218 editores de Madrid y 134 editores. Una ocasión cuyo éxito, según los organizadores, depende del «buen tiempo», aunque debiera ser cita obligada tanto como cualquier otro evento cultural.

ImagenSi bien son las grandes distribuidoras las que más beneficiadas se ven al disponer de más líquido para poder traer grandes firmas y obras de «moda» del año (en este 2014 las estrellas serán el fallecido García Márquez, el galardonado Quino o la temática del centenario de la I Guerra Mundial), también es una oportunidad de descubrir pequeños autores, proyectos y editoriales.

Imagen

El que os traemos ahora puede que no sea grande, pero desde luego no es nuevo. La «Librería Mujeres» lleva desde el 1978 en marcha en Madrid (c/San Cristóbal, 17) , cuando un grupo de 200 mujeres se reunieron en cooperativa en un tiempo en el que el derecho al divorcio, y cómo no, del aborto, eran tan utópicos como nos quieren hacer creer hoy. Especializada en feminismo y cuentos no sexistas, se marcaron como reto distribuir obras de autoras o de reivindicación política, pero también crearon la editorial «Horas y Horas», para redescubrir obras feministas olvidadas y la asociación de librerías de mujeres «Una palabra otra» en los 90, o la Fundación «Entredós Amigas» en el 2002, donde realizan actividades, como el «Homenaje a Mujeres Republicanas» cada 14 de Abril.

Imagen

Imagen

«Mujeres y Compañía» sigue la senda del colectivo anterior, una librería humilde de espíritu férreo, de temática igualmente feminista y espacio de encuentro. Situada también en Madrid (c/ de la Unión, 4) estará en la caseta 93 de la Feria presentando varias firmas de libros con las autoras Manuela Carmena («Por qué las cosas pueden ser diferentes»), Silvia Carpallo («El orgasmo de mi vida») o Isabel Alberdi («Vida de Emilia Pardo Bazán») entre muchas otras.

Imagen

Además de apoyar una causa común, estas librerías un símbolo de la lucha del pequeño negocio en un sector que fagocita al empresario particular: poco pueden hacer los libreros que han sobrevivido a tiempos duros ante multinacionales «de la industria cultural», como Fnac (uno de los peores, pues vende una atmósfera alternativa y joven cuando en la actualidad está despidiendo a sus trabajadores por ejercer su derecho a la huelga, contrata a estudiantes «en prácticas» a los que no paga, o tiene unos honorarios de 5euros/hora) o Corte Inglés, al igual que pasa con las pequeñas tiendas de música, cuando suben salvajemente los alquileres y el IVA. Apoyo por la cultura en general y solidaridad con el negocio local es lo que está en nuestras manos.

ImagenPropaganda reivindicativa de las pasadas manifestaciones del 23 de abril en Barcelona.